Peor aún, los miembros del bloque del 14 de Marzo han llevado su discurso a un nivel sectario más peligroso.
La pasada semana, el parlamentario del grupo Líbano Primero -del Movimiento del Futuro, liderado por el primer ministro Saad Hariri- Mohamad Kabbara acusó a Hezbollah de poner en su punto de mira “al líder de los sunníes en Líbano,” en referencia a Hariri.
Antes de él, el diputado del Movimiento del Futuro, Ammar Huri, hizo unos comentarios similares.
Hezbollah, por su parte, ha realizado una advertencia, en contra de los intentos de llevar al país hacia una lucha sectaria.
“No permitiremos los intentos de crear divisiones sectarias” con independencia de la dura retórica, subrayaron los diputados de Hezbollah.
Según Huri, “Hariri no me dio a mí ni a mi colega Kabbara ninguna indicación en lo referente a nuestros recientes comentarios.”
Se espera que el Tribunal Internacional para Líbano (TEL) emita una acusación en el caso del asesinato del antiguo primer ministro Rafiq Hariri. Sin embargo, la fecha no ha sido desvelada, aunque las previsiones hablan del próximo mes de diciembre.
Según las “filtraciones” a la revista alemana Der Spiegel, la acusación implicará a “miembros indisciplinados de Hezbollah”. El secretario general del partido, Sayyed Hasan Nasrallah, también dijo que el primer ministro, Saad Hariri, le había dicho que la acusación del TEL iría dirigida contra algunos miembros de Hezbollah. El bloque de Hariri, o al menos parte de él, negó que esta conversación hubiera tenido lugar aunque el propio Hariri ha guardado silencio sobre el asunto.
Por su parte, el vicesecretario general de Hezbollah, Sheij Naim Qassem, dijo al diario kuwaití Al Rai el jueves que Hezbollah no ha dicho la última palabra sobre el Tribunal Especial para Líbano (TEL), precisamente ahora cuando Hezbollah “espera los resultados de los esfuerzos árabes, especialmente los saudíes, que se comprometieron durante la última cumbre tripartita sirio-libanesa-saudí a trabajar para evitar la politización del tribunal y las acusaciones injustas.”
Él añadió: “Nuestra posición final, será anunciada por el secretario general de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, cuando el tiempo necesario para conocer los resultados de los esfuerzos árabes llegue a su fin. Veremos entonces si el TEL decide cambiar su orientación sobre la base que hemos expuesto, es decir los indicios presentados por el secretario general Sayyed Nasrallah, y condena a Isrel. Veremos si el TEL va a contar con tales indicios materiales.”
El fin de septiembre podría marcar el fin del tiempo límite, según las fuentes de la oposición.
Hezbollah señala que considerará al TEL como politizado en tanto que excluya la implicación de Israel en el asesinato de Hariri y mientras que los falsos testigos que desviaron el curso de la investigación internacional no sean juzgados.
En una reciente entrevista con el periódico saudí Asharq al Ausat, Hariri reconoció la existencia de falsos testigos tras años de haber sido negado este hecho por su bloque del 14 de Marzo. Él reconoció también que su acto de acusar a Siria del asesinato de su padre había sido un error.
EL DEMONIZAR A HEZBOLLAH, UN DEJA VU DE ANTES DE LA INVASIÓN DE 1982
Demonizar a Hezbollah en Líbano y el mundo es un prerrequisito para alcanzar varios objetivos dentro de marco del plan norteamericano-israelí que está siendo ideado para la región.
Hezbollah constituye un ejemplo de resistencia reverenciado por todos los movimientos de resistencia en la región y el criminalizarlo serviría, creen algunos, para desmantelar gradualmente o al menos debilitar otros movimientos de resistencia en la Palestina ocupada, Iraq y otras partes. Con su arsenal de armas defensivas a unos pocos metros de Israel, Hezbollah ha constituido un elemento crucial para impedir hasta el momento a la entidad sionista atacar Líbano, Irán y quizás Siria. El desarmar a Hezbollah ha sido una demanda continuada de Israel y EEUU y fue internacionalmente apoyada por medio de la Resolución 1559 del Consejo de Seguridad.
En 1982, Israel invadió Líbano para aplastar a la resistencia palestina, que operaba principalmente en el sur de Líbano y Beirut. Poco antes de la invasión, decenas de choques y escaramuzas tuvieron lugar en el sur de Líbano entre la Organización para la Liberación de Palestina y miembros de la comunidad local del sur de Líbano. La OLP pasó a ser considerada como una fuerza agresiva para la comunidad que la albergaba. La invasión ocurrió un año después. Más tarde, el entonces presidente Amin Gemayel firmó el humillante acuerdo del 17 de Mayo con Israel, pero éste fue posteriormente anulado por la acción de las fuerzas nacionales de Líbano.
