"Dejaron de existir las condiciones para seguir cooperando con el gobierno", anunció Paolo Romani, portavoz de Forza Italia, el partido que acaba de resucitar Berlusconi.
La decisión - que fue comunicada al jefe de gobierno, Enrico Letta, y al presidente de la República, Giorgio Napolitano - forma parte de la estrategia de Il Cavaliere para evitar ser expulsado del parlamento y perder su inmunidad.
El fantasma del exprimer ministro socialista Bettino Craxi, su amigo personal, quien tuvo que exiliarse en Túnez en la década del 90 tras los procesos judiciales por corrupción, debe rondar en sus recuerdos.
La posibilidad de que Berlusconi termine encarcelado al perder su escaño de senador debido a los varios juicios a los que está siendo sometido, fue descartada este martes por sus abogados como "algo absurdo".
"En principio una fiscalía puede solicitar tal medida, pero para nosotros sería algo irreal", afirmó este martes el abogado Franco Coppi, al recalcar que el magnate de las comunicaciones, de 77 años, naturalmente evitará huir.
Berlusconi intentó el lunes in extremis evitar ser expulsado para siempre del Parlamento, un final humillante para el líder indiscutible por 20 años de la derecha italiana, y pidió la revisión judicial de su caso.
La estrategia de Berlusconi
Para tratar de evitar ese final, el exprimer ministro ha concedido conferencias de prensa, entrevistas y declaraciones a radio, televisión y diarios y hasta ha movilizado a sus simpatizantes para que salgan a protestar el miércoles en Roma.
"La manifestación será sólo el inicio. Italia es una democracia recortada", declaró el magnate, quien advirtió que no renunciará por ninguna razón a su escaño porque se siente el "legítimo líder de los electores de derecha italianos".
Para sus críticos, Il Cavaliere usó como "pretexto" para pasar a la oposición la ley de presupuestos del 2014, clave para el futuro de Italia, cuya economía atraviesa una grave crisis.
"La verdadera razón de la ruptura es el pedido de inmunidad de Berlusconi", comentó Roberto Speranza, diputado del Partido Democrático (PD), la mayor formación de la izquierda.
Inclusive su exdelfín, Angelino Alfano, actual viceprimer ministro, quien se divorció de Berlusconi y fundó una nueva formación con el apoyo de unos 50 parlamentarios, estima que censurar la ley de presupuestos "es una excusa" que no tiene en cuenta las graves dificultades económicas del país.
Todo parece indicar que el gobierno de coalición liderado por Letta, dirigente del Partido Democrático (izquierda), dispone de la mayoría y superará la moción de confianza.
Los presupuestos serán aprobados gracias a los senadores que abandonaron a Berlusconi y que se niegan a hacer caer el gobierno en estos momentos de crisis social y económica, vaticinan analistas.
"Esa ley de presupuestos es inaceptable, defiende solo privilegios", aseguró Berlusconi, al anunciar que su partido pasa a la oposición y no votará la ley.
El magnate hace frente a uno de los momentos más difíciles de sus 20 años de carrera política, marcada por su enorme popularidad y los escándalos sexuales y judiciales.
La votación, que será pública y no secreta como pedía Berlusconi, probablemente será favorable a su expulsión, ya que el PD y el Movimiento Cinco Estrellas --cerca de 165 senadores sobre un total de 321-- han manifestado que votarán a favor de su salida definitiva del Parlamento.