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Política
Este repunte de la violencia ilustra las dificultades de la policía y el ejército iraquíes para controlar el país, cuando falta menos de un año para el retiro de las fuerzas estadounidenses.
En Irak, un nuevo gobierno pudo ser formado finalmente en diciembre, tras nueve meses de negociaciones, pero los ministerios estratégicos de Defensa y de Interior siguen sin ser atribuidos.
El ataque más mortífero fue cometido alrededor de las 10H00 (07H00 GMT) en el centro de la capital provincial, Baquba, a 60 km de Bagdad, cuando un kamikaze al volante de una ambulancia cargada de explosivos embistió la entrada principal de una base de las fuerzas de seguridad.
Catorce personas murieron y 120 resultaron heridas, indicó Faris al Azzawi, portavoz del servicio de salud de la provincia de Diyala, de la que Baquba es la capital.
Sumaya Sabr, de 53 años de edad, resultó gravemente herida en la cabeza por la explosión, que se produjo cuando ella se dirigía a pie al mercado.
"Me encontraba a cien metros de la entrada de la base", contó la mujer en el hospital donde es atendida. "Vi la ambulancia llegar y guardias salir al encuentro del vehículo. Después estalló y yo perdí el conocimiento", dijo.
La potencia de la explosión produjo destrozos considerables en la base, utilizada por un servicio encargado de la protección de los edificios públicos, y en varios establecimientos vecinos, entre ellos un hospital y una escuela primaria, en la que tres niños y una maestra fueron heridos, precisó un oficial de la comandancia de operaciones de Baquba.
El oficial agregó que en la base se había recibido poco antes un llamado telefónico de un hombre que dijo pertenecer a los servicios de salud y que anunció la llegada de la ambulancia, lo que facilitó el acercamiento al lugar del autor del atentado.
Una hora y media más tarde, otro kamikaze hizo estallar su vehículo en medio de peregrinos chiitas en Ghalbiya, unos 20 km al oeste de Baquba, indicó un oficial de la comandancia de operaciones de la provincia.
Dos peregrinos murieron y 16 resultaron heridos, entre éstos el vicegobernador de la provincia, Saadek al Husseini, tres de sus guardaespaldas y dos periodistas de un canal local.
El vicegobernador estaba en el lugar para saludar a los peregrinos que se dirigían hacia la ciudad de Kerbala, al sur de Bagdad, para participar en una ceremonia religiosa.
Antiguo bastión de Al Qaida, la provincia de Diyala sigue siendo una de las regiones más violentas de Irak a raíz de las graves tensiones étnicas y confesionales.
Estos dos atentados se producen al día siguiente del ataque suicida perpetrado en Tikrit, al norte de Bagdad, contra un centro de reclutamiento de la policía, que causó 50 muertos y 150 heridos, según el ministerio del Interior, es decir el más mortífero desde la matanza perpetrada en la catedral católica siríaca de Bagdad el 31 de octubre.
En Irak, un nuevo gobierno pudo ser formado finalmente en diciembre, tras nueve meses de negociaciones, pero los ministerios estratégicos de Defensa y de Interior siguen sin ser atribuidos.
El ataque más mortífero fue cometido alrededor de las 10H00 (07H00 GMT) en el centro de la capital provincial, Baquba, a 60 km de Bagdad, cuando un kamikaze al volante de una ambulancia cargada de explosivos embistió la entrada principal de una base de las fuerzas de seguridad.
Catorce personas murieron y 120 resultaron heridas, indicó Faris al Azzawi, portavoz del servicio de salud de la provincia de Diyala, de la que Baquba es la capital.
Sumaya Sabr, de 53 años de edad, resultó gravemente herida en la cabeza por la explosión, que se produjo cuando ella se dirigía a pie al mercado.
"Me encontraba a cien metros de la entrada de la base", contó la mujer en el hospital donde es atendida. "Vi la ambulancia llegar y guardias salir al encuentro del vehículo. Después estalló y yo perdí el conocimiento", dijo.
La potencia de la explosión produjo destrozos considerables en la base, utilizada por un servicio encargado de la protección de los edificios públicos, y en varios establecimientos vecinos, entre ellos un hospital y una escuela primaria, en la que tres niños y una maestra fueron heridos, precisó un oficial de la comandancia de operaciones de Baquba.
El oficial agregó que en la base se había recibido poco antes un llamado telefónico de un hombre que dijo pertenecer a los servicios de salud y que anunció la llegada de la ambulancia, lo que facilitó el acercamiento al lugar del autor del atentado.
Una hora y media más tarde, otro kamikaze hizo estallar su vehículo en medio de peregrinos chiitas en Ghalbiya, unos 20 km al oeste de Baquba, indicó un oficial de la comandancia de operaciones de la provincia.
Dos peregrinos murieron y 16 resultaron heridos, entre éstos el vicegobernador de la provincia, Saadek al Husseini, tres de sus guardaespaldas y dos periodistas de un canal local.
El vicegobernador estaba en el lugar para saludar a los peregrinos que se dirigían hacia la ciudad de Kerbala, al sur de Bagdad, para participar en una ceremonia religiosa.
Antiguo bastión de Al Qaida, la provincia de Diyala sigue siendo una de las regiones más violentas de Irak a raíz de las graves tensiones étnicas y confesionales.
Estos dos atentados se producen al día siguiente del ataque suicida perpetrado en Tikrit, al norte de Bagdad, contra un centro de reclutamiento de la policía, que causó 50 muertos y 150 heridos, según el ministerio del Interior, es decir el más mortífero desde la matanza perpetrada en la catedral católica siríaca de Bagdad el 31 de octubre.
