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Política
Algunos tratan de negar a todo trance las raíces hispánicas y despotricar contra lo que tenga sabor español, así hablen en castellano, sientan como españoles americanos y pertenezcan culturalmente al mundo hispano y religioso occidental.
En un encuentro de “historiadores” se clama para que por decreto oficial se condene a España por los excesos de los navegantes, viajeros, exploradores, misioneros, descubridores, conquistadores y colonizadores en la aventura de integrar el Nuevo Mundo a la órbita occidental. Propuesta extemporánea verdaderamente insólita. Otro salió con la ridiculez de nacionalizar las inversiones españolas en Colombia, dizque para resarcirnos de las depredaciones de sus guerreros en los tiempos primigenios del Almirante Cristóbal Colón...
Esa actitud revanchista y atolondrada de ver el pasado olvida que las tribus primigenias en está región tropical vivían en guerra permanente y los imperios que se levantan entre esos pueblos fueron la expresión de sucesivos combates militares. Enfrentamientos ininterrumpidos.
Casi todas las fronteras en el mundo han sido trazadas por la espada o el uso de la fuerza, pues durante siglos las generaciones sucesivas han padecido la guerra.
El destino del hombre sobre la Tierra es trágico. Decía San Agustín: “la vida es milicia sobre la Tierra”. Así que ni los españoles inventaron la guerra ni nuestros aborígenes.
En Europa donde se han sufrido guerras de siglos, siendo España ocupada militar y culturalmente por los árabes durante ochocientos años, por los romanos y otras razas, a nadie se le ocurre recordar las fechas decisivas insultando la memoria colectiva que es como escupir contra la luna.
La gran mayoría de los conquistadores, mezclados en algunos casos con nativas, se quedan a vivir aquí, establecen sus hogares y dejaron su suelo de origen en el Viejo Mundo.
En un encuentro de “historiadores” se clama para que por decreto oficial se condene a España por los excesos de los navegantes, viajeros, exploradores, misioneros, descubridores, conquistadores y colonizadores en la aventura de integrar el Nuevo Mundo a la órbita occidental. Propuesta extemporánea verdaderamente insólita. Otro salió con la ridiculez de nacionalizar las inversiones españolas en Colombia, dizque para resarcirnos de las depredaciones de sus guerreros en los tiempos primigenios del Almirante Cristóbal Colón...
Esa actitud revanchista y atolondrada de ver el pasado olvida que las tribus primigenias en está región tropical vivían en guerra permanente y los imperios que se levantan entre esos pueblos fueron la expresión de sucesivos combates militares. Enfrentamientos ininterrumpidos.
Casi todas las fronteras en el mundo han sido trazadas por la espada o el uso de la fuerza, pues durante siglos las generaciones sucesivas han padecido la guerra.
El destino del hombre sobre la Tierra es trágico. Decía San Agustín: “la vida es milicia sobre la Tierra”. Así que ni los españoles inventaron la guerra ni nuestros aborígenes.
En Europa donde se han sufrido guerras de siglos, siendo España ocupada militar y culturalmente por los árabes durante ochocientos años, por los romanos y otras razas, a nadie se le ocurre recordar las fechas decisivas insultando la memoria colectiva que es como escupir contra la luna.
La gran mayoría de los conquistadores, mezclados en algunos casos con nativas, se quedan a vivir aquí, establecen sus hogares y dejaron su suelo de origen en el Viejo Mundo.
