Con 29 millones de autos vendidos el año pasado, el país es el mayor mercado de vehículos a nivel mundial. La reducción de los aranceles a los fabricantes de coches extranjeros aumenta la competitividad de sus modelos frente a la competencia china.
El anuncio se produce después de que China prometiera reducir las restricciones a la inversión extranjera en las industrias automotriz, aérea y naviera.
Las acciones de automotrices alemanas como Daimler, BMW y Volkswagen subieron hoy impulsadas por el anuncio. "Es una señal fuerte de que China continuará abriéndose", dijo un portavoz de BMW.
Además, Washington y Pekín acordaron ayudar al gigante de telecomunicaciones chino Zhong Xing Telecommunication (ZTE), multado por Estados Unidos por vender ilegalmente tecnología a Irán y Corea del Norte, informó hoy el diario "The Wall Street Journal".
El Gobierno de Pekín ya anunció en abril que los fabricantes internacionales pronto podrán adquirir hasta el 50 por ciento de sus filiales chinas. Ello supone que no estarán obligados a crear empresas conjuntas para participar en el mercado chino del automóvil.
El anuncio de China se considera una muestra más de las distensión desde hace meses en la guerra comercial latente con Estados Unidos.
El mes pasado, Trump impuso aranceles adicionales sobre productos de aluminio y acero, embarcándose en una confrontación con China que hizo temer que se desatase una guerra comercial. Pero ambas partes se mostraron recientemente dispuestas a llegar a un compromiso.
El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, y el viceprimer ministro chino, Liu He, se reunieron la semana pasada en Washington para desactivar el conflicto comercial que se arrastraba desde hace meses con la amenaza mutua de subir los aranceles a las importaciones, una medida que acarreaba un coste de cientos de miles de millones de dólares.
Estados Unidos suspendió la implementación de la subida de aranceles, mientras que China se comprometió a reducir el déficit comercial de Estados Unidos, alentando las importaciones de ese país, sobre todo en agricultura y energía.
El déficit comercial, que según Trump asciende a más de 150.000 millones de dólares anuales, ha sido motivo de disputa desde que el republicano asumió su cargo el año pasado.
El anuncio se produce después de que China prometiera reducir las restricciones a la inversión extranjera en las industrias automotriz, aérea y naviera.
Las acciones de automotrices alemanas como Daimler, BMW y Volkswagen subieron hoy impulsadas por el anuncio. "Es una señal fuerte de que China continuará abriéndose", dijo un portavoz de BMW.
Además, Washington y Pekín acordaron ayudar al gigante de telecomunicaciones chino Zhong Xing Telecommunication (ZTE), multado por Estados Unidos por vender ilegalmente tecnología a Irán y Corea del Norte, informó hoy el diario "The Wall Street Journal".
El Gobierno de Pekín ya anunció en abril que los fabricantes internacionales pronto podrán adquirir hasta el 50 por ciento de sus filiales chinas. Ello supone que no estarán obligados a crear empresas conjuntas para participar en el mercado chino del automóvil.
El anuncio de China se considera una muestra más de las distensión desde hace meses en la guerra comercial latente con Estados Unidos.
El mes pasado, Trump impuso aranceles adicionales sobre productos de aluminio y acero, embarcándose en una confrontación con China que hizo temer que se desatase una guerra comercial. Pero ambas partes se mostraron recientemente dispuestas a llegar a un compromiso.
El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, y el viceprimer ministro chino, Liu He, se reunieron la semana pasada en Washington para desactivar el conflicto comercial que se arrastraba desde hace meses con la amenaza mutua de subir los aranceles a las importaciones, una medida que acarreaba un coste de cientos de miles de millones de dólares.
Estados Unidos suspendió la implementación de la subida de aranceles, mientras que China se comprometió a reducir el déficit comercial de Estados Unidos, alentando las importaciones de ese país, sobre todo en agricultura y energía.
El déficit comercial, que según Trump asciende a más de 150.000 millones de dólares anuales, ha sido motivo de disputa desde que el republicano asumió su cargo el año pasado.