"Las necesidades de los países en desarrollo, por supuesto, de lejos sobrepasan las capacidades del Banco Mundial para atenderlas", dijo el presidente de la institución Jim Yong Kim. "Pero podemos hacer más, mucho más", agregó.
Tras reimpulsar en diciembre su agenda dedicada a los países más pobres, el Banco ahora "casi duplicó" de 15.000 a 28.000 millones de dólares la capacidad anual de préstamo para actuar en países de ingreso medio, anunció el presidente en un discurso en Washington.
Como consecuencia, la línea de crédito en la institución para países como Brasil, México o China aumentará a partir de este año en 2.500 millones de dólares para llegar a 19.000 millones, pero acompañada a su vez de un mayor costo para el destinatario del crédito.
El límite de crédito para India alcanzaría los 20.000 millones de dólares.
Según Kim, los países emergentes, algunos sobrellevando un periodo de turbulencias, estaban llegando a sus límites y pedían una extensión.
"Es una señal en extremo positiva para nosotros, en el sentido de que incluso los grandes países de ingresos intermedios (...) quieren seguir trabajando con nosotros" a pesar de que tienen recursos y fácil acceso a los mercados financieros.
El Banco Mundial también anunció que planea inyectar recursos a otras de sus ramas, principalmente a la dedicada al sector privado para aumentar a futuro en cerca de 50% las nuevas inversiones, préstamos y garantías que la institución aprueba cada año. En 2013 esa cifra llegó a 52.600 millones de dólares.
En una década el Banco Mundial planea incorporar 100.000 millones de dólares a su capacidad de crédito para alcanzar cerca de 300.000 millones de dólares, afirmó Kim, señalando que "este aumento de la contundencia financiera no tiene precedentes" en la institución.
-Adaptarse ante un mundo cambiante-
Con este aumento de potencia financiera, el Banco Mundial, que celebra su asamblea general la semana que viene en Washington, busca estar en capacidad de avanzar en su objetivo de erradicar la pobreza extrema.
Según los datos del Banco Mundial, "dos tercios" de las personas que viven con menos de 1,25 dólares al día en el mundo están concentradas en cinco países, incluyendo economías emergentes como India y China.
Pero la institución también busca mantener su emblema en momentos en que enfrenta una creciente competencia de otros prestamistas en el mundo en desarrollo, incluyendo públicos y privados.
La Corporación Andina de Fomento (CAF) o el Banco Interamericano de Desarrollo son fuertes actores en América Latina, mientras que el grupo de grandes países emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) acaricia la idea de crear su propia banca de desarrollo para romper con el BM, en manos de los países desarrollados.
El Banco debe "trabajar distinto" porque actualmente "los gobiernos y empresas pueden encontrar financiamiento y transferencia de conocimientos en muchos otros lugares", reconoció Kim.
Forzado a encontrar recursos, el Banco ha explorado infinidad de opciones.
En 2013 se comprometió en un plan de reducción de gastos que le deberá permitir ahorrar 400 millones de dólares en tres años sobre un presupuesto anual de 5.000 millones de dólares.
"Estamos viendo todo, desde nuestra política de viajes hasta la forma en que hacemos las adquisiciones", dijo Kim sin excluir posibles reducciones a su fuerza laboral de 10.000 empleados.
Con el tiempo "creo que seremos un banco más pequeño" en personal, añadió.
El Banco Mundial también va a rebajar algunas tasas de interés que cobra por los préstamos y "revisar" sus reglamentos internos para poder aumentar su capacidad de acudir a los mercados internacionales.
La organización de lucha contra la pobreza Oxfam celebró la inyección de recursos, aunque pidió mayores controles sociales y ambientales a esos desembolsos.
"Más dinero para el desarrollo es bueno pero la calidad del préstamo del Banco Mundial necesita mejorar", afirmó el director de Oxfam Nicolas Mombrial.