"Más de 38 personas murieron y decenas más resultaron heridas", declaró a la AFP una fuente de las fuerzas de seguridad, lo cual fue confirmado por una fuente médica.
Los combates entre rebeldes de Ansaruala y milicianos del partido islamista Al Islah se extendieron desde los suburbios de Saná hasta zonas situadas dentro de la capital, indicó un corresponsal de la AFP.
El martes y el miércoles, los combates dejaron 43 muertos, según fuentes militares, llevando el total de fallecidos a 81 en tres días.
En este contexto, el emisario de la ONU para Yemen, Jamal Benomar, se entrevistó nuevamente este jueves con el líder de Ansaruala, Abdel Malek al Huthi, en su bastión de Saada (norte).
El miércoles, Benomar había calificado sus primeros contactos con Huthi de "constructivos y positivos".
Entre los temas que se han abordado en las últimas semanas en estas negociaciones entre gobierno y rebeldes está el nombramiento de un nuevo primer ministro y la bajada del precio del carburante, las dos principales peticiones de Ansaruala.
Ese grupo exige también "un calendario" para la puesta en marcha de los resultados del diálogo nacional finalizado en enero.
Por su parte, las autoridades reclaman el desmantelamiento de las acampadas rebeldes instaladas desde el 18 de agosto en la capital y sus alrededores.
Ansaruala, que acusa al gobierno de corrupción, buscaría también ampliar su zona de influencia en el futuro Estado federal, que contará con seis provincias.