De una caballería a camello en el desierto tunecino durante la Segunda Guerra Mundial hasta Pablo Picasso en una playa o estrellas del cine como Ava Gardner o Humphrey Bogart en pleno trabajo: "Capa en color" muestra el lado "moderno" del gran fotógrafo húngaro.
Inaugurada el viernes en el Centro Internacional de Fotografía (ICP, según sus siglas en inglés) en el centro de Manhattan, la exposición ofrece "una primera mirada" de la obra de Capa en color. Algunas de las cien imágenes presentadas "nunca antes han sido vistas", dijo su director Mark Lubell.
El ICP cuenta con unos 4.200 negativos en color en sus archivos sobre Capa (1913-1954), señaló de su lado a la AFP la curadora Cynthia Young, para quien la muestra permite entender "cómo Capa se reinventó como fotógrafo durante los años en los que no cubrió guerras o conflictos políticos".
Muy conocido ya por su cobertura de la Guerra Civil española (1936-1939), Capa experimentó por primera vez con esa técnica por entonces novedosa en 1938, durante la segunda guerra sino-japonesa.
De los 12 rollos del nuevo Kodachrome que utilizó en aquel entonces, apenas cuatro fotos han sobrevivido -fueron publicadas por la revista Life sobre la batalla de Hankow por el control del río Yangtze-, que ahora incluye la muestra.
Es a partir de 1941 que Capa comienza a tomar fotos en color de manera regular. Desde esa fecha hasta su muerte en 1954 en Vietnam, cubriendo la Guerra de Indochina, viajará siempre con dos cámaras, una para blanco y negro y otra para color.
"Un mundo que pedía colores"
Cynthia Young explicó que Capa "nunca privilegió color o blanco y negro una vez que empezó a usar color", aunque el segundo de los formatos fue más utilizado por dos razones: era más barato y producía un mejor efecto a la hora de retratar guerras.
"Los reportajes de grandes conflictos no son en color. El color no era un gran soporte para noticias de actualidad porque era lento y llevaba tiempo", indicó, mencionando por ejemplo la famosa cobertura del desembarco de las tropas aliadas en Normandía (norte de Francia) el 6 de junio de 1944.
En cambio, "el color era glamouroso y los editores lo usaban de manera regular en las portadas y las páginas de apertura de un reportaje", en particular cuando se trataba de otro tipo de notas, como aquellas vinculadas a las estrellas de cine o la vida mundana.
Parte de la muestra está dedicada a ese trabajo menos conocido del húngaro: fotos en estaciones de esquí de moda en Francia, Austria y Suiza, o en set de filmaciones en Europa -sobre todo en Italia-, retratando a Gardner, Bogart, Anna Magnani, Truman Capote, Ingrid Bergman u Orson Welles.
"Era un mundo que pedía color. Las películas eran en color, las publicidades eran en color", dijo Young.
Sus amistades le permitían retratar momentos vedados para otros: el pintor español Pablo Picasso con su familia en la playa de Vallauris (sur de Francia) o el escritor estadounidense Ernest Hemingway de vacaciones en Sun Valley (Idaho, oeste de estados Unidos).
Lo cierto es que mucha de la producción de Capa a partir de 1941 existe en ambos formatos, como el material de su famoso reportaje en Rusia en 1947 con el escritor John Steinbeck, que dio lugar al libro "Un diario ruso".
La muestra se cierra de manera desgarradora con las fotos tomadas por Capa poco antes de morir el 25 de mayo de 1954 en la ruta entre Namdinh y Thaibinh en Vietnam, donde pisó una mina durante un reportaje sobre la Guerra de Indochina.