Cesare Battisti
"¿Lo que quiero? Una reconciliación con el pueblo italiano. Se necesita una amnistía, otros países lo lograron", dijo el ex activista italiano condenado en ausencia en 1993 a reclusión a perpetuidad por cuatro asesinatos y complicidad de asesinato en los años 1970, crímenes por los que se declara inocente.
Pero según Battisti, "la renuncia de (el presidente del Consejo italiano Silvio) Berlusconi no cambiará nada: los mismos partidos y los mismos políticos están en funciones".
"Italia no quiere cerrar el expediente porque fueron ellos mismos los que crearon este monstruo Battisti", agregó el ahora escritor de novelas policiales.
"Me gustaría regresar a París. Es allí donde crecí intelectualmente, ahí me formé. No renuncio a ello", dijo Battisti que hoy vive en Cananeia, un puerto del sureste de Brasil.
La Fiscalía federal de Brasilia pidió en octubre a la justicia que anule el derecho de residencia de Battisti. El ex activista fue arrestado en Rio de Janeiro en 2007 y permaneció detenido en una cárcel en las afueras de Brasilia hasta su liberación el 9 de junio de este año.
Al evocar sus años de militante en el pequeño grupo extremista Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), Cesare Battisti, de 56 años, asume sus "responsabilidades políticas y militares" pero repite que "jamás maté a nadie" y que tiene "una mirada crítica" sobre su pasado "sin arrepentirme".
"Hay faltas cometidas, es evidente. Pretender cambiar la sociedad con las armas, es una estupidez. (...) ¡Pero en la época todo el mundo tenía armas! Había guerrilleros en el mundo entero. Italia vivía una situación prerrevolucionaria...", dijo.
Battisti explicó que dejó el PAC dentro de los dos meses que siguieron a la muerte de Aldo Moro en mayo de 1978: "Fue durante ese lapso de tiempo que uno de los asesinatos cuya autoría me atribuirán luego, se produjo...".
Pero según Battisti, "la renuncia de (el presidente del Consejo italiano Silvio) Berlusconi no cambiará nada: los mismos partidos y los mismos políticos están en funciones".
"Italia no quiere cerrar el expediente porque fueron ellos mismos los que crearon este monstruo Battisti", agregó el ahora escritor de novelas policiales.
"Me gustaría regresar a París. Es allí donde crecí intelectualmente, ahí me formé. No renuncio a ello", dijo Battisti que hoy vive en Cananeia, un puerto del sureste de Brasil.
La Fiscalía federal de Brasilia pidió en octubre a la justicia que anule el derecho de residencia de Battisti. El ex activista fue arrestado en Rio de Janeiro en 2007 y permaneció detenido en una cárcel en las afueras de Brasilia hasta su liberación el 9 de junio de este año.
Al evocar sus años de militante en el pequeño grupo extremista Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), Cesare Battisti, de 56 años, asume sus "responsabilidades políticas y militares" pero repite que "jamás maté a nadie" y que tiene "una mirada crítica" sobre su pasado "sin arrepentirme".
"Hay faltas cometidas, es evidente. Pretender cambiar la sociedad con las armas, es una estupidez. (...) ¡Pero en la época todo el mundo tenía armas! Había guerrilleros en el mundo entero. Italia vivía una situación prerrevolucionaria...", dijo.
Battisti explicó que dejó el PAC dentro de los dos meses que siguieron a la muerte de Aldo Moro en mayo de 1978: "Fue durante ese lapso de tiempo que uno de los asesinatos cuya autoría me atribuirán luego, se produjo...".