El Movimiento Estudiantil 19 de Abril, que dirige las protestas, anunció en un comunicado un paro de transportistas de Managua y comerciantes del Mercado de Mayoreo, en la zona norte de la ciudad, a partir de las 00:00 locales de este lunes (07:00 GMT) .
Los comerciantes exigen “justicia incondicional” para los estudiantes muertos en las protestas del mes pasado y el inicio inmediato de un diálogo nacional, mientras los transportistas demandan el cese del encarecimiento de los combustibles y de las excesivas multas de tránsito de la Policía, señaló el informe.
Los nuevos sucesos de violencia se registraron ayer domingo, cuando fuerzas de choque del Gobierno atacaron con "morteros" (bombas caseras) una caravana pacífica de motociclistas que viajaban a la localidad de Niquinohomo, unos 30 kilómetros al sur de la capital.
Según el canal 15 de televisión, los oficialistas recibieron el apoyo de tropas antimotines de la Policía, que lanzaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma contra los manifestantes en la ruta que une Niquinohomo y la localidad turística de Catarina.
La televisora divulgó imágenes de al menos tres personas heridas en distintas partes del cuerpo, pero no proporcionó su identidad.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, pretendían llegar a Niquinohomo, pueblo natal del patriota Augusto Sandino, cuya estatua ha estado en el centro de las disputas. Mientras los opositores pintaron el pedestal de azul y blanco (colores de la bandera nacional) los oficialistas quieren que permanezca el rojinegro, símbolo del gobernante Frente Sandinista.
Los enfrentamientos continuaron hasta altas horas de la noche y generaron inquietud sobre el futuro de un diálogo convocado para resolver la crisis que golpea al presidente Ortega, que afronta la mayor rebelión social de sus 11 años de Gobierno.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, escribió: "El gobierno y la policía deben parar de inmediato la represión. Basta ya de seguir derramando la sangre de hermanos".
Otro tuit fue publicado mientras ocurrían los incidentes violentos por la Cámara de Comercio Americana-Nicaragüense (AMCHAM), que aglutina a importantes empresas y negocios de Estados Unidos establecidas en este país.
"Demandamos un cese inmediato a la violencia y la represión en Niquinohomo y Catarina. Todos queremos un país justo y democrático. Creemos en el diálogo nacional pero sin violencia ni represión”, publicó AMCHAM.
La situación preocupa también a la cúpula de la Iglesia católica, que servirá de mediadora y testigo del diálogo cuya fecha de inicio y participantes aún no han sido anunciados.
"Nada violento es duradero ni propicia el entendimiento. ¡Alto a la represión en Catarina y Niquinohomo!", escribió en Twiter el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez.
"A las autoridades del gobierno y a la policía, les ruego que salven la posibilidad de un diálogo. ¡Detengan la represión violenta contra la población pacífica de Niquinohomo", insistió en otro tuit Báez, un conocido crítico del presidente Ortega.
Otras marchas antigubernamentales tuvieron lugar el domingo en Ticuantepe, próximo a la capital, en Masaya y Masatepe (sur) y en Chinandega (noreste) para exigir que se investigue la muerte de numerosos jóvenes durante las protestas, según informó "La Prensa".
Nicaragua vive una crisis desde mediados de abril, cuando una manifestación de estudiantes contra una reforma al seguro social (que aumentaba las cuotas a trabajadores y empresas) derivó en una violenta acción de la Policía que generó más protestas y dejó decenas de muertos, heridos y detenidos.
El Gobierno sólo reportó 10 fallecidos en los primeros cinco días de protestas, pero el no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) contabilizó 45 muertos hasta el 3 de mayo. La noche de ayer domingo se reportó el deceso de un estudiante herido por la Policía el pasado 21 de abril.
Los comerciantes exigen “justicia incondicional” para los estudiantes muertos en las protestas del mes pasado y el inicio inmediato de un diálogo nacional, mientras los transportistas demandan el cese del encarecimiento de los combustibles y de las excesivas multas de tránsito de la Policía, señaló el informe.
Los nuevos sucesos de violencia se registraron ayer domingo, cuando fuerzas de choque del Gobierno atacaron con "morteros" (bombas caseras) una caravana pacífica de motociclistas que viajaban a la localidad de Niquinohomo, unos 30 kilómetros al sur de la capital.
Según el canal 15 de televisión, los oficialistas recibieron el apoyo de tropas antimotines de la Policía, que lanzaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma contra los manifestantes en la ruta que une Niquinohomo y la localidad turística de Catarina.
La televisora divulgó imágenes de al menos tres personas heridas en distintas partes del cuerpo, pero no proporcionó su identidad.
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, pretendían llegar a Niquinohomo, pueblo natal del patriota Augusto Sandino, cuya estatua ha estado en el centro de las disputas. Mientras los opositores pintaron el pedestal de azul y blanco (colores de la bandera nacional) los oficialistas quieren que permanezca el rojinegro, símbolo del gobernante Frente Sandinista.
Los enfrentamientos continuaron hasta altas horas de la noche y generaron inquietud sobre el futuro de un diálogo convocado para resolver la crisis que golpea al presidente Ortega, que afronta la mayor rebelión social de sus 11 años de Gobierno.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, escribió: "El gobierno y la policía deben parar de inmediato la represión. Basta ya de seguir derramando la sangre de hermanos".
Otro tuit fue publicado mientras ocurrían los incidentes violentos por la Cámara de Comercio Americana-Nicaragüense (AMCHAM), que aglutina a importantes empresas y negocios de Estados Unidos establecidas en este país.
"Demandamos un cese inmediato a la violencia y la represión en Niquinohomo y Catarina. Todos queremos un país justo y democrático. Creemos en el diálogo nacional pero sin violencia ni represión”, publicó AMCHAM.
La situación preocupa también a la cúpula de la Iglesia católica, que servirá de mediadora y testigo del diálogo cuya fecha de inicio y participantes aún no han sido anunciados.
"Nada violento es duradero ni propicia el entendimiento. ¡Alto a la represión en Catarina y Niquinohomo!", escribió en Twiter el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez.
"A las autoridades del gobierno y a la policía, les ruego que salven la posibilidad de un diálogo. ¡Detengan la represión violenta contra la población pacífica de Niquinohomo", insistió en otro tuit Báez, un conocido crítico del presidente Ortega.
Otras marchas antigubernamentales tuvieron lugar el domingo en Ticuantepe, próximo a la capital, en Masaya y Masatepe (sur) y en Chinandega (noreste) para exigir que se investigue la muerte de numerosos jóvenes durante las protestas, según informó "La Prensa".
Nicaragua vive una crisis desde mediados de abril, cuando una manifestación de estudiantes contra una reforma al seguro social (que aumentaba las cuotas a trabajadores y empresas) derivó en una violenta acción de la Policía que generó más protestas y dejó decenas de muertos, heridos y detenidos.
El Gobierno sólo reportó 10 fallecidos en los primeros cinco días de protestas, pero el no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) contabilizó 45 muertos hasta el 3 de mayo. La noche de ayer domingo se reportó el deceso de un estudiante herido por la Policía el pasado 21 de abril.