Otras dos personas sufrieron heridas en este accidente.
La tentación de enriquecerse rápidamente gracias a las antigüedades de todo tipo que siguen enterradas en Egipto, sobre todo en las regiones de Luxor, Asuán y el Cairo, ricas en sitios faraónicos, llevan a algunas personas a realizar excavaciones clandestinas en condiciones de seguridad precarias.
"Nosotros deberíamos trabajar a varios niveles para poner fin a esos proyectos de obtener dinero fácil, la gente cava en busca de una ilusión", declaró a la AFP Mansur Boreik, jefe del Departamento de Antigüedades de Luxor.