Susana Nicolalde
En esta obra de teatro-danza no se relata un cuento de la manera tradicional. Más bien en el escenario se plantean diversos momentos dramáticos que hacen alusión a ciertas historias. En ellas, la directora del grupo ‘Mandrágora’ reflexiona, desde la existencia y la metáfora, la “reconstrucción”, “las lunas” o las “muertes”.
Con el primer elemento, la artista cuenta que se aproxima al hecho de “recoger las vidas en caos y reconstruirlas”. Las lunas representan “las etapas (de vida) por las que pasa una mujer”, desde que es niña. La muerte alude a la importancia de dejar de existir, por un instante, para comenzar de nuevo.
“Es necesario morir para volver a nacer”, añade Susana.
La dramaturga se acercó al mito a través del libro ‘Mujeres que corren con los lobos’ de la escritora Clarissa Pinkola Estés, y su intención era “explorar que hay detrás de los relatos míticos”, comenta.
¿Y qué fue lo que halló? “Encontré que cada mujer se construye su propia historia, su memoria, su biografía…”, contesta.
‘En los cordeles del tiempo’ se concibió como un unipersonal, pero en su proceso de afianzamiento la obra “demandó la presencia de un punto escénico”. Así surge la muerte, como otro personaje, que está encarnado por Vincent Kerschbaum, alumno que está por concluir su proceso de formación en ‘Mandrágora’.
De acuerdo a Susana Nicolalde, actriz y encargada de la dramaturgia, la obra contó, también, con el aporte de la mirada crítica de Arístides Vargas, Charo Francés y Patricio Vallejo. La dirección está a cargo de Patricio Estrella.
Con el primer elemento, la artista cuenta que se aproxima al hecho de “recoger las vidas en caos y reconstruirlas”. Las lunas representan “las etapas (de vida) por las que pasa una mujer”, desde que es niña. La muerte alude a la importancia de dejar de existir, por un instante, para comenzar de nuevo.
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“Es necesario morir para volver a nacer”, añade Susana.
La dramaturga se acercó al mito a través del libro ‘Mujeres que corren con los lobos’ de la escritora Clarissa Pinkola Estés, y su intención era “explorar que hay detrás de los relatos míticos”, comenta.
¿Y qué fue lo que halló? “Encontré que cada mujer se construye su propia historia, su memoria, su biografía…”, contesta.
‘En los cordeles del tiempo’ se concibió como un unipersonal, pero en su proceso de afianzamiento la obra “demandó la presencia de un punto escénico”. Así surge la muerte, como otro personaje, que está encarnado por Vincent Kerschbaum, alumno que está por concluir su proceso de formación en ‘Mandrágora’.
De acuerdo a Susana Nicolalde, actriz y encargada de la dramaturgia, la obra contó, también, con el aporte de la mirada crítica de Arístides Vargas, Charo Francés y Patricio Vallejo. La dirección está a cargo de Patricio Estrella.