Una carta obtenida por la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU) muestra que a la Comisión del 11-S no se le otorgó el permiso para interrogar a sospechosos de terrorismo e incluso se le pidió que desistiera de esa idea. La Administración Bush dijo que si continuaba con tales peticiones, la Comisión “cruzaría una línea roja” y “obstruiría los esfuerzos de la Administración norteamericana para proteger la nación.”
Citando la necesidad de “salvaguardar la seguridad nacional, incluyendo la protección de los norteamericanos frente a futuros ataques terroristas,” los responsables gubernamentales pidieron a la Comisión que no hiciera ulteriores intentos de llevar a cabo una investigación más profunda sobre los atentados del 11-S.
“Como responsables de las funciones de aplicación de la ley, defensa e inteligencia del gobierno, pedimos a su Comisión que no lleve más allá sus peticiones para interrogar a los detenidos,” dijo la carta.
La advertencia, fechada el 6 de enero de 2004, fue firmada por el antiguo Fiscal General John Ashcroft, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld y el director de la CIA George Tenet.
La Comisión del 11-S fue creada en noviembre de 2002 para preparar un informe sobre las circunstancias que rodearon los ataques, sobre los que pesa una seria sombra de sospecha de una implicación de círculos estadounidenses, que los necesitaban para iniciar sus guerras con fines económicos y estratégicos en Afganistán e Iraq.
Esta revelación se produce en un momento en que una reciente encuesta mostró que al menos una cuarta parte de los adultos norteamericanos creen que los ataques fueron un montaje interno.
Citando la necesidad de “salvaguardar la seguridad nacional, incluyendo la protección de los norteamericanos frente a futuros ataques terroristas,” los responsables gubernamentales pidieron a la Comisión que no hiciera ulteriores intentos de llevar a cabo una investigación más profunda sobre los atentados del 11-S.
“Como responsables de las funciones de aplicación de la ley, defensa e inteligencia del gobierno, pedimos a su Comisión que no lleve más allá sus peticiones para interrogar a los detenidos,” dijo la carta.
La advertencia, fechada el 6 de enero de 2004, fue firmada por el antiguo Fiscal General John Ashcroft, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld y el director de la CIA George Tenet.
La Comisión del 11-S fue creada en noviembre de 2002 para preparar un informe sobre las circunstancias que rodearon los ataques, sobre los que pesa una seria sombra de sospecha de una implicación de círculos estadounidenses, que los necesitaban para iniciar sus guerras con fines económicos y estratégicos en Afganistán e Iraq.
Esta revelación se produce en un momento en que una reciente encuesta mostró que al menos una cuarta parte de los adultos norteamericanos creen que los ataques fueron un montaje interno.