Los manifestantes evacúan a un afectado por los gases lacrimógenos en Manama, Bahrein.
A pesar del estado de emergencia, miles de manifestantes chiitas se reunieron delante de la embajada saudita para denunciar la llegada de tropas de ese país. "Bahréin libre, fuera las tropas del 'Escudo de la Península'", gritaba la multitud.
Más de 200 personas fueron heridas a balazos el martes en enfrentamientos que opusieron manifestantes a "bandas armadas" apoyadas por la policía en el pueblo chiita de Sitra, al sur de Manama, la capital de Bahréin, informó una fuente médica local.
"Más de 200 personas atendidas aquí fueron heridas por disparos de perdigones", declaró a la AFP un médico del lugar, contactado por teléfono.
Afirmó que el hospital está sitiado por "bandas armadas" y policías.
La Casa Blanca advirtió el martes que "no hay solución militar" y que una solución política era necesaria para resolver la situación en Bahréin, tras el ingresos de las tropas del Golfo para reforzar la monarquía sunita en medio de protestas chiítas.
Las tropas desplegadas pertenecen al "Escudo de la Península", fuerza común de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG - Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar y Kuwait).
Un manifestante murió durante enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en el sector chiita de Sitra, al sur de Manama, según fuentes médicas y de los militantes.
Un policía también murió después de haber sido arrollado intencionalmente por un automovilista que formaba parte de los "revoltosos", anunció el ministerio del Interior.
"Debido a las circunstancias por la que pasa Bahréin (...), el rey Hamad Ben Issa Al Jalifa proclamó el estado de emergencia por un periodo de tres meses", indicó un comunicado oficial.
El rey encargó al comandante de las fuerzas armadas restablecer el orden recurriendo al ejército, las fuerzas de policía, las unidades de la guardia nacional y "toda otra fuerza, si ésto resultara necesario".
Esta última mención parece referirse a las unidades sauditas y a los policías de los Emiratos Árabes Unidos desplegados en Bahréin.
En el plano diplomático, Bahréin anunció haber llamado a su embajador en Teherán para protestar contra las críticas iraníes sobre el despliegue de fuerzas del Golfo.
"Bahréin condena con fuerza la declaración iraní que es una injerencia flagrante en sus asuntos internos. La rechaza en su totalidad y ve en ella una amenaza para la seguridad de la región", declaró Hamas al Amer, subsecretario de Relaciones Exteriores, a la agencia oficial BNA.
En Teherán, la cancillería iraní calificó la intervención de fuerzas extranjeras en Bahrein de "inaceptable" y estimó que "hará que la situación sea más complicada y más difícil" de resolver.
Irán convocó al embajador saudita, al embajador suizo (representante de los intereses estadounidenses en Irán) y al encargado de negocios bahreiní.
"La entrada de tropas sauditas a Bahréin no hará más que complicar aún más la situación y transformará la crisis interior bahreiní en una crisis regional", declaró Hosein Amir Abdolahian, director para el Golfo Pérsico y Medio Oriente del ministerio de Relaciones Exteriores, al embajador saudita.
Desde comienzos de la crisis a mediados de febrero, Irán, cuya población es como la de Bahréin mayoritariamente chiita, pidió al gobierno bahreiní que responda a las demandas de los manifestantes que desean sobre todo la instauración de una monarquía constitucional.
Más de 200 personas fueron heridas a balazos el martes en enfrentamientos que opusieron manifestantes a "bandas armadas" apoyadas por la policía en el pueblo chiita de Sitra, al sur de Manama, la capital de Bahréin, informó una fuente médica local.
"Más de 200 personas atendidas aquí fueron heridas por disparos de perdigones", declaró a la AFP un médico del lugar, contactado por teléfono.
Afirmó que el hospital está sitiado por "bandas armadas" y policías.
La Casa Blanca advirtió el martes que "no hay solución militar" y que una solución política era necesaria para resolver la situación en Bahréin, tras el ingresos de las tropas del Golfo para reforzar la monarquía sunita en medio de protestas chiítas.
Las tropas desplegadas pertenecen al "Escudo de la Península", fuerza común de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG - Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar y Kuwait).
Un manifestante murió durante enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en el sector chiita de Sitra, al sur de Manama, según fuentes médicas y de los militantes.
Un policía también murió después de haber sido arrollado intencionalmente por un automovilista que formaba parte de los "revoltosos", anunció el ministerio del Interior.
"Debido a las circunstancias por la que pasa Bahréin (...), el rey Hamad Ben Issa Al Jalifa proclamó el estado de emergencia por un periodo de tres meses", indicó un comunicado oficial.
El rey encargó al comandante de las fuerzas armadas restablecer el orden recurriendo al ejército, las fuerzas de policía, las unidades de la guardia nacional y "toda otra fuerza, si ésto resultara necesario".
Esta última mención parece referirse a las unidades sauditas y a los policías de los Emiratos Árabes Unidos desplegados en Bahréin.
En el plano diplomático, Bahréin anunció haber llamado a su embajador en Teherán para protestar contra las críticas iraníes sobre el despliegue de fuerzas del Golfo.
"Bahréin condena con fuerza la declaración iraní que es una injerencia flagrante en sus asuntos internos. La rechaza en su totalidad y ve en ella una amenaza para la seguridad de la región", declaró Hamas al Amer, subsecretario de Relaciones Exteriores, a la agencia oficial BNA.
En Teherán, la cancillería iraní calificó la intervención de fuerzas extranjeras en Bahrein de "inaceptable" y estimó que "hará que la situación sea más complicada y más difícil" de resolver.
Irán convocó al embajador saudita, al embajador suizo (representante de los intereses estadounidenses en Irán) y al encargado de negocios bahreiní.
"La entrada de tropas sauditas a Bahréin no hará más que complicar aún más la situación y transformará la crisis interior bahreiní en una crisis regional", declaró Hosein Amir Abdolahian, director para el Golfo Pérsico y Medio Oriente del ministerio de Relaciones Exteriores, al embajador saudita.
Desde comienzos de la crisis a mediados de febrero, Irán, cuya población es como la de Bahréin mayoritariamente chiita, pidió al gobierno bahreiní que responda a las demandas de los manifestantes que desean sobre todo la instauración de una monarquía constitucional.