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Helga Schmid, vicesecretaria general del Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea (UE), y Ali Bagheri, adjunto del principal negociador nuclear iraní, Said Jalili, se reunieron a las 10H00 (07H00 GMT) en Estambul, afirmó la agencia oficial iraní ISNA.
Poco antes, Maja Kocijancic, portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, había indicado que el encuentro sería cerrado a la prensa y que se celebraría a las 10H30 en un lugar mantenido en secreto.
Los dos diplomáticos se reúnen para "buscar una base común y una coordinación entre los enfoques del grupo 5+1 y de Irán, y también para preparar el terreno para una conversación telefónica entre (...) Jalili y Ashton", indicó ISNA.
El grupo 5+1 está formado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania, y pide que Irán suspenda el enriquecimiento de uranio al 20% porque sospechan que la República Islámica intenta dotarse de armas atómicas. Para fabricar una bomba atómica se necesita uranio enriquecido al 90%.
Además, el grupo pide que Irán envíe el uranio para que sea enriquecido en el extranjero, y que cierre una planta subterránea de enriquecimiento.
El encuentro de este martes había sido anunciado el 4 de julio, luego de una reunión técnica en Estambul.
Un auxiliar de Ashton, Michael Mann, había entonces destacado que el encuentro de Schmid y Bagheri sería seguido por un "contacto" entre la propia Ashton y Jalili.
Sin embargo, la mención de ISNA de una "conversación telefónica" y no de un encuentro podría indicar que este martes no se hicieron suficientes progresos.
Altos representantes del grupo 5+1 y de Irán no lograron aproximar sus posiciones y puntos de vista sobre el programa nuclear iraní durante una reunión de dos días que se realizó en Moscú el 18 y 19 de junio.
El 4 de julio se convocó una reunión de expertos en Estambul para evitar la ruptura total del proceso diplomático de negociación. Luego de esas reuniones, Rusia había manifestado que hubo "ciertos progresos".
Irán afirma que el uranio enriquecido al 20% sería únicamente para fabricar combustible para su reactor de investigaciones en Teherán, y descarta de plano abandonar el enriquecimiento porque lo considera un derecho en el marco del Tratado de No proliferación de armas nucleares, del que es firmante.
