Soldados egipcios intentan separar a partidarios y contrarios a Mubarak.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este jueves que reza por el fin de la violencia y por "días mejores" para Egipto, donde desde hace 10 días hay una revuelta contra el régimen de Mubarak que solo en la primera semana dejó más de 300 muertos.
Durante un "desayuno de oración" anual que reúne a los legisladores en Washington, Obama dijo "pensar en la violencia a la que asistimos en este momento en Medio Oriente".
"Oramos por que la violencia en Egipto se detenga, que los derechos y las aspiraciones de los egipcios se realicen, y que días mejores lleguen a Egipto y al mundo entero", precisó el presidente estadounidense, dos días después de haber exhortado a Mubarak -quien anunció que no se presentará a una reelección en septiembre- a comenzar de inmediato con la transición.
El Departamento de Estado, por su lado, siguió este jueves mostrando su inquietud por las trabas a la prensa que cubre las manifestaciones contra Mubarak, de 82 años y en el poder desde 1981.
"Hay una campaña concertada para intimidar a los periodistas extranjeros en El Cairo, e interferir en su trabajo. Condenamos esos actos", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en su cuenta de Twitter.
La Casa Blanca abundó en ese sentido, al decir que el ataque a periodistas es "totalmente inaceptable".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo el jueves en Londres que está "preocupado por la violencia creciente" en Egipto, y consideró que la transición debe "comenzar ahora".
"La violencia contra los manifestantes totalmente pacíficos es completamente inaceptable", añadió.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que está siguendo los acontecimientos en Egipto, donde la bolsa lleva cerrada cuatro días, y cuya nota de deuda soberana fue degradada por las agencias de calificación financiera.
"Aún no sabemos cómo evolucionará la situación económica, porque no está claro lo que pasará con la situación política", dijo la vocera Caroline Atkinson.
Atkinson agregó que, cuando llegue el momento propicio, el FMI "puede ofrecer consejo económico" a Egipto, donde, ante las protestas masivas, buena parte del comercio en el centro de El Cairo ha cerrado, y tanto compañías nacionales como extranjeras han suspendido sus operaciones para proteger a su personal.
Por su lado, Francia, Alemania, Gran Bretaña, España e Italia reclamaron el jueves a Egipto una "rápida y ordenada transición" y condenaron a quienes "usan o alientan la violencia".
"Sólo una transición rápida y ordenada hacia un gobierno de amplia representación permitirá superar los desafíos que Egipto enfrenta hoy en día", afirman los jefes de Estado o de Gobierno de esos cinco países en una declaración conjunta difundida en París por la presidencia francesa.
"Ese proceso de transición debe comenzar a partir de ahora", afirma el texto firmado por Nicolas Sarkozy, Angela Merkel, David Cameron, José Luis Rodríguez Zapatero y Silvio Berlusconi.
Más tarde, Merkel y el jefe de gobierno español, Rodríguez Zapatero, reiteraron en Madrid su llamado a una transición pacífica a la democracia "cuanto antes" en Egipto.
Por su lado, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, la británica Catherine Ashton, exhortó al gobierno egipcio a juzgar a los responsables de los enfrentamientos entre manifestantes a favor y en contra del presidente Hosni Mubarak en El Cairo.
"Los responsables de las vidas perdidas y las heridas causadas tienen que rendir cuentas de lo que hicieron ante la justicia", indicó.
Los enfrentamientos por el control de la Plaza Tahrir que empezaron el miércoles por la tarde entre simpatizantes y detractores de Mubarak se saldaron con cinco muertos y 836 heridos, según el ministerio de Salud. Fuentes médicas y testigos consultados por la AFP elevan ese balance a ocho.
Durante un "desayuno de oración" anual que reúne a los legisladores en Washington, Obama dijo "pensar en la violencia a la que asistimos en este momento en Medio Oriente".
"Oramos por que la violencia en Egipto se detenga, que los derechos y las aspiraciones de los egipcios se realicen, y que días mejores lleguen a Egipto y al mundo entero", precisó el presidente estadounidense, dos días después de haber exhortado a Mubarak -quien anunció que no se presentará a una reelección en septiembre- a comenzar de inmediato con la transición.
El Departamento de Estado, por su lado, siguió este jueves mostrando su inquietud por las trabas a la prensa que cubre las manifestaciones contra Mubarak, de 82 años y en el poder desde 1981.
"Hay una campaña concertada para intimidar a los periodistas extranjeros en El Cairo, e interferir en su trabajo. Condenamos esos actos", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en su cuenta de Twitter.
La Casa Blanca abundó en ese sentido, al decir que el ataque a periodistas es "totalmente inaceptable".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo el jueves en Londres que está "preocupado por la violencia creciente" en Egipto, y consideró que la transición debe "comenzar ahora".
"La violencia contra los manifestantes totalmente pacíficos es completamente inaceptable", añadió.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que está siguendo los acontecimientos en Egipto, donde la bolsa lleva cerrada cuatro días, y cuya nota de deuda soberana fue degradada por las agencias de calificación financiera.
"Aún no sabemos cómo evolucionará la situación económica, porque no está claro lo que pasará con la situación política", dijo la vocera Caroline Atkinson.
Atkinson agregó que, cuando llegue el momento propicio, el FMI "puede ofrecer consejo económico" a Egipto, donde, ante las protestas masivas, buena parte del comercio en el centro de El Cairo ha cerrado, y tanto compañías nacionales como extranjeras han suspendido sus operaciones para proteger a su personal.
Por su lado, Francia, Alemania, Gran Bretaña, España e Italia reclamaron el jueves a Egipto una "rápida y ordenada transición" y condenaron a quienes "usan o alientan la violencia".
"Sólo una transición rápida y ordenada hacia un gobierno de amplia representación permitirá superar los desafíos que Egipto enfrenta hoy en día", afirman los jefes de Estado o de Gobierno de esos cinco países en una declaración conjunta difundida en París por la presidencia francesa.
"Ese proceso de transición debe comenzar a partir de ahora", afirma el texto firmado por Nicolas Sarkozy, Angela Merkel, David Cameron, José Luis Rodríguez Zapatero y Silvio Berlusconi.
Más tarde, Merkel y el jefe de gobierno español, Rodríguez Zapatero, reiteraron en Madrid su llamado a una transición pacífica a la democracia "cuanto antes" en Egipto.
Por su lado, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, la británica Catherine Ashton, exhortó al gobierno egipcio a juzgar a los responsables de los enfrentamientos entre manifestantes a favor y en contra del presidente Hosni Mubarak en El Cairo.
"Los responsables de las vidas perdidas y las heridas causadas tienen que rendir cuentas de lo que hicieron ante la justicia", indicó.
Los enfrentamientos por el control de la Plaza Tahrir que empezaron el miércoles por la tarde entre simpatizantes y detractores de Mubarak se saldaron con cinco muertos y 836 heridos, según el ministerio de Salud. Fuentes médicas y testigos consultados por la AFP elevan ese balance a ocho.