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Política
BRASILIA, 10 septiembre 2009 (AFP) - Cuatro jueces de la corte votaron este miércoles a favor de la extradición del ex extremista italiano, y tres en contra.
De los dos que quedan por votar, el juez Marco Aurelio Melo pidió aplazar el juicio por al menos diez días para pensarlo mejor, aunque señaló que estaba más a favor de negar la extradición.
El presidente de la corte, Gilmar Mendes, sugirió, en cambio, que su voto podría ser por la extradición, explicaron fuentes del juzgado a la AFP.
El abogado de Battisti, Luiz Roberto Barroso, pidió a Mendes que se abstuviera de votar en caso de previsible empate, y que ese empate fuera llevado a una decisión de no extradición, dado que el italiano se juega la cadena perpetua en Italia.
El juicio, que se prolongó 12 horas antes de ser interrumpido, provocó acaloradas discusiones y decisiones diametralmente opuestas.
El juez relator del caso, Cezar Peluso, abrió las votaciones por la extradición y declaró "ilegal y absolutamente nulo" el refugio político otorgado por el gobierno brasileño, una decisión que promete una brecha entre el poder Judicial y el Ejecutivo brasileños.
"Los delitos por los que (Battisti) fue condenado (en Italia) no tienen carácter político (que justificarían el refugio), son delitos comunes pasibles de extradición", declaró a su lado el juez Ricardo Lewandowski.
En el otro extremo, el juez Joaquim Barbosa acusó a Italia de "arrogante" por cuestionar en la justicia la decisión "soberana" del Ejecutivo de otorgar el refugio político y determinó la liberación inmediata de Battisti, según él, "preso ilegalmente" desde que fue declarado refugiado en enero.
El caso enfrenta al gobierno de Brasil, que otorgó refugio político a Battisti en enero, e Italia, que pidió que la corte anule esa decisión y apruebe su extradición para que cumpla condena por cuatro asesinatos en los 70.
"Tenemos confianza máxima en la capacidad de juicio" de la corte, dijo al inicio del juicio a la AFP Italo Ormanni, jefe de departamento del Ministerio de Justicia italiano que asistió al mismo.
El juicio es considerado inédito, ya que el procedimiento habitual habría sido archivar el caso y excarcelar a Battisti tras el refugio, y puede enfrentar al Ejecutivo y el poder Judicial.
"Es la primera vez que el Supremo Tribunal Federal juzga la decisión del Ejecutivo de otorgar refugio", dijo a la AFP el profesor de Derecho Internacional Marcio Garcia.
El caso puede poner fin al periplo de Battisti, ex militante del grupo armado de ultraizquierda Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), que huyó de Italia en 1981, pasó por México y estuvo más de diez años asilado en Francia, donde se convirtió en escritor de novelas policíacas, hasta que en 2004 entró en Brasil.
"Nunca maté ni quise matar a ninguna persona", aseguró en una carta enviada a la corte.
Brasil tiene una larga tradición en la concesión de refugio, tanto a izquierdistas como derechistas, ex dictadores, ex guerrilleros y hasta deportistas, que fueron casos recientes. Acoge desde hace años a los militantes italianos Achille Lollo, Luciano Pessina y Piestro Mancini.
ym/rpl
© 1994-2009 Agence France-Presse
De los dos que quedan por votar, el juez Marco Aurelio Melo pidió aplazar el juicio por al menos diez días para pensarlo mejor, aunque señaló que estaba más a favor de negar la extradición.
El presidente de la corte, Gilmar Mendes, sugirió, en cambio, que su voto podría ser por la extradición, explicaron fuentes del juzgado a la AFP.
El abogado de Battisti, Luiz Roberto Barroso, pidió a Mendes que se abstuviera de votar en caso de previsible empate, y que ese empate fuera llevado a una decisión de no extradición, dado que el italiano se juega la cadena perpetua en Italia.
El juicio, que se prolongó 12 horas antes de ser interrumpido, provocó acaloradas discusiones y decisiones diametralmente opuestas.
El juez relator del caso, Cezar Peluso, abrió las votaciones por la extradición y declaró "ilegal y absolutamente nulo" el refugio político otorgado por el gobierno brasileño, una decisión que promete una brecha entre el poder Judicial y el Ejecutivo brasileños.
"Los delitos por los que (Battisti) fue condenado (en Italia) no tienen carácter político (que justificarían el refugio), son delitos comunes pasibles de extradición", declaró a su lado el juez Ricardo Lewandowski.
En el otro extremo, el juez Joaquim Barbosa acusó a Italia de "arrogante" por cuestionar en la justicia la decisión "soberana" del Ejecutivo de otorgar el refugio político y determinó la liberación inmediata de Battisti, según él, "preso ilegalmente" desde que fue declarado refugiado en enero.
El caso enfrenta al gobierno de Brasil, que otorgó refugio político a Battisti en enero, e Italia, que pidió que la corte anule esa decisión y apruebe su extradición para que cumpla condena por cuatro asesinatos en los 70.
"Tenemos confianza máxima en la capacidad de juicio" de la corte, dijo al inicio del juicio a la AFP Italo Ormanni, jefe de departamento del Ministerio de Justicia italiano que asistió al mismo.
El juicio es considerado inédito, ya que el procedimiento habitual habría sido archivar el caso y excarcelar a Battisti tras el refugio, y puede enfrentar al Ejecutivo y el poder Judicial.
"Es la primera vez que el Supremo Tribunal Federal juzga la decisión del Ejecutivo de otorgar refugio", dijo a la AFP el profesor de Derecho Internacional Marcio Garcia.
El caso puede poner fin al periplo de Battisti, ex militante del grupo armado de ultraizquierda Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), que huyó de Italia en 1981, pasó por México y estuvo más de diez años asilado en Francia, donde se convirtió en escritor de novelas policíacas, hasta que en 2004 entró en Brasil.
"Nunca maté ni quise matar a ninguna persona", aseguró en una carta enviada a la corte.
Brasil tiene una larga tradición en la concesión de refugio, tanto a izquierdistas como derechistas, ex dictadores, ex guerrilleros y hasta deportistas, que fueron casos recientes. Acoge desde hace años a los militantes italianos Achille Lollo, Luciano Pessina y Piestro Mancini.
ym/rpl
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