La crisis de la deuda en la Eurozona, que ha empezado a socavar su crecimiento, la situación en el Norte de Africa y Oriente Medio, en particular en Siria, la elección del próximo presidente del Banco Mundial o la creación de un Banco de Desarrollo BRICS serán algunos de los asuntos que analicen los presidentes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica en este cuarto encuentro.
La primera en llegar a la capital india ha sido la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, acompañada por 6 ministros, un viceministro y dos gobernadores. Rousseff tiene previsto reunirse con el resto de sus colegas y realizar una visita de Estado a India el viernes.
La reunión de los BRICS, que juntos suman más de un cuarto de la superficie del planeta, más del 41% de su población y cerca del 25% del PIB mundial, se inicia el miércoles con una cena y proseguirá el jueves con reuniones.
Aunque estas potencias emergentes responden por el 56% del crecimiento mundial, frente al 9% del G7 (países desarrollados), siguen "siendo un concepto en busca de una identidad común y una cooperación institucionalizada", dice Brahma Chellaney, profesor de Estudios Estratégicos del Center for Policy Research, con sede en Delhi.
Lo que no es muy sorprendente, dadas las diferencias de sistemas políticos, económicos, objetivos nacionales y hasta emplazamiento geográfico, aunque es cierto que se trata de "la primera iniciativa global no occidental" para hacer frente a la hegemonía del mundo desarrollado, recuerda.
Por eso, el mundo mira con interés una decisión de los BRICS sobre el eventual apoyo a alguno de los tres candidatos a la presidencia del Banco Mundial: el candidato estadounidense de origen surcoreano Jim Yong Kim, presidente del Dartmouth College, el profesor colombiano José Antonio Ocampo y la ministra nigeriana de Finanzas, Ngzi Okonjo-Iweala, apoyada por Sudáfrica.
Rusia, India o Brasil ya han dejado claro que la nacionalidad del futuro presidente de la institución con sede en Washington, que hasta ahora según un acuerdo tácito con los europeos, había recaído en un estadounidense, es menos importante que su capacidad y su disposición a llevar a cabo reformas que tengan en cuenta la nueva configuración de la economía mundial.
Eso, según una fuente brasileña, no significa aceptar el status quo, y dio el ejemplo de la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde, quien antes de ser nombrada al frente de la institución, viajó a las capitales de los países emergentes para recabar su apoyo.
Los BRICS están preocupados en este momento por la crisis de la deuda en Europa, que ha empezado a socavar el crecimiento de sus boyantes economías. Por eso, quieren reiterar su preocupación sobre la "recuperación y la estabilización de la zona euro", dijo la diplomática brasileña Maria Edileuza Fontenele, subsecretaria general para Asuntos Políticos de la cancillería.
En el campo político, los cinco países "están negociando también una condena a la violencia en Siria" y "la búsqueda de una solución diplomática" que se plasme en la declaración de la cumbre, dijo la diplomática.
Otro de los puntos de la agenda es el proyecto de crear un Banco de Desarrollo BRICS que financie proyectos sostenibles y de infraestructura en cualquiera de los países.
No se espera que en este encuentro de Delhi se vaya a lanzar una entidad así que permitiría dar un salto cualitativo en la cooperación Sur-Sur en este encuentro de Delhi, pero sí el establecimiento de un grupo de trabajo de técnicos de los cinco países que elaboren las bases del mismo.
En cambio, las economías emergentes tienen previsto firmar un acuerdo para facilitar la concesión de tarjetas de crédito para financiar exportaciones y un acuerdo marco para facilitar las inversiones en monedas locales.
La primera en llegar a la capital india ha sido la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, acompañada por 6 ministros, un viceministro y dos gobernadores. Rousseff tiene previsto reunirse con el resto de sus colegas y realizar una visita de Estado a India el viernes.
La reunión de los BRICS, que juntos suman más de un cuarto de la superficie del planeta, más del 41% de su población y cerca del 25% del PIB mundial, se inicia el miércoles con una cena y proseguirá el jueves con reuniones.
Aunque estas potencias emergentes responden por el 56% del crecimiento mundial, frente al 9% del G7 (países desarrollados), siguen "siendo un concepto en busca de una identidad común y una cooperación institucionalizada", dice Brahma Chellaney, profesor de Estudios Estratégicos del Center for Policy Research, con sede en Delhi.
Lo que no es muy sorprendente, dadas las diferencias de sistemas políticos, económicos, objetivos nacionales y hasta emplazamiento geográfico, aunque es cierto que se trata de "la primera iniciativa global no occidental" para hacer frente a la hegemonía del mundo desarrollado, recuerda.
Por eso, el mundo mira con interés una decisión de los BRICS sobre el eventual apoyo a alguno de los tres candidatos a la presidencia del Banco Mundial: el candidato estadounidense de origen surcoreano Jim Yong Kim, presidente del Dartmouth College, el profesor colombiano José Antonio Ocampo y la ministra nigeriana de Finanzas, Ngzi Okonjo-Iweala, apoyada por Sudáfrica.
Rusia, India o Brasil ya han dejado claro que la nacionalidad del futuro presidente de la institución con sede en Washington, que hasta ahora según un acuerdo tácito con los europeos, había recaído en un estadounidense, es menos importante que su capacidad y su disposición a llevar a cabo reformas que tengan en cuenta la nueva configuración de la economía mundial.
Eso, según una fuente brasileña, no significa aceptar el status quo, y dio el ejemplo de la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde, quien antes de ser nombrada al frente de la institución, viajó a las capitales de los países emergentes para recabar su apoyo.
Los BRICS están preocupados en este momento por la crisis de la deuda en Europa, que ha empezado a socavar el crecimiento de sus boyantes economías. Por eso, quieren reiterar su preocupación sobre la "recuperación y la estabilización de la zona euro", dijo la diplomática brasileña Maria Edileuza Fontenele, subsecretaria general para Asuntos Políticos de la cancillería.
En el campo político, los cinco países "están negociando también una condena a la violencia en Siria" y "la búsqueda de una solución diplomática" que se plasme en la declaración de la cumbre, dijo la diplomática.
Otro de los puntos de la agenda es el proyecto de crear un Banco de Desarrollo BRICS que financie proyectos sostenibles y de infraestructura en cualquiera de los países.
No se espera que en este encuentro de Delhi se vaya a lanzar una entidad así que permitiría dar un salto cualitativo en la cooperación Sur-Sur en este encuentro de Delhi, pero sí el establecimiento de un grupo de trabajo de técnicos de los cinco países que elaboren las bases del mismo.
En cambio, las economías emergentes tienen previsto firmar un acuerdo para facilitar la concesión de tarjetas de crédito para financiar exportaciones y un acuerdo marco para facilitar las inversiones en monedas locales.