Hugo Chávez
"Lo anuncio con una lágrima en el corazón: Venezuela rompe a partir de este momento todas las relaciones con el gobierno de Colombia", dijo el presidente venezolano Hugo Chávez en el palacio de Miraflores.
Según Chávez, es una decisión adoptada "por dignidad" ante las acusaciones del gobierno colombiano, que este jueves solicitó en la Organización de Estados Americanos (OEA) la formación de una comisión internacional que verifique la presencia de campamentos guerrilleros en Venezuela.
Durante una presentación de dos horas, que abundó en imágenes satelitales, videos, fotos y coordenadas geográficas, el representante colombiano en la OEA, Luis Hoyos, afirmó que en Venezuela operan 1.500 guerrilleros colombianos en más de 80 campamentos.
El presidente de Ecuador Rafael Correa, titular pro témpore del bloque regional Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), informó que interpondrá sus buenos oficios para resolver la crisis entre Bogotá y Caracas "lo más rápido posible" y que estudia convocar a una cumbre de mandatarios de la región.
Venezuela ya había pedido una reunión "de emergencia" de los cancilleres del bloque.
Ésta es la primera vez que Chávez rompe relaciones con Colombia desde que llegó al poder en 1999, pese a que los nexos entre ambos países siempre han estado marcados por los altibajos.
En respuesta a las acusaciones colombianas, Chávez subrayó que su gobierno "persigue y hostiga" a la guerrilla y aseguró que "si hubiera algún campamento guerrillero colombiano (en territorio venezolano) sería sin autorización".
Además, culpó al presidente saliente colombiano Alvaro Uribe de la crisis y opinó que este es capaz de provocar un enfrentamiento armado entre los dos países antes del fin de su mandato, a principios de agosto.
Así, confió en que el mandatario electo, Juan Manuel Santos "tome cartas racionales en el asunto porque hay una locura desatada en el Palacio Nariño", sede de la presidencia colombiana.
Desde México, Santos evitó pronunciarse sobre la ruptura de relaciones.
"Sobre la relación con Venezuela, hemos decidido que nuestra mejor contribución es no pronunciarnos, porque el presidente Álvaro Uribe es todavía presidente en funciones hasta el 7 de agosto", declaró.
El gobierno de Chávez dio tres días a los diplomáticos colombianos para que abandonen el país, según informó el canciller venezolano Nicolás Maduro.
Fuentes diplomáticas venezolanas explicaron a la AFP que "las relaciones consulares por ahora se mantienen".
Chávez, quien hace un año ya había congelado las relaciones con Colombia por un acuerdo militar entre Bogotá y Washington, ordenó a las Fuerzas Armadas que estén en "alerta máxima" en la frontera.
Por la noche el ministro de Defensa de Venezuela, el general Carlos Mata, aseguró que la situación en la extensa frontera colombo venezolana era "normal", al participar en una reunión extraordinaria del Consejo de Defensa de la Nación.
Tras conocer la noticia sobre la ruptura de relaciones, el embajador colombiano Hoyos calificó de "errónea" la decisión y replicó que con quien Venezuela debería "romper relaciones es con las bandas criminales".
Desde Washington, el departamento de Estado criticó la decisión de Chávez y aseguró que no era "la manera adecuada" de resolver sus diferencias.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon llamó a Colombia y Venezuela a resolver sus diferencias "a través del diálogo" y "de manera pacífica".
Brasil, por su parte, lamentó el quiebre y anunció que "se empeñará para que todo tenga buena solución, ya hubo contactos", según declaró el principal asesor internacional de la Presidencia, Marco Aurelio Garcia.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, lanzó una implícita defensa de Venezuela, al calificar a Uribe como "lacayo del imperialismo".
En un intento por aplacar la tensión, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, pidió a Colombia y Venezuela que "calmen los espíritus y busquen un camino" para el entendimiento.
Según Chávez, es una decisión adoptada "por dignidad" ante las acusaciones del gobierno colombiano, que este jueves solicitó en la Organización de Estados Americanos (OEA) la formación de una comisión internacional que verifique la presencia de campamentos guerrilleros en Venezuela.
Durante una presentación de dos horas, que abundó en imágenes satelitales, videos, fotos y coordenadas geográficas, el representante colombiano en la OEA, Luis Hoyos, afirmó que en Venezuela operan 1.500 guerrilleros colombianos en más de 80 campamentos.
El presidente de Ecuador Rafael Correa, titular pro témpore del bloque regional Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), informó que interpondrá sus buenos oficios para resolver la crisis entre Bogotá y Caracas "lo más rápido posible" y que estudia convocar a una cumbre de mandatarios de la región.
Venezuela ya había pedido una reunión "de emergencia" de los cancilleres del bloque.
Ésta es la primera vez que Chávez rompe relaciones con Colombia desde que llegó al poder en 1999, pese a que los nexos entre ambos países siempre han estado marcados por los altibajos.
En respuesta a las acusaciones colombianas, Chávez subrayó que su gobierno "persigue y hostiga" a la guerrilla y aseguró que "si hubiera algún campamento guerrillero colombiano (en territorio venezolano) sería sin autorización".
Además, culpó al presidente saliente colombiano Alvaro Uribe de la crisis y opinó que este es capaz de provocar un enfrentamiento armado entre los dos países antes del fin de su mandato, a principios de agosto.
Así, confió en que el mandatario electo, Juan Manuel Santos "tome cartas racionales en el asunto porque hay una locura desatada en el Palacio Nariño", sede de la presidencia colombiana.
Desde México, Santos evitó pronunciarse sobre la ruptura de relaciones.
"Sobre la relación con Venezuela, hemos decidido que nuestra mejor contribución es no pronunciarnos, porque el presidente Álvaro Uribe es todavía presidente en funciones hasta el 7 de agosto", declaró.
El gobierno de Chávez dio tres días a los diplomáticos colombianos para que abandonen el país, según informó el canciller venezolano Nicolás Maduro.
Fuentes diplomáticas venezolanas explicaron a la AFP que "las relaciones consulares por ahora se mantienen".
Chávez, quien hace un año ya había congelado las relaciones con Colombia por un acuerdo militar entre Bogotá y Washington, ordenó a las Fuerzas Armadas que estén en "alerta máxima" en la frontera.
Por la noche el ministro de Defensa de Venezuela, el general Carlos Mata, aseguró que la situación en la extensa frontera colombo venezolana era "normal", al participar en una reunión extraordinaria del Consejo de Defensa de la Nación.
Tras conocer la noticia sobre la ruptura de relaciones, el embajador colombiano Hoyos calificó de "errónea" la decisión y replicó que con quien Venezuela debería "romper relaciones es con las bandas criminales".
Desde Washington, el departamento de Estado criticó la decisión de Chávez y aseguró que no era "la manera adecuada" de resolver sus diferencias.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon llamó a Colombia y Venezuela a resolver sus diferencias "a través del diálogo" y "de manera pacífica".
Brasil, por su parte, lamentó el quiebre y anunció que "se empeñará para que todo tenga buena solución, ya hubo contactos", según declaró el principal asesor internacional de la Presidencia, Marco Aurelio Garcia.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, lanzó una implícita defensa de Venezuela, al calificar a Uribe como "lacayo del imperialismo".
En un intento por aplacar la tensión, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, pidió a Colombia y Venezuela que "calmen los espíritus y busquen un camino" para el entendimiento.