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Política
Radovan Karadzic
En 2016, el TPIY condenó a Karadzic en primera instancia a 40 años de cárcel por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo el genocidio perpetrado en julio de 1995 en el enclave musulmán de Srebrenica y el sitio de Sarajevo durante la guerra de Bosnia (1992-95), durante el cual fueran asesinadas 10.000 personas.
Karadzic, de 72 años, se presentó nuevamente en la sala de audiencia como "pacificador" de los Balcanes y alegó que los serbios sólo hicieron uso de su derecho a la autodefensa. "Nunca estuvimos en contra de los musulmanes", dijo. "Sólo queríamos vivir en paz como pueblo".
La defensa de Karadzic intenta lograr la absolución del acusado o la apertura de un nuevo juicio. Los abogados del ex líder serbobosnio impugnan 50 puntos de la acusación, asegurando que no se han presentado pruebas de la responsabilidad de su cliente en el genocidio de Srebrenica.
"Este es un fallo injusto. Ustedes deben anularlo", dijo el abogado Peter Robinson. La defensa afirmó que su defendido no había tenido un proceso justo y que por ello los magistrados debían absolverlo u ordenar un nuevo juicio.
También la fiscalía presentó un recurso de apelación pidiendo que Karadzic sea condenado a cadena perpetua. Asimismo, quiere conseguir que la campaña de terror sistemática contra bosnio-musulmanes se califique como genocidio.
Después de 13 años huyendo, Karadzic, un ex psiquiatra, fue descubierto en Serbia donde ejercía como curandero alternativo, y entregado al TPIY. Se le considera el principal responsable político del genocidio de Srebrenica.
En 1995, unidades serbias al mando del general Ratko Mladic invadieron la zona de seguridad establecida por la ONU y asesinaron a unos 8.000 bosnio-musulmanes. La masacre está considerada como el peor crimen de guerra cometido en Europa desde el Holocausto.
Mladic fue condenado el año pasado a cadena perpetua, entre otros crímenes, por el genocidio de Srebrenica. También él apeló la sentencia.
El procedimiento de apelación lo maneja el denominado Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales de la ONU, la organización heredera de los tribunales de crímenes de guerra creados para juzgar crímenes en la ex Yugoslavia y Ruanda.
Se prevé que la cámara de apelación dé a conocer su fallo dentro de algunos meses.
Karadzic, de 72 años, se presentó nuevamente en la sala de audiencia como "pacificador" de los Balcanes y alegó que los serbios sólo hicieron uso de su derecho a la autodefensa. "Nunca estuvimos en contra de los musulmanes", dijo. "Sólo queríamos vivir en paz como pueblo".
La defensa de Karadzic intenta lograr la absolución del acusado o la apertura de un nuevo juicio. Los abogados del ex líder serbobosnio impugnan 50 puntos de la acusación, asegurando que no se han presentado pruebas de la responsabilidad de su cliente en el genocidio de Srebrenica.
"Este es un fallo injusto. Ustedes deben anularlo", dijo el abogado Peter Robinson. La defensa afirmó que su defendido no había tenido un proceso justo y que por ello los magistrados debían absolverlo u ordenar un nuevo juicio.
También la fiscalía presentó un recurso de apelación pidiendo que Karadzic sea condenado a cadena perpetua. Asimismo, quiere conseguir que la campaña de terror sistemática contra bosnio-musulmanes se califique como genocidio.
Después de 13 años huyendo, Karadzic, un ex psiquiatra, fue descubierto en Serbia donde ejercía como curandero alternativo, y entregado al TPIY. Se le considera el principal responsable político del genocidio de Srebrenica.
En 1995, unidades serbias al mando del general Ratko Mladic invadieron la zona de seguridad establecida por la ONU y asesinaron a unos 8.000 bosnio-musulmanes. La masacre está considerada como el peor crimen de guerra cometido en Europa desde el Holocausto.
Mladic fue condenado el año pasado a cadena perpetua, entre otros crímenes, por el genocidio de Srebrenica. También él apeló la sentencia.
El procedimiento de apelación lo maneja el denominado Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales de la ONU, la organización heredera de los tribunales de crímenes de guerra creados para juzgar crímenes en la ex Yugoslavia y Ruanda.
Se prevé que la cámara de apelación dé a conocer su fallo dentro de algunos meses.
