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Política
Escena de Las niñas Quispe
Con una fotografía impecable en la que reina la luz natural y con sólo el rumor de las montañas como banda sonora, el filme del realizador chileno narra una historia real, ocurrida en 1974 en el norte de Chile, pocos meses después del fatal golpe militar.
"Este es un relato periférico. La dictadura es sólo el eco que recae sobre ellas", explicó el director, actor y montador, cuyo filme fue seleccionado para la 28 edición de la Semana de la Crítica, la sección a cargo del sindicato de críticos italianos.
El filme cuenta la dura y pobre vida en el altiplano de las tres hermanas Quispe, las cuales sobreviven gracias a un rebaño de cabras y ovejas que atienden en un rincón perdido de su país.
"La historia de las niñas Quispe forma parte del imaginario colectivo de Chile", sostiene Sepúlveda, que contó para la producción y realización de su primer filme de ficción del apoyo de su compatriota Pablo Larraín, quien asistió a la proyección, -- que forma parte del jurado de la sección oficial de la Mostra--, junto con el presidente de la Bienal de Venecia, Paolo Baratta.
La película, protagonizada por Catalina Saavedra y Francisca Gavilán, describe con elegancia y consideración, el drama silencioso de esas tres mujeres, amedrentadas de cara a los cambios, el futuro, los hombres, la enfermedad y que terminan por cumplir un suicidio colectivo.
"Filmé a 3.800 metros de altura, en el mismo lugar donde vivían. Hablé con personas que encontraron sus cuerpos colgados a una roca. Para mí fue un ritual de dignidad. Se dijeron 'o somos esto o no somos'", resumió el realizador, quien se formó en Francia y la escuela de San Antonio de los Baños en Cuba.
"Mi familia se exilió con la dictadura cuando yo tenía apenas un año y vivimos en Europa hasta que nos dejaron volver en 1981. Chile me parecía un país feo, triste y terrible. Un ambiente enrarecido y opresivo en el que nadie estaba seguro si la persona que teníamos enfrente avalaba o rechazaba el terror", contó Sepúlveda al explicar las razones íntimas por las que decidió contar esa leyenda.
La historia de las tres pastoras, Justa (interpretada por una sobrina de las Quispe), Lucía y Luciana, compite también por el León de Oro del Futuro, que se otorga a la mejor ópera prima de todas las secciones oficiales del festival.
"Con la dictadura militar de Augusto Pinochet se instaló en Chile un régimen de terror, que hizo suponer que las tres hermanas habían sido asesinadas por haber ayudado a prófugos a cruzar la frontera con Argentina, pero en realidad las tres hermanas se suicidaron", aclaró.
"Fue una decisión dictada por la dignidad y la grandeza", reiteró.
El cineasta, que se inspira en el cineasta francés Alain Cavalier, considera que "se escucha mejor en la oscuridad y en el silencio", por lo que emplea la cámara en forma delicada, se dedica a los detalles, paisajes y atardeceres, ofreciendo una visión amable de un ambiente natural tan extremo.
"Es un relato de fantasmas que se desarrolla en el espacio abstracto del desierto del altiplano", resumió el cineasta.
Para la actriz Gavilán, que se transforma en una recia mujer de campo, se trató de "una experiencia increíble", por momentos difíciles, debido a las condiciones en que se filmó.
"Este es un relato periférico. La dictadura es sólo el eco que recae sobre ellas", explicó el director, actor y montador, cuyo filme fue seleccionado para la 28 edición de la Semana de la Crítica, la sección a cargo del sindicato de críticos italianos.
El filme cuenta la dura y pobre vida en el altiplano de las tres hermanas Quispe, las cuales sobreviven gracias a un rebaño de cabras y ovejas que atienden en un rincón perdido de su país.
"La historia de las niñas Quispe forma parte del imaginario colectivo de Chile", sostiene Sepúlveda, que contó para la producción y realización de su primer filme de ficción del apoyo de su compatriota Pablo Larraín, quien asistió a la proyección, -- que forma parte del jurado de la sección oficial de la Mostra--, junto con el presidente de la Bienal de Venecia, Paolo Baratta.
La película, protagonizada por Catalina Saavedra y Francisca Gavilán, describe con elegancia y consideración, el drama silencioso de esas tres mujeres, amedrentadas de cara a los cambios, el futuro, los hombres, la enfermedad y que terminan por cumplir un suicidio colectivo.
"Filmé a 3.800 metros de altura, en el mismo lugar donde vivían. Hablé con personas que encontraron sus cuerpos colgados a una roca. Para mí fue un ritual de dignidad. Se dijeron 'o somos esto o no somos'", resumió el realizador, quien se formó en Francia y la escuela de San Antonio de los Baños en Cuba.
"Mi familia se exilió con la dictadura cuando yo tenía apenas un año y vivimos en Europa hasta que nos dejaron volver en 1981. Chile me parecía un país feo, triste y terrible. Un ambiente enrarecido y opresivo en el que nadie estaba seguro si la persona que teníamos enfrente avalaba o rechazaba el terror", contó Sepúlveda al explicar las razones íntimas por las que decidió contar esa leyenda.
La historia de las tres pastoras, Justa (interpretada por una sobrina de las Quispe), Lucía y Luciana, compite también por el León de Oro del Futuro, que se otorga a la mejor ópera prima de todas las secciones oficiales del festival.
"Con la dictadura militar de Augusto Pinochet se instaló en Chile un régimen de terror, que hizo suponer que las tres hermanas habían sido asesinadas por haber ayudado a prófugos a cruzar la frontera con Argentina, pero en realidad las tres hermanas se suicidaron", aclaró.
"Fue una decisión dictada por la dignidad y la grandeza", reiteró.
El cineasta, que se inspira en el cineasta francés Alain Cavalier, considera que "se escucha mejor en la oscuridad y en el silencio", por lo que emplea la cámara en forma delicada, se dedica a los detalles, paisajes y atardeceres, ofreciendo una visión amable de un ambiente natural tan extremo.
"Es un relato de fantasmas que se desarrolla en el espacio abstracto del desierto del altiplano", resumió el cineasta.
Para la actriz Gavilán, que se transforma en una recia mujer de campo, se trató de "una experiencia increíble", por momentos difíciles, debido a las condiciones en que se filmó.
