Barcelona inaugura una polémica exhibición con estatuas de Franco


Barcelona, España. - El ayuntamiento de Barcelona presentó este lunes una polémica exhibición sobre la impunidad de la dictadura de Francisco Franco, que incluye la instalación en plena calle de estatuas del régimen fascista.



La estatua de Franco decapitada
La estatua de Franco decapitada
"Franco, Victoria, República. Impunidad y espacio urbano" analiza la permanencia de los símbolos de la dictadura en los espacios públicos de Barcelona, muchos años después de la muerte del dictador (1975) y la llegada de la democracia a España.
La muestra, abierta hasta el 8 de enero, "tiene el objetivo de denunciar los crímenes del franquismo y su impunidad también en democracia", dijo Gerardo Pisarello, el número dos del ayuntamiento dirigido desde 2015 por una plataforma de activistas y partidos de izquierda radical.
La reflexión se hace a través de dos monumentos: una estatua ecuestre de Franco y otra recordando la victoria de su bando en la Guerra Civil (1936-1939), que pocos minutos después de ser instaladas fueron atacadas con huevos por un vecino, constató un fotógrafo de la AFP.
La estatua de Franco (que se exhibe decapitada tras ser misteriosamente amputada durante sus años de almacenamiento) estuvo expuesta hasta 2008 en un castillo de Barcelona, mientras que la de la Victoria no se retiró hasta 2011 de uno de los principales cruces de la ciudad.
Durante la presentación de la muestra, un grupo de víctimas del franquismo se manifestó silenciosamente mostrando los nombres de sus familiares asesinados.
También, un grupo de independentistas catalanes interrumpieron en el recinto a gritos de "fuera fascistas de nuestros barrios" en protesta contra esta exhibición.
Varios partidos nacionalistas aseguraron que la muestra es una "banalización" y un "despropósito", sobre todo por haber sido ubicada en un lugar simbólico para el independentismo catalán, tan combatido por Franco: las ruinas de la Barcelona de 1714 tras ser tomada por el rey Felipe V en la guerra de Sucesión que supuso el fin del autogobierno de la región.
"No es cómodo ver símbolos del franquismo (...) pero es más incómodo vivir en un Estado que tolera la impunidad", dijo Pisarello.
Durante la transición a la democracia, las autoridades españolas decidieron amnistiar los crímenes producidos durante la dictadura y evitaron revivir el conflicto sufrido décadas atrás.
Como consecuencia, 114.000 víctimas de la guerra y la dictadura fruto de la misma siguen desaparecidas sin que las autoridades hayan tomado medidas, y en las calles españolas persisten numerosos símbolos franquistas a pesar de una ley aprobada en 2007 para retirarlos.
Lunes, 17 de Octubre 2016
AFP (Agencia France-Presse)
           


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