A pesar del fracaso de 2006, los intentos de Israel de aplastar a la Resistencia libanesa no han cesado. De este modo, Israel busca lograr otro acuerdo como el del 17 de Mayo para aislar a Líbano de Siria, Irán y todo el marco de la lucha árabe-israelí.
¿LA PRÓXIMA INVASIÓN?
Jugar la carta sectaria ha demostrado ser la forma más efectiva de mantener a un pueblo dividido. Esto ha sido ya intentado en Líbano antes y la invasión de 1982 se produjo cuando la guerra civil había alcanzado su cénit.
El TEL hoy en día está bajo el microscopio de Hezbollah hasta que se demuestre que está llevando a la investigación sobre el asesinato de Hariri de una forma correcta a la luz de las evidencias que apuntan a Israel, la persecución de los falsos testigos que desviaron la investigación en los pasados cinco años y la próxima acusación.
“Si la acusación se hace eco del reportaje de Der Spiegel, esto supondría el principio de una invasión norteamericana e israelí similar a la de 1982. Cada invasión ha de ser confrontada de una forma adecuada. El objetivo de la invasión de 1982 fue el acuerdo con Israel del 17 de Mayo de 1983 y la nueva invasión, si ocurre, buscará un nuevo acuerdo como el del 17 de Mayo que nosotros rechazamos con fuerza. Cuando Líbano se halla bajo una invasión, la Resistencia tiene la obligación de defender el país,” dijo el diputado de Hezbollah, Nawaf Musawi, en una entrevista televisada el miércoles.
Pendiente el resultado de los esfuerzos árabes tripartitos y la acusación, Hezbollah no ve un acuerdo posible en el deterioro político en Líbano. La calma, en medio de la incitación y la movilización sectaria por parte de algunos responsables del 14 de Marzo, puede ser sólo una solución temporal.
La última solución para Hezbollah es dejar de atacar a la Resistencia.
Mientras Israel se prepara para el peor de los escenarios y se producen acuerdos de armas multimillonarios de EEUU con los estados del Golfo y amenazas estadounidenses de atacar Irán, la retórica sectaria de algunos responsables del 14 de Marzo en Líbano está dando a los belicistas de EEUU e Israel una ventaja estratégica así como el poder y la chispa que necesitan para incendiar la región.
La pasada semana, el parlamentario del grupo Líbano Primero -del Movimiento del Futuro, liderado por el primer ministro Saad Hariri- Mohamad Kabbara acusó a Hezbollah de poner en su punto de mira “al líder de los sunníes en Líbano,” en referencia a Hariri.
Antes de él, el diputado del Movimiento del Futuro, Ammar Huri, hizo unos comentarios similares.
Hezbollah, por su parte, ha realizado una advertencia, en contra de los intentos de llevar al país hacia una lucha sectaria.
“No permitiremos los intentos de crear divisiones sectarias” con independencia de la dura retórica, subrayaron los diputados de Hezbollah.
Según Huri, “Hariri no me dio a mí ni a mi colega Kabbara ninguna indicación en lo referente a nuestros recientes comentarios.”
Se espera que el Tribunal Internacional para Líbano (TEL) emita una acusación en el caso del asesinato del antiguo primer ministro Rafiq Hariri. Sin embargo, la fecha no ha sido desvelada, aunque las previsiones hablan del próximo mes de diciembre.
Según las “filtraciones” a la revista alemana Der Spiegel, la acusación implicará a “miembros indisciplinados de Hezbollah”. El secretario general del partido, Sayyed Hasan Nasrallah, también dijo que el primer ministro, Saad Hariri, le había dicho que la acusación del TEL iría dirigida contra algunos miembros de Hezbollah. El bloque de Hariri, o al menos parte de él, negó que esta conversación hubiera tenido lugar aunque el propio Hariri ha guardado silencio sobre el asunto.
Por su parte, el vicesecretario general de Hezbollah, Sheij Naim Qassem, dijo al diario kuwaití Al Rai el jueves que Hezbollah no ha dicho la última palabra sobre el Tribunal Especial para Líbano (TEL), precisamente ahora cuando Hezbollah “espera los resultados de los esfuerzos árabes, especialmente los saudíes, que se comprometieron durante la última cumbre tripartita sirio-libanesa-saudí a trabajar para evitar la politización del tribunal y las acusaciones injustas.”
Él añadió: “Nuestra posición final, será anunciada por el secretario general de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, cuando el tiempo necesario para conocer los resultados de los esfuerzos árabes llegue a su fin. Veremos entonces si el TEL decide cambiar su orientación sobre la base que hemos expuesto, es decir los indicios presentados por el secretario general Sayyed Nasrallah, y condena a Isrel. Veremos si el TEL va a contar con tales indicios materiales.”
