Los diez miembros de la L.A. Dance Project, compañía cofundada en 2012 por Millepied, presentarán un ballet el 9 y 10 de diciembre en el teatro Ace Hotel.
El espectáculo, dirigido por el exbailarín del Ballet de la Ciudad de Nueva York, está dividido en cuatro partes e incluye un estreno mundial: "Homecoming".
"Es un buen título que evoca el encuentro de una pareja, pero también un retorno", contó a la AFP.
El regreso a Los Ángeles, donde en 2012 se había instalado junto a su esposa, la actriz Natalie Portman, previo a su aventura por París, significa también el regreso al escenario tras casi un año de ausencia.
"Es un dúo que creé con una bailarina excepcional del Ballet de la Ciudad de Nueva York - Janie Taylor - pero no pienso volver a hacer esto a menudo, probablemente sea la última vez", explicó el artista de 39 años.
Bailar "exige mucha preparación, pese a que cuando uno vuelve es un placer", así que "prefiero concentrarme en la creación, hacer que la L.A. Dance Project sea un éxito para la comunidad de Los Ángeles y encarne lo que para mí en nuestra época debe ser una organización" artística, añadió.
Millepied evocó las dificultades que encuentran "todas las organizaciones de artes escénicas, como las orquestas sinfónicas, la opera, el ballet", que fueron "pensadas para los 1950 y ahora tienen dificultades para evolucionar".
"Generalmente están asociadas a lugares que no necesariamente responden más a lo que busca" el público de hoy, como los teatros que parecen "templos romanos" que venden "entradas muy caras", estimó.
Parece hacer alusión al Palacio Garnier que él mismo intentó revolucionar, quizás de manera muy rápida y generando tensión dentro de una institución muy jerarquizada.
Para este hombre apurado, las compañías del mañana deben primero "montar proyectos fuertes para la escena, buenas colaboraciones" con músicos, artistas plásticos, y hasta marcas para conquistar nuevos públicos.
El espectáculo de Ace Hotel incluirá también una presentación del cantante Rufus Wainwright -compositor de la música de "Homecoming"-, una escenografía del pintor Mark Bradford y música de Philip Glass, entre otras.
Este hombre que nació en Burdeos y empezó a bailar motivado por su madre, una exbailarina, quiere espectáculos con "inmersión, imaginar a la ciudad como un patio de recreo, asociaciones con museos" y alcanzar a un público joven a través de "medios de comunicación modernos", especialmente los digitales.
Algo parecido a cortometrajes como los realizados bajo el patrocinio del joyero Van Cleef and Arpels, dirigidos y filmados en lugares emblemáticos de Los Ángeles, como el río Los Ángeles.
Sobre su ciudad adoptiva, el bailarín no escatima elogios. "Me siento extremadamente bien. Los Ángeles no es como Nueva York, saturada de organizaciones artísticas que se volvieron un poco conservadoras, es una ciudad cultural extraordinaria".
"Venir a bailar a Los Ángeles hoy, es como si un artista se estableciera en Nueva York en los años 60-70, está todo por hacer", dijo entusiasmado, subrayando que aún no hay grandes compañías de danza en la ciudad.
Con diez bailarines en lugar de 154, como tenía a cargo cuando era director de la Opera de París, Millepied parece sentirse liberado.
"Necesitaba mucha libertad, no perderme en un ambiente que me comía", comentó.
"Necesito espacio para pensar sobre la creación, hacer mis películas porque siempre trabajé en muchos cortometrajes, y estoy comenzando una aventura de largometraje", anunció, sin brindar más detalles del proyecto.
Respecto a los 15 meses que pasó en la Opera de París, dice haber "aprendido de los éxitos y fracasos". "Vuelvo transformado, era una experiencia fantástica", pero "no era para mí", afirmó.
El espectáculo, dirigido por el exbailarín del Ballet de la Ciudad de Nueva York, está dividido en cuatro partes e incluye un estreno mundial: "Homecoming".
"Es un buen título que evoca el encuentro de una pareja, pero también un retorno", contó a la AFP.
El regreso a Los Ángeles, donde en 2012 se había instalado junto a su esposa, la actriz Natalie Portman, previo a su aventura por París, significa también el regreso al escenario tras casi un año de ausencia.
"Es un dúo que creé con una bailarina excepcional del Ballet de la Ciudad de Nueva York - Janie Taylor - pero no pienso volver a hacer esto a menudo, probablemente sea la última vez", explicó el artista de 39 años.
Bailar "exige mucha preparación, pese a que cuando uno vuelve es un placer", así que "prefiero concentrarme en la creación, hacer que la L.A. Dance Project sea un éxito para la comunidad de Los Ángeles y encarne lo que para mí en nuestra época debe ser una organización" artística, añadió.
Millepied evocó las dificultades que encuentran "todas las organizaciones de artes escénicas, como las orquestas sinfónicas, la opera, el ballet", que fueron "pensadas para los 1950 y ahora tienen dificultades para evolucionar".
- Salir del templo -
"Generalmente están asociadas a lugares que no necesariamente responden más a lo que busca" el público de hoy, como los teatros que parecen "templos romanos" que venden "entradas muy caras", estimó.
Parece hacer alusión al Palacio Garnier que él mismo intentó revolucionar, quizás de manera muy rápida y generando tensión dentro de una institución muy jerarquizada.
Para este hombre apurado, las compañías del mañana deben primero "montar proyectos fuertes para la escena, buenas colaboraciones" con músicos, artistas plásticos, y hasta marcas para conquistar nuevos públicos.
El espectáculo de Ace Hotel incluirá también una presentación del cantante Rufus Wainwright -compositor de la música de "Homecoming"-, una escenografía del pintor Mark Bradford y música de Philip Glass, entre otras.
Este hombre que nació en Burdeos y empezó a bailar motivado por su madre, una exbailarina, quiere espectáculos con "inmersión, imaginar a la ciudad como un patio de recreo, asociaciones con museos" y alcanzar a un público joven a través de "medios de comunicación modernos", especialmente los digitales.
Algo parecido a cortometrajes como los realizados bajo el patrocinio del joyero Van Cleef and Arpels, dirigidos y filmados en lugares emblemáticos de Los Ángeles, como el río Los Ángeles.
Sobre su ciudad adoptiva, el bailarín no escatima elogios. "Me siento extremadamente bien. Los Ángeles no es como Nueva York, saturada de organizaciones artísticas que se volvieron un poco conservadoras, es una ciudad cultural extraordinaria".
- Todo para crear -
"Venir a bailar a Los Ángeles hoy, es como si un artista se estableciera en Nueva York en los años 60-70, está todo por hacer", dijo entusiasmado, subrayando que aún no hay grandes compañías de danza en la ciudad.
Con diez bailarines en lugar de 154, como tenía a cargo cuando era director de la Opera de París, Millepied parece sentirse liberado.
"Necesitaba mucha libertad, no perderme en un ambiente que me comía", comentó.
"Necesito espacio para pensar sobre la creación, hacer mis películas porque siempre trabajé en muchos cortometrajes, y estoy comenzando una aventura de largometraje", anunció, sin brindar más detalles del proyecto.
Respecto a los 15 meses que pasó en la Opera de París, dice haber "aprendido de los éxitos y fracasos". "Vuelvo transformado, era una experiencia fantástica", pero "no era para mí", afirmó.