
"Al menos 15 insurgentes murieron en estos tres ataques con drones y los drones dispararon un total de seis misiles", dijeron responsables oficiales.
Datta Khel está considerado como el bastión de Hafiz Gul Bahadur, un líder talibán acusado de mandar a insurgentes a Afganistán para luchar contra las fuerzas de la OTAN.
Pakistán considera los ataques de los drones de Estados Unidos como una violación de su soberanía y una manera contraproductiva de luchar contra los insurgentes.