Convocados por el expresidente y actual senador Álvaro Uribe, el más férreo opositor a la gestión de Santos y en particular a las negociaciones con las guerrillas FARC y ELN, los manifestantes salieron a las calles en más de 20 ciudades vestidos de amarillo, rojo y azul, los colores de la bandera nacional.
En Bogotá, Medellín y Cali, las urbes más importantes, marcharon unas 60.000 personas, según cálculos de colaboradores de la AFP, aunque los organizadores estimaron una participación de casi 300.000 en esos tres puntos.
Desafiando las fuertes lluvias en varias ciudades y con carteles de "Santos traidor renuncie ya", "No más impunidad", "No más corrupción" o "Santos presidente de las FARC", los manifestantes se concentraron especialmente en Medellín, a unos 400 km de Bogotá y feudo de Uribe.
"Estas marchas, en las que nuestros corazones laten por Colombia, nos mantienen en alto la bandera de lucha por la Patria", escribió Uribe en su cuenta en Twitter.
El popular político, que gobernó Colombia entre 2002 y 2010 con una fuerte ofensiva contra los grupos insurgentes, reclamó contra la política económica de Santos, "el manejo corrupto de los recursos públicos" y "la impunidad disfrazada" del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), que transcurre en Cuba desde hace más de tres años.
Además, cuestionó que "la dictadura de Venezuela sea la mediadora con el anunciado diálogo con el ELN" (Ejército de Liberación Nacional, guevarista), segunda guerrilla del país y con la que el gobierno de Santos anunció esta semana en Caracas el inicio de un diálogo de paz luego de acercamientos iniciados en enero de 2014.
El mensaje de Uribe fue emitido desde Medellín a los manifestantes en Bogotá, adonde intentó llegar, pero se lo impidió el mal tiempo.
"Santos acabó con este país básicamente", dijo a la AFP Sergio Ocampo, uno de los manifestantes en la capital.
"Esta protesta es por un inconformismo general contra el gobierno del presidente Santos. No queremos que haya impunidad en los procesos de paz. Nos cansamos de tantas mentiras y del manejo económico, los impuestos y la inflación", dijo a AFP Francisco Santos, exvicepresidente de Uribe.
Según la policía, las marchas se desarrollaron "en total tranquilidad" en 63 municipios del país, al día siguiente de un paro armado convocado por el Clan Úsuga, principal banda criminal de Colombia, que entre jueves y viernes dejó seis muertos y alteró con amenazas la actividad comercial y de transporte en varios departamentos del noroeste.
El deterioro de las condiciones de orden público en Montería (Córdoba) motivó incluso que la marcha de este sábado promovida por Uribe se pospusiera para el domingo.
"Es absurdo que un Estado no pueda garantizar seguridad para marchar, eso muestra un Estado débil que estaba más preocupado por nuestra marcha que por acabar el paro armado", aseveró Francisco Santos.
En su protesta contra el gobierno, Uribe también denuncia una persecución judicial contra él y su partido Centro Democrático por las múltiples investigaciones en contra de exfuncionarios suyos por vínculos con grupos paramilitares de extrema derecha.
Según el expresidente, su hermano Santiago Uribe, detenido el 28 de febrero por presunto homicidio y nexos con paramiliares, es un "preso político" por ser su familiar.
En Bogotá, Medellín y Cali, las urbes más importantes, marcharon unas 60.000 personas, según cálculos de colaboradores de la AFP, aunque los organizadores estimaron una participación de casi 300.000 en esos tres puntos.
Desafiando las fuertes lluvias en varias ciudades y con carteles de "Santos traidor renuncie ya", "No más impunidad", "No más corrupción" o "Santos presidente de las FARC", los manifestantes se concentraron especialmente en Medellín, a unos 400 km de Bogotá y feudo de Uribe.
"Estas marchas, en las que nuestros corazones laten por Colombia, nos mantienen en alto la bandera de lucha por la Patria", escribió Uribe en su cuenta en Twitter.
El popular político, que gobernó Colombia entre 2002 y 2010 con una fuerte ofensiva contra los grupos insurgentes, reclamó contra la política económica de Santos, "el manejo corrupto de los recursos públicos" y "la impunidad disfrazada" del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), que transcurre en Cuba desde hace más de tres años.
Además, cuestionó que "la dictadura de Venezuela sea la mediadora con el anunciado diálogo con el ELN" (Ejército de Liberación Nacional, guevarista), segunda guerrilla del país y con la que el gobierno de Santos anunció esta semana en Caracas el inicio de un diálogo de paz luego de acercamientos iniciados en enero de 2014.
El mensaje de Uribe fue emitido desde Medellín a los manifestantes en Bogotá, adonde intentó llegar, pero se lo impidió el mal tiempo.
"Santos acabó con este país básicamente", dijo a la AFP Sergio Ocampo, uno de los manifestantes en la capital.
- "Inconformismo general" -
"Esta protesta es por un inconformismo general contra el gobierno del presidente Santos. No queremos que haya impunidad en los procesos de paz. Nos cansamos de tantas mentiras y del manejo económico, los impuestos y la inflación", dijo a AFP Francisco Santos, exvicepresidente de Uribe.
Según la policía, las marchas se desarrollaron "en total tranquilidad" en 63 municipios del país, al día siguiente de un paro armado convocado por el Clan Úsuga, principal banda criminal de Colombia, que entre jueves y viernes dejó seis muertos y alteró con amenazas la actividad comercial y de transporte en varios departamentos del noroeste.
El deterioro de las condiciones de orden público en Montería (Córdoba) motivó incluso que la marcha de este sábado promovida por Uribe se pospusiera para el domingo.
"Es absurdo que un Estado no pueda garantizar seguridad para marchar, eso muestra un Estado débil que estaba más preocupado por nuestra marcha que por acabar el paro armado", aseveró Francisco Santos.
En su protesta contra el gobierno, Uribe también denuncia una persecución judicial contra él y su partido Centro Democrático por las múltiples investigaciones en contra de exfuncionarios suyos por vínculos con grupos paramilitares de extrema derecha.
Según el expresidente, su hermano Santiago Uribe, detenido el 28 de febrero por presunto homicidio y nexos con paramiliares, es un "preso político" por ser su familiar.