Siria participará en Ginebra 2 partiendo de la base del derecho exclusivo del pueblo sirio a decidir su futuro político, a elegir a sus dirigentes y rechazando cualquier forma de intervención exterior", declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Walid Mualem, citado por la agencia de noticias oficial Sana.
"El diálogo se hará entre sirios", insistió durante su reunión con el emisario especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Al Ajdar Brahimi.
Mualem también denunció la declaración del 22 de octubre del grupo de "Amigos de Siria", que reúne a los países que apoyan a la oposición, en la que se afirma que Asad no tendrá "ningún papel" en el futuro del gobierno sirio.
Por su parte, Brahimi afirmó que se encuentra en Damasco para preparar "una conferencia para el diálogo entre los bandos sirios" y añadió que "solo los sirios decidirán el futuro de Siria".
El emisario, que se encuentra de gira regional, regresó por primera vez desde diciembre de 2012 a Siria tras 10 meses de ausencia por un desacuerdo con Asad.
Brahimi subrayó el carácter sirio de la conferencia un día después de la publicación de una entrevista en la página web Jeune Afrique que pudo sentar mal al régimen dada la intención de Asad de presentarse a las elecciones presidenciales de 2014.
"Lo que nos enseña la historia es que, tras una crisis como ésta, no se puede dar marcha atrás. El presidente Asad puede por tanto contribuir a la transición entre la Siria de antes, que es la de su padre [el anterior presidente Hafez al Asad] y la suya, que yo llamo la nueva República de Siria", afirmó.
A falta de un acuerdo político, "lo que amenaza a Siria (...) es una especie de 'somalización', más duradera y aún más profunda que la que vimos en Somalia", añadió.
Tras las declaraciones de Brahimi de este martes, la Coalición Nacional de Oposición siria insistió en que "el problema real es el régimen de Asad y no puede formar parte de la solución".
El régimen busca "hacer perdurar el conflicto (...) para mantener indefinidamente (su) poder", denunció y pidió a todas las partes, incluido Brahimi, "presionar al régimen" para "obligarle a aceptar las demandas del pueblo sirio".
Este martes, Asad destituyó al vice primer ministro Qadri Jamil que llevó a cabo "actividades y reuniones fuera del país sin coordinación con el gobierno", informó la agencia Sana.
Según una fuente política siria, Jamil se reunió el sábado con el embajador estadounidense Robert Ford encargado del caso sirio, a quien le pidió formar parte de la delegación de la oposición en Ginebra 2.
Ford rechazó la idea, alegando que es difícil estar en el gobierno y la oposición al mismo tiempo.
La composición de la delegación opositora para esta conferencia, impulsada por Estados Unidos y Rusia, es un rompecabezas por las divergencias internas y las amenazas de grupos armados contra quienes participen en ella.
De hecho, sobre el terreno la oposición cada vez está más atomizada.
En la provincia de Hasake (noroeste), combatientes kurdos se apoderaron de tres pueblos en manos de los yihadistas del Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL) y del Frente al Nosra y obligaron a un jefe de un batallón del Ejército Sirio Libre (ESL) a entregarse con todas sus armas, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los kurdos desean instaurar una zona autónoma como la de los kurdos de Irak.
Los yihadistas, por su parte, combaten a la vez contra el régimen sirio, contra otros rebeldes y contra los kurdos para imponer su poder en el norte y el este del país.