El fin de septiembre podría marcar el fin del tiempo límite, según las fuentes de la oposición.
Hezbollah señala que considerará al TEL como politizado en tanto que excluya la implicación de Israel en el asesinato de Hariri y mientras que los falsos testigos que desviaron el curso de la investigación internacional no sean juzgados.
En una reciente entrevista con el periódico saudí Asharq al Ausat, Hariri reconoció la existencia de falsos testigos tras años de haber sido negado este hecho por su bloque del 14 de Marzo. Él reconoció también que su acto de acusar a Siria del asesinato de su padre había sido un error.
EL DEMONIZAR A HEZBOLLAH, UN DEJA VU DE ANTES DE LA INVASIÓN DE 1982
Demonizar a Hezbollah en Líbano y el mundo es un prerrequisito para alcanzar varios objetivos dentro de marco del plan norteamericano-israelí que está siendo ideado para la región.
Hezbollah constituye un ejemplo de resistencia reverenciado por todos los movimientos de resistencia en la región y el criminalizarlo serviría, creen algunos, para desmantelar gradualmente o al menos debilitar otros movimientos de resistencia en la Palestina ocupada, Iraq y otras partes. Con su arsenal de armas defensivas a unos pocos metros de Israel, Hezbollah ha constituido un elemento crucial para impedir hasta el momento a la entidad sionista atacar Líbano, Irán y quizás Siria. El desarmar a Hezbollah ha sido una demanda continuada de Israel y EEUU y fue internacionalmente apoyada por medio de la Resolución 1559 del Consejo de Seguridad.
En 1982, Israel invadió Líbano para aplastar a la resistencia palestina, que operaba principalmente en el sur de Líbano y Beirut. Poco antes de la invasión, decenas de choques y escaramuzas tuvieron lugar en el sur de Líbano entre la Organización para la Liberación de Palestina y miembros de la comunidad local del sur de Líbano. La OLP pasó a ser considerada como una fuerza agresiva para la comunidad que la albergaba. La invasión ocurrió un año después. Más tarde, el entonces presidente Amin Gemayel firmó el humillante acuerdo del 17 de Mayo con Israel, pero éste fue posteriormente anulado por la acción de las fuerzas nacionales de Líbano.
A pesar del fracaso de 2006, los intentos de Israel de aplastar a la Resistencia libanesa no han cesado. De este modo, Israel busca lograr otro acuerdo como el del 17 de Mayo para aislar a Líbano de Siria, Irán y todo el marco de la lucha árabe-israelí.
¿LA PRÓXIMA INVASIÓN?
Jugar la carta sectaria ha demostrado ser la forma más efectiva de mantener a un pueblo dividido. Esto ha sido ya intentado en Líbano antes y la invasión de 1982 se produjo cuando la guerra civil había alcanzado su cénit.
El TEL hoy en día está bajo el microscopio de Hezbollah hasta que se demuestre que está llevando a la investigación sobre el asesinato de Hariri de una forma correcta a la luz de las evidencias que apuntan a Israel, la persecución de los falsos testigos que desviaron la investigación en los pasados cinco años y la próxima acusación.
“Si la acusación se hace eco del reportaje de Der Spiegel, esto supondría el principio de una invasión norteamericana e israelí similar a la de 1982. Cada invasión ha de ser confrontada de una forma adecuada. El objetivo de la invasión de 1982 fue el acuerdo con Israel del 17 de Mayo de 1983 y la nueva invasión, si ocurre, buscará un nuevo acuerdo como el del 17 de Mayo que nosotros rechazamos con fuerza. Cuando Líbano se halla bajo una invasión, la Resistencia tiene la obligación de defender el país,” dijo el diputado de Hezbollah, Nawaf Musawi, en una entrevista televisada el miércoles.
Pendiente el resultado de los esfuerzos árabes tripartitos y la acusación, Hezbollah no ve un acuerdo posible en el deterioro político en Líbano. La calma, en medio de la incitación y la movilización sectaria por parte de algunos responsables del 14 de Marzo, puede ser sólo una solución temporal.
La última solución para Hezbollah es dejar de atacar a la Resistencia.
Mientras Israel se prepara para el peor de los escenarios y se producen acuerdos de armas multimillonarios de EEUU con los estados del Golfo y amenazas estadounidenses de atacar Irán, la retórica sectaria de algunos responsables del 14 de Marzo en Líbano está dando a los belicistas de EEUU e Israel una ventaja estratégica así como el poder y la chispa que necesitan para incendiar la región.