El descubrimiento se produjo en una casa excavada en el sitio arqueológico de Xultún, en Guatemala.
En una de las habitaciones de este hogar los muros se encuentran cubiertos con jeroglíficos, con trazos grabados en piedra, que en su mayor parte representas cifras de cálculos ligados a los diferentes ciclos del calendario maya.
Se trata de un calendario ceremonial de 260 días, del calendario solar de 365 días así como del ciclo anual de 584 días del planeta Venus y del de 780 días de Marte, mientras que otros siguen las fases lunares, precisó el arqueólogo William Saturno, de la Universidad de Boston, que dirigió la expedición y excavación.
Los jeroglíficos son del siglo IX, es decir cientos de años más antiguos que los caladarios de los Códices mayas, que fueron registrados en libros de 1300 a 1521.
Contrariamente a las creencias populares, no hay ningún indicio de que el fin del mundo coincidirá con el fin del año 2012, señala el científico.
"Los antiguos mayas predijeron que el mundo continuará y que en 7000 años las cosas serán exactamente cómo eran entonces", indica Saturno.
Según Saturno, las inscripciones parecen el intento de alguien de descifrar un gran problema matemático, como si el muro fuera una pizarra.
"Por primera vez podemos ver cuales son los datos guardados por un escriba, cuyo trabajo era el de guardar los datos en la comunidad maya", explica Saturno.
"Lo más excitante es la revelación de que los mayas se dedicaban a realizar cálculos durante cientos de años, y en lugares distintos a los libros, antes de que fueran grabados en los Códices", que representan los archivos de esta civilización precolombiana destruida en gran parte por los conquistadores españoles, explica Anthony Aveni, profesor de astronomía de la Universidad Colgate (Nueva York, nordeste), coautor de este estudio.
Incluso cuando los 31 kilómetros cuadrados del sitio de Xultún, que se encuentra en el centro de la jungla donde decenas de miles de personas vivieron una vez, fue descubiero hace más de 100 años, la casa donde se encontró el calendario fue identificada únicamente en 2010.
Los investigadores afirman que las excavaciones que han revelado las pinturas dentro, que incluyen figuras humanas llevando vestidos con plumas, son los primeros ejemplos de arte maya en el interior de una casa, como señala David Stuart, profesor de arte mesoamericano de la Universidad de Texas en Austin (sudoeste), quien descifró los jeroglíficos.
"Es extraño que los descubrimientos de Xultún existan", afirma Saturno. "Esas inscripciones y trabajos de arte en los muros no se conservan bien en los terrenos bajos de los mayas, especialmente en una casa enterrada solo un metro bajo la superficie".
Los trabajos serán publicados en la edición del 11 de mayo de la revista estadounidense Science y el número de junio de National Geographic.
En una de las habitaciones de este hogar los muros se encuentran cubiertos con jeroglíficos, con trazos grabados en piedra, que en su mayor parte representas cifras de cálculos ligados a los diferentes ciclos del calendario maya.
Se trata de un calendario ceremonial de 260 días, del calendario solar de 365 días así como del ciclo anual de 584 días del planeta Venus y del de 780 días de Marte, mientras que otros siguen las fases lunares, precisó el arqueólogo William Saturno, de la Universidad de Boston, que dirigió la expedición y excavación.
Los jeroglíficos son del siglo IX, es decir cientos de años más antiguos que los caladarios de los Códices mayas, que fueron registrados en libros de 1300 a 1521.
Contrariamente a las creencias populares, no hay ningún indicio de que el fin del mundo coincidirá con el fin del año 2012, señala el científico.
"Los antiguos mayas predijeron que el mundo continuará y que en 7000 años las cosas serán exactamente cómo eran entonces", indica Saturno.
Según Saturno, las inscripciones parecen el intento de alguien de descifrar un gran problema matemático, como si el muro fuera una pizarra.
"Por primera vez podemos ver cuales son los datos guardados por un escriba, cuyo trabajo era el de guardar los datos en la comunidad maya", explica Saturno.
"Lo más excitante es la revelación de que los mayas se dedicaban a realizar cálculos durante cientos de años, y en lugares distintos a los libros, antes de que fueran grabados en los Códices", que representan los archivos de esta civilización precolombiana destruida en gran parte por los conquistadores españoles, explica Anthony Aveni, profesor de astronomía de la Universidad Colgate (Nueva York, nordeste), coautor de este estudio.
Incluso cuando los 31 kilómetros cuadrados del sitio de Xultún, que se encuentra en el centro de la jungla donde decenas de miles de personas vivieron una vez, fue descubiero hace más de 100 años, la casa donde se encontró el calendario fue identificada únicamente en 2010.
Los investigadores afirman que las excavaciones que han revelado las pinturas dentro, que incluyen figuras humanas llevando vestidos con plumas, son los primeros ejemplos de arte maya en el interior de una casa, como señala David Stuart, profesor de arte mesoamericano de la Universidad de Texas en Austin (sudoeste), quien descifró los jeroglíficos.
"Es extraño que los descubrimientos de Xultún existan", afirma Saturno. "Esas inscripciones y trabajos de arte en los muros no se conservan bien en los terrenos bajos de los mayas, especialmente en una casa enterrada solo un metro bajo la superficie".
Los trabajos serán publicados en la edición del 11 de mayo de la revista estadounidense Science y el número de junio de National Geographic.