La declaración firmada en Buenos Aires reedita la fórmula del 'paraguas' que impulsó el expresidente Carlos Menem (1989-1999) para avanzar en cuestiones estratégicas, como vía diplomática para abrir una negociación por soberanía que nunca se logró.
En diálogo con la AFP el politólogo Rosendo Fraga consideró que el acuerdo es una vuelta atrás a aquella política, aunque en una perspectiva más amplia represente "la reinserción internacional y el restablecimiento de relaciones con países del mundo desarrollado que el kirchnerismo había desatendido".
Ambos países fueron a una guerra en 1982 por las islas del Atlántico Sur que terminó con la rendición de las tropas del gobierno dictatorial argentino y la muerte de 255 soldados británicos y 649 argentinos. El tema Malvinas es un asunto sensible en la sociedad argentina.
La diplomacia del 'paraguas' dio un vuelco desde 2003 con los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Kirchner (2007-2015), cuando las relaciones diplomáticas atravesaron su peor momento desde la guerra.
Buenos Aires busca ahora curar las heridas diplomáticas que dejaron 12 años de kirchnerismo en los que hubo enérgicos reclamos por Malvinas que recibieron el respaldo de la comunidad internacional, pero que tampoco lograron abrir negociaciones por soberanía.
Los críticos del paso diplomático de Macri objetan que Argentina haya pasado por alto expresar su reclamo de soberanía, lo que ven como una peligrosa señal de debilidad.
La declaración tampoco incluye protesta alguna por la existencia de una base militar británica, instalada allí por Londres haciendo caso omiso de una resolución de Naciones Unidas que prohíbe acciones inconsultas.
"Hablar de Defensa con el Reino Unido y olvidar que a 400 km de nuestra costa tenemos la base más importante al sur del paralelo 50-sur es gravísimo y genera un precedente diplomático enorme", dijo a la AFP Daniel Filmus, exsecretario de Asuntos Relativos a Malvinas durante el kirchnerismo.
La omisión "va en contra de toda la historia de la diplomacia argentina y de las resoluciones internacionales que condenan permanentemente ese avance" del Reino Unido en el Atlántico Sur, remarcó.
El acuerdo firmado el martes por la canciller argentina Susana Malcorra y el vicecanciller británico Alan Duncan en el marco del Foro de Inversiones y Negocios de Buenos Aires, implica "adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas".
Ello incluye "comercio, pesca, navegación e hidrocarburos".
En 2015 Argentina impulsó multas y embargos contra cinco petroleras extranjeras que exploraban hidrocarburos en torno a las islas sin contar con la autorización de Buenos Aires. También impulsó causas penales contra sus directivos.
Filmus advirtió que si "remover los obstáculos" implica dejar sin efecto esas medidas "el acuerdo es totalmente nulo".
Recordó una ley de 2013 que establece que toda actividad que se realice sobre la plataforma continental argentina debe contar con autorización previa del gobierno.
"Para nosotros las Malvinas son tan argentinas como el Obelisco", indicó.
"El memorándum tiene un alcance y significado político similar al del acuerdo bilateral alcanzado en octubre de 1989, implica retomar la política iniciada entonces", dijo Fraga.
Ahora "como entonces se deja a un lado la discusión de la soberanía y se acuerda promover la cooperación en todos los campos", señaló.
Otro de los puntos de la declaración es sumar otro vuelo semanal al que tienen las islas desde Chile a través de la aerolínea Latam y que una vez al mes hace escala en la ciudad austral argentina de Río Gallegos.
Filmus lo vio como positivo aunque objetó que la declaración hable de "terceros países".
"El vuelo de Latam cuenta con autorización de Argentina como vuelo de cabotaje (doméstico); hablar de terceros países puede ser un reconocimiento implícito de que esa tierra (Malvinas) no es nuestra", dijo.
También apoyó los avances para la identificación de los soldados argentinos sepultados anónimamente en el cementerio de Darwin, un viejo anhelo de las familias de los caídos, proceso que ratifica la declaración.
El presidente del bloque de diputados nacionales del opositor FPV-PJ (peronismo), Héctor Recalde, reclamó que Malcorra explique en el Congreso "el alcance del acuerdo" que califica "un enorme retroceso".
Londres nunca aceptó abrir el diálogo por soberanía, desoyendo resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas que le instan a hacerlo.
