La crisis, que llevaba incubándose varios días, degeneró en violencia este fin de semana y estaba perturbando el suministro de agua de la capital Nueva Delhi, vecina del Estado de Haryana, donde se produjeron los disturbios.
La crisis ha alcanzado tales proporciones que el sábado, miles de soldados fueron enviados a este estado y se les dio permiso para disparar de forma discrecional. La víspera, unos agitadores quemaron casas y estaciones, y bloquearon autovías.
Según el jefe de la policía del estado de Haryana, Yash Pal Singal, en los disturbios murieron diez personas en los tres últimos días, y unas 150 resultaron heridas.
En la vanguardia del movimiento están los miembros de la influyente casta de los Jat. Estos exigen una cuota de empleos en la función pública, y un determinado número de plazas para sus hijos en las universidades.
Sin embargo, esta política no le gusta a otras castas, que estiman salir perjudicadas. Los Jat responden que están teniendo dificultades en progresar, pese al fuerte crecimiento económico del país.
Pese al refuerzo de la seguridad, los alborotadores salieron a las calles la madrugada del domingo e incendiaron varias tiendas en la localidad de Rohtak, indicó la policía a la AFP.
"Más de diez edificios fueron quemados, y en dos lugares se han saqueado comercios y distribuidores de billetes", explicó un portavoz policial.
La situación era también difícil en la cercana ciudad de Jhajjar.
"No controlamos la situación, que es muy tensa, con miles de manifestantes rodeando el principal barrio administrativo", dijo a la AFP Rajiv Kumar, jefe de la policía.
La crisis está incidiendo en Nueva Delhi, cuyo suministro de agua se está viendo perturbado.
Grupos de manifestantes provocaron el cierre de las compuertas de un canal de Haryana, que alimenta las centrales de tratamiento de aguas de la capital india.
Por esa razón, el jefe del ejecutivo de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, anunció el racionamiento de agua en la capital, y añadió que las escuelas estarán cerradas el lunes para ahorrar.
Para tratar de calmar la situación estaban previstas unas negociaciones la noche de este domingo en Nueva Delhi, entre representantes de los Jat y el ministro indio del Interior, Rajnath Singh.
La crisis ha alcanzado tales proporciones que el sábado, miles de soldados fueron enviados a este estado y se les dio permiso para disparar de forma discrecional. La víspera, unos agitadores quemaron casas y estaciones, y bloquearon autovías.
Según el jefe de la policía del estado de Haryana, Yash Pal Singal, en los disturbios murieron diez personas en los tres últimos días, y unas 150 resultaron heridas.
En la vanguardia del movimiento están los miembros de la influyente casta de los Jat. Estos exigen una cuota de empleos en la función pública, y un determinado número de plazas para sus hijos en las universidades.
Sin embargo, esta política no le gusta a otras castas, que estiman salir perjudicadas. Los Jat responden que están teniendo dificultades en progresar, pese al fuerte crecimiento económico del país.
Pese al refuerzo de la seguridad, los alborotadores salieron a las calles la madrugada del domingo e incendiaron varias tiendas en la localidad de Rohtak, indicó la policía a la AFP.
"Más de diez edificios fueron quemados, y en dos lugares se han saqueado comercios y distribuidores de billetes", explicó un portavoz policial.
La situación era también difícil en la cercana ciudad de Jhajjar.
"No controlamos la situación, que es muy tensa, con miles de manifestantes rodeando el principal barrio administrativo", dijo a la AFP Rajiv Kumar, jefe de la policía.
La crisis está incidiendo en Nueva Delhi, cuyo suministro de agua se está viendo perturbado.
Grupos de manifestantes provocaron el cierre de las compuertas de un canal de Haryana, que alimenta las centrales de tratamiento de aguas de la capital india.
Por esa razón, el jefe del ejecutivo de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, anunció el racionamiento de agua en la capital, y añadió que las escuelas estarán cerradas el lunes para ahorrar.
Para tratar de calmar la situación estaban previstas unas negociaciones la noche de este domingo en Nueva Delhi, entre representantes de los Jat y el ministro indio del Interior, Rajnath Singh.