Desestabiliza a ministro de Cultura francés huelga de museos


La prensa ha criticado la postura "servil" de Frédéric Mitterand con relación a la reforma propuesta por el gobierno sobre recortar empleos en los museos. A Frédéric Mitterrand le tocó en el pasado interpretar papeles mejores. Desde su nombramiento como ministro de Cultura francés hace unos seis meses, el ex actor, productor de cine y presentador de televisión protagoniza un titular negativo tras otro. Los más embarazosos tuvieron que ver con el escándalo por su relato en primera persona de sus experiencias de turismo sexual en Asia.



Desestabiliza a ministro de Cultura francés huelga de museos
En el conflicto en torno a la huelga en los museos, que ya lleva 15 días, ahora hizo que la policía se llevara detenidos a 11 sindicalistas que ocupaban la antesala de su oficina. "El diálogo no es muy cuidadoso", titulaba el fin de semana el diario francés Le Monde.
La protesta contra el recorte de puestos de trabajo en los museos y monumentos históricos de Francia se inició el 23 de noviembre. La primera semana, el ministro de 62 años optó por callar. En la segunda, cuando al Centre Pompidou se sumaron el Musée d'Orsay, el Museo Rodin, el Arco de Triunfo y la Sainte Chapelle, recibió a los sindicatos con las palabras: "Tengo instrucciones del presidente de la república. No voy a cambiar nada".
Los sindicatos se rebelan contra el hecho de que a partir de 2010 uno de cada dos puestos que queden vacantes por la jubilación de un empleado no se vayan a cubrir.
El jueves, cuando también cerraron sus puertas el Louvre y el Palacio de Versalles, insistió: "Esta reforma es el resultado de un gobierno que fue elegido en elecciones generales y directas. Por eso, esta reforma debe llevarse a cabo".
La prensa francesa reaccionó a tanto servilismo con sorna. En primer lugar, no es el gobierno sino el presidente el que es elegido por todos los franceses en elecciones generales, corrigió al ministro de Cultura. Y en segundo lugar se preguntó con ironía si eso significa que no se puede discutir ninguna reforma hasta las próximas elecciones presidenciales.
El ex director de la Academia Francesa en Roma, más conocida como Villa Medici, y autor de varios libros y ensayos, se siente perseguido desde el escándalo por el turismo sexual.
En una rueda de prensa el viernes con motivo de la colocación de la primera piedra de la delegación del Louvre en Lens respondió a la pregunta sobre cómo seguirá el conflicto: "Los huelguistas están en minoría. Sólo me quieren desestabilizar".
Como presentador de televisión, el sobrino del ex presidente socialista François Mitterrand estaba acostumbrado a apariciones elocuentes. Y como escritor, cineasta y director de la Villa Medici era estimado en los círculos artísticos e intelectuales de izquierda.
Muchos dudan ahora de sus aptitudes políticas. A sus colegas literatos, por ejemplo, los disgustó hace muy poco.
Cuando un legislador afín al gobierno reclamó tras las críticas de la escritora Marie NDiaye que los ganadores del prestigioso Prix Goncourt respetaran un deber de reserva, no intervino, sino que se contentó con la siguiente explicación: "No tengo por qué arbitrar entre una persona particular que dice lo que quiere decir y un legislador que dice lo que siente".
Lunes, 7 de Diciembre 2009
La Jornada, México
           


Nuevo comentario:

Ciudades | Museos