La mayoría murió en la provincia de Alepo (norte), donde los insurgentes libran combates encarnizados contra el ejército sirio, apoyado por el Hezbolá libanés y los combatientes iraquíes.
Las tropas del régimen llevan a cabo una ofensiva desde hace casi tres semanas en la provincia de Alepo para intentar tomar el control de los bastiones de los insurgentes, sobre todo al este de la segunda ciudad del país.
En esta ciudad, Yusef al Abas, alias Abú al Tayeb, un comandante de uno de los principales grupos rebeldes, Liwa al Tawhid, murió en un ataque aéreo.
Tras su muerte, el Liwa al Tawhid detuvo a 30 personas acusadas de ser "informadores" al servicio del régimen.
Además, dos jefes de batallones rebeldes perdieron la vida en combates contra las tropas gubernamentales cerca del aeropuerto internacional de Alepo.
En la provincia de la excapital económica de Siria, un coronel desertor y un jefe de una brigada rebelde murieron en combates contra el ejército en la localidad de Maarat al Artiq.
Más al sur, en la provincia de Homs, el jefe de un batallón rebelde falleció en combates cerca de Mahin, donde el ejército progresó bastante para intentar recuperar parte de un importante depósito de armas tomado por los insurgentes.