Hugo Chávez y, a la derecha, Bashar al Asad
Al Asad, que abrió en Caracas su primera gira por América Latina, consideró a su anfitrión un "hermano", "un símbolo de la resistencia y dignidad en América Latina" y un defensor de las "causas justas" del mundo árabe.
"Hay pocos políticos que son valientes para decir 'No' cuando es necesario (...) Chávez estuvo de parte de las causas justas ya sea en América Latina, en nuestra región o en el mundo entero", elogió Al Asad, citando como ejemplos el conflicto palestino, la guerra entre Líbano e Israel en 2006 o la reivindicación siria sobre los Altos del Golán, en manos del Estado hebreo.
Chávez, que condecoró a su huésped con la Orden del Libertador Simón Bolívar por considerarlo "uno de los libertadores del mundo nuevo", instó a avanzar con proyectos concretos en la construcción del "eje entre Caracas y Damasco".
"Estamos llamados a cumplir un papel fundamental en la liberación del mundo contra el imperialismo, contra la hegemonía capitalista y neoliberal que amenaza hoy la supervivencia de la especie humana", insistió el presidente venezolano.
Al Asad consideró que Venezuela es "el corazón" que une a Siria con toda América Latina y explicó que por esta razón eligió Caracas como primera etapa de su gira, que también lo llevará por Cuba, Argentina y Brasil.
"Aspiramos a una relación estratégica con América Latina y queremos que empiece aquí, en Venezuela. Nos une el deseo de libertad y de rechazar imposiciones de fuera a la hora de tomar decisiones", declaró Al Asad.
En sus declaraciones, los dos presidentes coincidieron en la defensa del acuerdo entre Irán, Turquía y Brasil para lograr una solución al programa nuclear de Teherán, que fue rechazado por las grandes potencias y no evitó nuevas sanciones contra aquel país.
Además, los dos líderes no escatimaron críticas contra Israel, al que llamaron "Estado terrorista", y respaldaron la "resistencia de cualquier pueblo a que su tierra sea ocupada", refiriéndose a las reivindicaciones palestinas.
En el ámbito económico, Al Asad celebró que su relación con Venezuela, que comenzó en 2006, se vaya concretando exitosamente.
Este sábado, los dos gobiernos firmaron varios acuerdos de cooperación, entre los que destacan uno para crear una empresa mixta de producción y distribución de aceite de oliva sirio, y otro para intercambiar conocimientos y tecnología para el cultivo y comercio del algodón.
Los dos países acordaron además que su fondo de financiación para proyectos conjuntos tendrá un capital de 100 millones de dólares y confiaron en que pronto se convierta en un banco binacional.
Siria y Venezuela, gran productor de crudo sudamericano, ya tienen un proyecto conjunto para construir una refinería en la región siria de Homs, con una capacidad para procesar 140.000 barriles de crudo diarios.
Según Chávez, Venezuela tendrá al menos el 33% de participación en estas instalaciones y Siria, Irán y tal vez una empresa de Malasia, poseerán el resto.
El presidente no dio detalles sobre el monto de inversiones necesarias ni el origen del petróleo procesado, pero calculó que en 2013 la refinería estará operando.
"Chávez es un símbolo de la resistencia de la revolución sobre la hegemonía del colonialismo y el agravio. Venezuela engendró a un primer gran líder que fue Simón Bolívar (...) y el presidente Chávez no va a ser el último", concluyó Al Asad, quien impuso a su anfitrión la Orden de los Omeyas, la más alta distinción del gobierno sirio.
El domingo, Al Asad se reunirá con la comunidad siria residente en Venezuela, que ronda las 700.000 personas, antes de viajar a Cuba.
"Hay pocos políticos que son valientes para decir 'No' cuando es necesario (...) Chávez estuvo de parte de las causas justas ya sea en América Latina, en nuestra región o en el mundo entero", elogió Al Asad, citando como ejemplos el conflicto palestino, la guerra entre Líbano e Israel en 2006 o la reivindicación siria sobre los Altos del Golán, en manos del Estado hebreo.
Chávez, que condecoró a su huésped con la Orden del Libertador Simón Bolívar por considerarlo "uno de los libertadores del mundo nuevo", instó a avanzar con proyectos concretos en la construcción del "eje entre Caracas y Damasco".
"Estamos llamados a cumplir un papel fundamental en la liberación del mundo contra el imperialismo, contra la hegemonía capitalista y neoliberal que amenaza hoy la supervivencia de la especie humana", insistió el presidente venezolano.
Al Asad consideró que Venezuela es "el corazón" que une a Siria con toda América Latina y explicó que por esta razón eligió Caracas como primera etapa de su gira, que también lo llevará por Cuba, Argentina y Brasil.
"Aspiramos a una relación estratégica con América Latina y queremos que empiece aquí, en Venezuela. Nos une el deseo de libertad y de rechazar imposiciones de fuera a la hora de tomar decisiones", declaró Al Asad.
En sus declaraciones, los dos presidentes coincidieron en la defensa del acuerdo entre Irán, Turquía y Brasil para lograr una solución al programa nuclear de Teherán, que fue rechazado por las grandes potencias y no evitó nuevas sanciones contra aquel país.
Además, los dos líderes no escatimaron críticas contra Israel, al que llamaron "Estado terrorista", y respaldaron la "resistencia de cualquier pueblo a que su tierra sea ocupada", refiriéndose a las reivindicaciones palestinas.
En el ámbito económico, Al Asad celebró que su relación con Venezuela, que comenzó en 2006, se vaya concretando exitosamente.
Este sábado, los dos gobiernos firmaron varios acuerdos de cooperación, entre los que destacan uno para crear una empresa mixta de producción y distribución de aceite de oliva sirio, y otro para intercambiar conocimientos y tecnología para el cultivo y comercio del algodón.
Los dos países acordaron además que su fondo de financiación para proyectos conjuntos tendrá un capital de 100 millones de dólares y confiaron en que pronto se convierta en un banco binacional.
Siria y Venezuela, gran productor de crudo sudamericano, ya tienen un proyecto conjunto para construir una refinería en la región siria de Homs, con una capacidad para procesar 140.000 barriles de crudo diarios.
Según Chávez, Venezuela tendrá al menos el 33% de participación en estas instalaciones y Siria, Irán y tal vez una empresa de Malasia, poseerán el resto.
El presidente no dio detalles sobre el monto de inversiones necesarias ni el origen del petróleo procesado, pero calculó que en 2013 la refinería estará operando.
"Chávez es un símbolo de la resistencia de la revolución sobre la hegemonía del colonialismo y el agravio. Venezuela engendró a un primer gran líder que fue Simón Bolívar (...) y el presidente Chávez no va a ser el último", concluyó Al Asad, quien impuso a su anfitrión la Orden de los Omeyas, la más alta distinción del gobierno sirio.
El domingo, Al Asad se reunirá con la comunidad siria residente en Venezuela, que ronda las 700.000 personas, antes de viajar a Cuba.