GINEBRA, 21 abr (Xinhua) -- La declaración fue aprobada sin debate por más de 100 delegaciones nacionales que participan en la Conferencia de Análisis de Durban, una reunión de seguimiento de la Conferencia Mundial Contra el Racismo 2001, sostenida en Durban, Sudáfrica. El documento de 16 páginas reiteró la Declaración y el Programa de Acción de Durban (DPAD), como fue adoptado en Durban en 2001.
También reiteró el compromiso de prevenir, combatir y erradicar el racismo, la discriminación racial, la xeonofobia y la intolerancia relacionada, lo cual fue una base para sostener el encuentro de 2001.
En el documento se subraya la necesidad de abordar con mayor determinación y voluntad política todas las formas y manifestaciones de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia relacionada, en todas las esferas de la vida y en todas partes del mundo, incluidas las que estén bajo ocupación extranjera.
Los estados deben castigar las actividades violentas, racistas y xenófobas de grupos que se basen en ideologías neonazis, neofascistas y en otras ideologías nacionalistas violentas, dice la declaración.
El Holocausto nunca debe olvidarse y en este contexto urgió a los estados miembros de la ONU a que apliquen las resoluciones correspondientes de la Asamblea General, agrega.
También pide a los estados que garanticen que cualquier medida emprendida en el combate del terrorismo sea aplicada respetando completamente todos los derechos humanos, en particular el principio de no discriminación.
Amos Wako de Kenia, quien presidió la reunión, calificó a la adopción de la declaración como un "resultado histórico". Eso "muestra que se puede seguir comprometido constructivamente y alcanzar consenso", agregó.
También reiteró el compromiso de prevenir, combatir y erradicar el racismo, la discriminación racial, la xeonofobia y la intolerancia relacionada, lo cual fue una base para sostener el encuentro de 2001.
En el documento se subraya la necesidad de abordar con mayor determinación y voluntad política todas las formas y manifestaciones de racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia relacionada, en todas las esferas de la vida y en todas partes del mundo, incluidas las que estén bajo ocupación extranjera.
Los estados deben castigar las actividades violentas, racistas y xenófobas de grupos que se basen en ideologías neonazis, neofascistas y en otras ideologías nacionalistas violentas, dice la declaración.
El Holocausto nunca debe olvidarse y en este contexto urgió a los estados miembros de la ONU a que apliquen las resoluciones correspondientes de la Asamblea General, agrega.
También pide a los estados que garanticen que cualquier medida emprendida en el combate del terrorismo sea aplicada respetando completamente todos los derechos humanos, en particular el principio de no discriminación.
Amos Wako de Kenia, quien presidió la reunión, calificó a la adopción de la declaración como un "resultado histórico". Eso "muestra que se puede seguir comprometido constructivamente y alcanzar consenso", agregó.