La idea se ha conocido después de que el Comité Asesor Internacional del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO, a propuesta del Ministerio de Cultura, hubiera acordado incluir las Capitulaciones del Almirante don Cristóbal Colón (1492) -conocidas popularmente como Capitulaciones de Santa Fe-, junto a otros 32 documentos y archivos dentro del registro Memoria del Mundo a principios de agosto. En las Capitulaciones de Santa Fe se establecieron las condiciones del viaje en el que Cristóbal Colón llegó a América.
"Previsiblemente el siguiente documento a presentar ante la UNESCO sería el Archivo de Represión a la Masonería y al Comunismo, que se halla en el Centro Documental de la Memoria en Salamanca", explicó Blanco. Compuesto aproximadamente por tres millones y medio de fichas "ejemplarizantes de cómo se tortura", el Archivo ofrece informaciones recogidas "a partir de la Guerra Civil y sobre todo, con más fuerza, 1939", según detalló el director de Archivos.
"Queremos que sea parte del programa Memoria del Mundo, igual que fue el juicio de Nelson Mandela. Se trata de un símbolo y un modelo de cómo se reprime, cómo se tortura, cómo se persigue o cómo se limitan las libertades a niveles extremos", matizó Blanco, añadiendo que "la vida es la máxima pérdida en un régimen dictatorial".
España e Italia
Con estas acciones, el objetivo de la Dirección General de Archivos es "divulgar internacionalmente y nacionalmente el conocimiento y el valor documental que existe en España" puesto que "entre los científicos ya lo tienen", añadió Blanco. Según Blanco, España, "junto con Italia o incluso más que ella" son "potencias mundiales de documentación archivística de memoria". "Estamos hablando de miles de archivos públicos y privados. Es más que nuestra historia porque cuando decimos 'nuestra historia' hablamos de España y los archivos españoles son la historia del mundo", puntualizó, poniendo como ejemplo la Historia de América, la de la Europa de los Austrias o la del Mediterráneo.
Además de las Capitulaciones de Santa Fe (cuyo documento original se halla en el Archivo de la Corona de Aragón, en Barcelona), otro documento histórico español forma parte del registro Memoria del Mundo de la UNESCO: el Tratado de Tordesillas, incluido en el programa hace dos años a través de un acuerdo bilateral con Portugal.
"Previsiblemente el siguiente documento a presentar ante la UNESCO sería el Archivo de Represión a la Masonería y al Comunismo, que se halla en el Centro Documental de la Memoria en Salamanca", explicó Blanco. Compuesto aproximadamente por tres millones y medio de fichas "ejemplarizantes de cómo se tortura", el Archivo ofrece informaciones recogidas "a partir de la Guerra Civil y sobre todo, con más fuerza, 1939", según detalló el director de Archivos.
"Queremos que sea parte del programa Memoria del Mundo, igual que fue el juicio de Nelson Mandela. Se trata de un símbolo y un modelo de cómo se reprime, cómo se tortura, cómo se persigue o cómo se limitan las libertades a niveles extremos", matizó Blanco, añadiendo que "la vida es la máxima pérdida en un régimen dictatorial".
España e Italia
Con estas acciones, el objetivo de la Dirección General de Archivos es "divulgar internacionalmente y nacionalmente el conocimiento y el valor documental que existe en España" puesto que "entre los científicos ya lo tienen", añadió Blanco. Según Blanco, España, "junto con Italia o incluso más que ella" son "potencias mundiales de documentación archivística de memoria". "Estamos hablando de miles de archivos públicos y privados. Es más que nuestra historia porque cuando decimos 'nuestra historia' hablamos de España y los archivos españoles son la historia del mundo", puntualizó, poniendo como ejemplo la Historia de América, la de la Europa de los Austrias o la del Mediterráneo.
Además de las Capitulaciones de Santa Fe (cuyo documento original se halla en el Archivo de la Corona de Aragón, en Barcelona), otro documento histórico español forma parte del registro Memoria del Mundo de la UNESCO: el Tratado de Tordesillas, incluido en el programa hace dos años a través de un acuerdo bilateral con Portugal.