Padre de familia de unos cincuenta años, Thierry va de entrevistas de trabajo en inútiles sesiones de formación, citas con asistentes sociales y confrontaciones despiadadas con su banco.
Sin empleo desde hace más de 20 meses, lucha por volver a conseguir trabajo y afronta las dificultades con dignidad. Termina encontrando un puesto de agente de seguridad en un supermercado, encargado de la videovigilancia de los estantes y obligado a espiar a sus colegas para los jefes que quieren reducir el personal.
En un estilo frontal, despojado e hiperrealista, Brizé multiplica las escenas de encierro. "En un sistema que obliga a las personas a convertirse en un ser despreciable hay un cuestionamiento fundamental de lo íntimo, de nuestra propia ética", explicó el realizador a la AFP.
Tras "Welcome" de Philippe Lioret sobre refugiados clandestinos y "La crise" de Coline Serrault, Vincent Lindon vuelve con este filme en competencia por la Palma de Oro al cine social, uno de los temas privilegiados por los organizadores en este festival.
"Quise contar una historia a varias voces en una familia en la que cada uno de los miembros vive a su manera una misma experiencia", explicó a la AFP Joachim Trier, de 41 años, cuyo tercer largometraje compite por la Palma de Oro.
El cineasta opta por una narración que no sigue el orden cronológico para escrutar los sentimientos de sus cuatro personajes, incluyendo el de la esposa y madre muerta (Isabelle Hupert) que regresa como un fantasma.
Las escenas de vuelta al pasado permiten a Trier penetrar en la psicología de los protagonistas, incluyendo el del padre Gene (Gabriel Byrne) y sus dos hijos.
El filme de narrativa compleja y montaje sofisticado funciona por estratos, que recurre a fragmentos de memoria y sueños de los personajes.
Un trofeo de honor fue remitido a Jane Fonda por su compromiso filantrópico y su carrera de actriz. La productora independiente Megan Ellison también fue recompensada y se rindió además un homenaje a Olivia de Havilland, la primera mujer presidente de jurado en un festival de Cannes, en 1965.
La plaza de Castre, lugar histórico de la ciudad de Cannes, fue el escenario de esta fiesta de gala en presencia del presidente del festival Pierre Lescure, el director artístico Thierry Frémaux, y François-Henri Pinault, presidente de Kering y esposo de Salma Hayek, también presente en el evento. Entre los invitados estaban además Claudia Cardinale, Isabelle Huppert, Sophie Marceau, Julie Gayet, Clotilde Courau, Marilou Berry, Rossy de Palma, Benicio del Toro, Pierre Niney, Melvil Poupaud, Vincent Lindon y Charlotte Casiraghi.
Sin empleo desde hace más de 20 meses, lucha por volver a conseguir trabajo y afronta las dificultades con dignidad. Termina encontrando un puesto de agente de seguridad en un supermercado, encargado de la videovigilancia de los estantes y obligado a espiar a sus colegas para los jefes que quieren reducir el personal.
En un estilo frontal, despojado e hiperrealista, Brizé multiplica las escenas de encierro. "En un sistema que obliga a las personas a convertirse en un ser despreciable hay un cuestionamiento fundamental de lo íntimo, de nuestra propia ética", explicó el realizador a la AFP.
Tras "Welcome" de Philippe Lioret sobre refugiados clandestinos y "La crise" de Coline Serrault, Vincent Lindon vuelve con este filme en competencia por la Palma de Oro al cine social, uno de los temas privilegiados por los organizadores en este festival.
- Introspección familiar del noruego Joachim Trier
Una reportera gráfica de guerra decide morir dejando a cada uno de los suyos confrontados a sus propias interrogantes. En "Louder than bombs" el noruego Joachim Trier escruta hábilmente los sentimientos de los supervivientes."Quise contar una historia a varias voces en una familia en la que cada uno de los miembros vive a su manera una misma experiencia", explicó a la AFP Joachim Trier, de 41 años, cuyo tercer largometraje compite por la Palma de Oro.
El cineasta opta por una narración que no sigue el orden cronológico para escrutar los sentimientos de sus cuatro personajes, incluyendo el de la esposa y madre muerta (Isabelle Hupert) que regresa como un fantasma.
Las escenas de vuelta al pasado permiten a Trier penetrar en la psicología de los protagonistas, incluyendo el del padre Gene (Gabriel Byrne) y sus dos hijos.
El filme de narrativa compleja y montaje sofisticado funciona por estratos, que recurre a fragmentos de memoria y sueños de los personajes.
- Salma y Benicio en la fiesta de Kering
El nuevo patrocinador oficial del Festival de Cannes, el grupo Kering de marcas de lujo, organizó una fiesta la noche del domingo para festejar la primera edición de la iniciativa "Women in motion" ("Mujeres en el cine") destinada a valorizar y celebrar la contribución de las mujeres al séptimo arte.Un trofeo de honor fue remitido a Jane Fonda por su compromiso filantrópico y su carrera de actriz. La productora independiente Megan Ellison también fue recompensada y se rindió además un homenaje a Olivia de Havilland, la primera mujer presidente de jurado en un festival de Cannes, en 1965.
La plaza de Castre, lugar histórico de la ciudad de Cannes, fue el escenario de esta fiesta de gala en presencia del presidente del festival Pierre Lescure, el director artístico Thierry Frémaux, y François-Henri Pinault, presidente de Kering y esposo de Salma Hayek, también presente en el evento. Entre los invitados estaban además Claudia Cardinale, Isabelle Huppert, Sophie Marceau, Julie Gayet, Clotilde Courau, Marilou Berry, Rossy de Palma, Benicio del Toro, Pierre Niney, Melvil Poupaud, Vincent Lindon y Charlotte Casiraghi.