"Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen los mismos derechos y los mismos deberes. Son iguales ante la ley, sin ningún tipo de discriminación", señala el artículo 20 del proyecto de Constitución, aprobado por 159 de los 169 legisladores votantes.
Esta formulación es el producto de un compromiso negociado entre los islamistas de Annahda, mayoritarios en la Asamblea Constituyente, y la oposición laica.
Annahda provocó un escándalo a mediados de 2012 al anunciar que quería introducir el concepto de "complementariedad" hombre-mujer en la Constitución. Ante la indignación que provocó este anuncio, el partido islamista terminó por renunciar a ese proyecto.
No obstante, este artículo ha sido criticado por organizaciones de defensa de los derechos humanos, como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, que piden que la igualdad entre hombres y mujeres sea efectiva, y consideran que la formulación sobre los ciudadanos es muy reductora.
Estas organizaciones habían llamado en un comunicado el viernes a "hacer efectivos los principios de igualdad y de no discriminación ante la ley y aplicarlas a toda persona dependiente de la jurisdicción nacional tunecina, tanto los ciudadanos como los extranjeros".
"La Constitución debería precisar que los hombres y las mujeres son iguales y tienen derecho a plena igualdad en derecho y en los hechos", destacaron el viernes.
"El artículo 20 debería precisar que la discriminación, directa e indirecta, está prohibida por motivos de raza, color, sexo, lengua, religión, opinión política u otra, de origen nacional o social, de propiedad, de nacimiento o cualquier otra situación", añadieron.
La Asamblea Constituyente todavía tiene que examinar el artículo 45, sobre la protección por el Estado de los derechos de la mujer y "la igualdad de oportunidades entre la mujer y el hombre".
Aunque no ha consagrado la igualdad de los sexos, desde 1956 Túnez es el país árabe que reconoce más derechos a las mujeres. Sin embargo, el hombre sigue teniendo privilegios, sobre todo respecto a la herencia.
"Nosotros queremos agregar precisiones para que la prohibición de la discriminación se refiera a los sexos y al color de la piel. Pero está muy bien que se adopte la igualdad", dijo a la AFP Ahlem Belhaj, ex presidenta de la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas.
"Es nuestra reivindicación y es una victoria", agregó.
No se abolirá la pena de muerte
La Asamblea Constituyente tunecina examina desde el lunes el capítulo "derechos y libertades" del proyecto de Constitución.
Ya aprobó el artículo 21 que dispone que "el derecho a la vida es sagrado. Nadie puede atentar contra él, salvo en los casos extremos fijados por la ley".
Este compromiso fue criticado porque no instaura la abolición de la pena de muerte. Por otra parte, se rechazó una enmienda en ese sentido, aunque desde principios de los años 1990 no se ha llevado a cabo ninguna ejecución.
La Asamblea Constituyente también examinará diversos artículos que garantizan las libertades de expresión y de opinión, textos de gran importancia simbólica en este país que vivió cinco décadas de dictadura hasta la revolución de enero de 2011.
La votación de la Constitución, que comenzó el viernes pasado, ha sido muy caótica y fue interrumpida por disputas y polémicas. Después del examen artículo por artículo que tiene lugar actualmente, el texto completo debe obtener los votos de los dos tercios de los legisladores para evitar un referéndum.
Los políticos se comprometieron a adoptar la Constitución antes del 14 de enero, el tercer aniversario de la revolución que marcó el comienzo de la Primavera Árabe.