Macri, que asumió en diciembre, había anunciado una nueva política de acercamiento al Reino Unido, aunque dos meses atrás reafirmó que el reclamo por soberanía "no va a cambiar".
En diálogo con la AFP el politólogo Rosendo Fraga consideró que el acuerdo es una vuelta atrás a aquella política, aunque en una perspectiva más amplia represente "la reinserción internacional y el restablecimiento de relaciones con países del mundo desarrollado que el kirchnerismo había desatendido".
Ambos países fueron a una guerra en 1982 por las islas del Atlántico Sur que terminó con la rendición de las tropas del gobierno dictatorial argentino y la muerte de 255 soldados británicos y 649 argentinos. El tema Malvinas es un asunto sensible en la sociedad argentina.
La diplomacia del 'paraguas' dio un vuelco desde 2003 con los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Kirchner (2007-2015), cuando las relaciones diplomáticas atravesaron su peor momento desde la guerra.
Buenos Aires busca ahora curar las heridas diplomáticas que dejaron 12 años de kirchnerismo en los que hubo enérgicos reclamos por Malvinas que recibieron el respaldo de la comunidad internacional, pero que tampoco lograron abrir negociaciones por soberanía.
- Sin chistar -
Los críticos del paso diplomático de Macri objetan que Argentina haya pasado por alto expresar su reclamo de soberanía, lo que ven como una peligrosa señal de debilidad.
La declaración tampoco incluye protesta alguna por la existencia de una base militar británica, instalada allí por Londres haciendo caso omiso de una resolución de Naciones Unidas que prohíbe acciones inconsultas.
"Hablar de Defensa con el Reino Unido y olvidar que a 400 km de nuestra costa tenemos la base más importante al sur del paralelo 50-sur es gravísimo y genera un precedente diplomático enorme", dijo a la AFP Daniel Filmus, exsecretario de Asuntos Relativos a Malvinas durante el kirchnerismo.
La omisión "va en contra de toda la historia de la diplomacia argentina y de las resoluciones internacionales que condenan permanentemente ese avance" del Reino Unido en el Atlántico Sur, remarcó.
El acuerdo firmado el martes por la canciller argentina Susana Malcorra y el vicecanciller británico Alan Duncan en el marco del Foro de Inversiones y Negocios de Buenos Aires, implica "adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas".
Ello incluye "comercio, pesca, navegación e hidrocarburos".
En 2015 Argentina impulsó multas y embargos contra cinco petroleras extranjeras que exploraban hidrocarburos en torno a las islas sin contar con la autorización de Buenos Aires. También impulsó causas penales contra sus directivos.
Filmus advirtió que si "remover los obstáculos" implica dejar sin efecto esas medidas "el acuerdo es totalmente nulo".
Recordó una ley de 2013 que establece que toda actividad que se realice sobre la plataforma continental argentina debe contar con autorización previa del gobierno.
"Para nosotros las Malvinas son tan argentinas como el Obelisco", indicó.
- Volver al pasado -
"El memorándum tiene un alcance y significado político similar al del acuerdo bilateral alcanzado en octubre de 1989, implica retomar la política iniciada entonces", dijo Fraga.
Ahora "como entonces se deja a un lado la discusión de la soberanía y se acuerda promover la cooperación en todos los campos", señaló.
Otro de los puntos de la declaración es sumar otro vuelo semanal al que tienen las islas desde Chile a través de la aerolínea Latam y que una vez al mes hace escala en la ciudad austral argentina de Río Gallegos.
Filmus lo vio como positivo aunque objetó que la declaración hable de "terceros países".
"El vuelo de Latam cuenta con autorización de Argentina como vuelo de cabotaje (doméstico); hablar de terceros países puede ser un reconocimiento implícito de que esa tierra (Malvinas) no es nuestra", dijo.
También apoyó los avances para la identificación de los soldados argentinos sepultados anónimamente en el cementerio de Darwin, un viejo anhelo de las familias de los caídos, proceso que ratifica la declaración.
El presidente del bloque de diputados nacionales del opositor FPV-PJ (peronismo), Héctor Recalde, reclamó que Malcorra explique en el Congreso "el alcance del acuerdo" que califica "un enorme retroceso".
Londres nunca aceptó abrir el diálogo por soberanía, desoyendo resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas que le instan a hacerlo.
Macri, que asumió en diciembre, había anunciado una nueva política de acercamiento al Reino Unido, aunque dos meses atrás reafirmó que el reclamo por soberanía "no va a cambiar".