Este viernes un grupo de pistoleros se enfrentó con militares cerca del poblado de Benito Juárez, sobre la autopista que une a Monterrey -tercera ciudad de México- con Reynosa, fronteriza con Estados Unidos.
El enfrentamiento provocó cinco muertos, todos pertenecientes a la banda de pistoleros, según una fuente del servicio médico. El tránsito sobre la autopista fue cerrado, cuatro cuerpos quedaron sobre la vía y uno más en la camioneta en que viajaban los pistoleros.
Esta balacera se produjo menos de 24 horas después que 25 miembros de un grupo de pistoleros murieran al enfrentarse con el Ejército, en una hacienda ubicada entre Monterrey y Ciudad Mier, también fronteriza con Estados Unidos, cercana al poblado de General Treviño.
Los militares han asumido funciones de control en varias zonas del estado de Nuevo León, tras la renuncia en los últimos meses de numerosos policías locales ante el temor generalizado por el creciente poderío del narcotráfico.
El Ejército informó que en este enfrentamiento fueron rescatados tres secuestrados y se incautaron fusiles, municiones y 23 vehículos, dos de los cuales estaban "pintados con las características de los vehículos militares".
El gobierno mexicano ha desplegado desde diciembre de 2006 al Ejército y la marina de guerra en la persecución de los carteles del narcotráfico, a los que se atribuyen más de 28.000 muertos en los últimos tres años, especialmente en los estados del norte del país, fronterizos con Estados Unidos y en los de la costa Pacífica, por donde suelen ingresar los cargamentos de droga proviente de Sudamérica.
En la última semana esa violencia se concentró particularmente en los estados de Nuevo León y su vecino Tamaulipas, en el noroeste de México, tras la matanza de los emigrantes, atribuida al cártel de Los Zetas.
Esta escalada ha incluido cinco atentados con explosivos, entre ellos dos coches bomba contra una sede policial y un canal de televisión en Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, y el asesinato de un alcalde.
El gobierno asegura que detrás de la violencia en Nuevo León y Tamaulipas se encuentra una disputa entre Los Zetas y el cártel del Golfo.
Los Zetas, banda conformada por ex militares que en los años noventa se unieron como pistoleros al cártel del Golfo, están enfrentados desde febrero con sus antiguos jefes por el control de rutas para llevar drogas hacia Estados Unidos, según el gobierno.
La violencia creciente es una expresión de "una guerra cada vez más cruenta entre los grupos del crimen organizado en su disputa por territorios, mercados y por rutas" que vive México, admitió el presidente Felipe Calderón.
El mandatario, al presentar su cuarto informe anual de gobierno el jueves, consideró también que la violencia es la expresión de la "desesperación" del crimen organizado y reivindicó la captura de 125 capos o sus lugartenientes durante su gobierno, que empezó en diciembre de 2006.
El enfrentamiento provocó cinco muertos, todos pertenecientes a la banda de pistoleros, según una fuente del servicio médico. El tránsito sobre la autopista fue cerrado, cuatro cuerpos quedaron sobre la vía y uno más en la camioneta en que viajaban los pistoleros.
Esta balacera se produjo menos de 24 horas después que 25 miembros de un grupo de pistoleros murieran al enfrentarse con el Ejército, en una hacienda ubicada entre Monterrey y Ciudad Mier, también fronteriza con Estados Unidos, cercana al poblado de General Treviño.
Los militares han asumido funciones de control en varias zonas del estado de Nuevo León, tras la renuncia en los últimos meses de numerosos policías locales ante el temor generalizado por el creciente poderío del narcotráfico.
El Ejército informó que en este enfrentamiento fueron rescatados tres secuestrados y se incautaron fusiles, municiones y 23 vehículos, dos de los cuales estaban "pintados con las características de los vehículos militares".
El gobierno mexicano ha desplegado desde diciembre de 2006 al Ejército y la marina de guerra en la persecución de los carteles del narcotráfico, a los que se atribuyen más de 28.000 muertos en los últimos tres años, especialmente en los estados del norte del país, fronterizos con Estados Unidos y en los de la costa Pacífica, por donde suelen ingresar los cargamentos de droga proviente de Sudamérica.
En la última semana esa violencia se concentró particularmente en los estados de Nuevo León y su vecino Tamaulipas, en el noroeste de México, tras la matanza de los emigrantes, atribuida al cártel de Los Zetas.
Esta escalada ha incluido cinco atentados con explosivos, entre ellos dos coches bomba contra una sede policial y un canal de televisión en Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, y el asesinato de un alcalde.
El gobierno asegura que detrás de la violencia en Nuevo León y Tamaulipas se encuentra una disputa entre Los Zetas y el cártel del Golfo.
Los Zetas, banda conformada por ex militares que en los años noventa se unieron como pistoleros al cártel del Golfo, están enfrentados desde febrero con sus antiguos jefes por el control de rutas para llevar drogas hacia Estados Unidos, según el gobierno.
La violencia creciente es una expresión de "una guerra cada vez más cruenta entre los grupos del crimen organizado en su disputa por territorios, mercados y por rutas" que vive México, admitió el presidente Felipe Calderón.
El mandatario, al presentar su cuarto informe anual de gobierno el jueves, consideró también que la violencia es la expresión de la "desesperación" del crimen organizado y reivindicó la captura de 125 capos o sus lugartenientes durante su gobierno, que empezó en diciembre de 2006.