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Política
Manifestantes contra el gobierno en Varsovia.
"Queremos una Polonia democrática, proeuropea, orgullosa, que busca en la Unión Europea amigos y socios y no enemigos", declaró ante los manifestantes Grzegorz Schetyna, jefe del principal partido de la oposición, el centrista Plataforma Cívica (PO).
Representantes de otras formaciones opositoras, sindicatos de profesores y representantes de diferentes autoridades locales también participaron en esta "Marcha de la libertad", organizada por el PO.
El partido, según un sondeo de finales de abril, supera a los conservadores en intenciones de voto con el 31% de los apoyos, frente al 29%, por primera vez desde las elecciones de octubre de 2015.
Los manifestantes se congregaron, bajo el sol, delante del ayuntamiento de Varsovia, antes de recorrer unos 2,5 km a lo largo de la principal arteria del centro de la capital polaca, hasta la plaza de la Constitución.
Según la alcaldía de Varsovia, gobernada por Plataforma Cívica, 70.000 personas participaron en la marcha. Según la policía, 9.000.
Numerosos manifestantes enarbolaban banderas nacionales y de la Unión Europea.
"Entendemos la noción de libertad de forma diferente a Kazcynski, Erdogan, Putin o Lukashenko" -los presidentes turco, ruso y bielorruso, acusados de protagonizar una deriva autoritaria-, declaró Jacek Jaskowiak, alcalde de la ciudad de Poznan (oeste).
Por su parte, Jaroslaw Kaczynski, jefe del partido Derecho y Justicia (PiS), en el poder, aseguró antes de la manifestación, en Szczecin (noroeste), que "la libertad está presente (en Polonia) en todas las dimensiones practicadas en los países democráticos".
"Participando en esta marcha (...) desfiláis a contracorriente", agregó.
La protesta responde a una serie de leyes y diligencias de los conservadores contra el Tribunal Constitucional, el sistema judicial, la democracia local, la educación, el medioambiente, la función pública, los medios de comunicación y otras instituciones democráticas, que han causado preocupación en la Unión Europea.
La Comisión Europea ha advertido en varias ocasiones al gobierno polaco de que algunas de sus reformas atentaban contra el Estado de Derecho.
Representantes de otras formaciones opositoras, sindicatos de profesores y representantes de diferentes autoridades locales también participaron en esta "Marcha de la libertad", organizada por el PO.
El partido, según un sondeo de finales de abril, supera a los conservadores en intenciones de voto con el 31% de los apoyos, frente al 29%, por primera vez desde las elecciones de octubre de 2015.
Los manifestantes se congregaron, bajo el sol, delante del ayuntamiento de Varsovia, antes de recorrer unos 2,5 km a lo largo de la principal arteria del centro de la capital polaca, hasta la plaza de la Constitución.
Según la alcaldía de Varsovia, gobernada por Plataforma Cívica, 70.000 personas participaron en la marcha. Según la policía, 9.000.
Numerosos manifestantes enarbolaban banderas nacionales y de la Unión Europea.
"Entendemos la noción de libertad de forma diferente a Kazcynski, Erdogan, Putin o Lukashenko" -los presidentes turco, ruso y bielorruso, acusados de protagonizar una deriva autoritaria-, declaró Jacek Jaskowiak, alcalde de la ciudad de Poznan (oeste).
Por su parte, Jaroslaw Kaczynski, jefe del partido Derecho y Justicia (PiS), en el poder, aseguró antes de la manifestación, en Szczecin (noroeste), que "la libertad está presente (en Polonia) en todas las dimensiones practicadas en los países democráticos".
"Participando en esta marcha (...) desfiláis a contracorriente", agregó.
La protesta responde a una serie de leyes y diligencias de los conservadores contra el Tribunal Constitucional, el sistema judicial, la democracia local, la educación, el medioambiente, la función pública, los medios de comunicación y otras instituciones democráticas, que han causado preocupación en la Unión Europea.
La Comisión Europea ha advertido en varias ocasiones al gobierno polaco de que algunas de sus reformas atentaban contra el Estado de Derecho.
