Disparo que mató a soldado español en el sur del Líbano no era "aislado", según informe (prensa)

El "informe reservado instruido por el Estado Mayor de la Defensa", publicado tres meses después de la muerte del cabo Francisco Javier Soria Toledo, atribuida por España a disparos israelíes tras un ataque del movimiento chiíta Hezbolá en el sur del líbano, se basa en declaraciones de soldados españoles presentes en el puesto de vigilancia.

Según el diario, primero se produjeron unos lanzamientos de cohetes desde el Líbano por parte de Hezbolá a territorio israelí y "unos 20 minutos después se desencadena la represalia israelí".

Hacia las 11h40, el cabo Iván López Sánchez "no ve de donde salen, pero sí donde caen. Y lo hacen cada vez más cerca. 'Con cada caída de proyectil iban corrigiendo la trayectoria, desde la localidad de Majidiye hacia la posición 4-28'", donde están los soldados españoles.

Hacia mediodía, el sargento Julio Javier García también habla de caída de proyectiles a unos 500 metros al norte del destacamento y poco después observa "como están corrigiendo la trayectoria hacia la posición".

Finalmente, se producen "dos explosiones muy cercanas: una cayó detrás de la pared de hormigón del aparcamiento de visitas y la siguiente impactó directamente contra la torre de vigilancia principal", donde se encontraba el soldado fallecido.

Todavía con los proyectiles cayendo, ya que el bombardeo duró hasta cerca de las 15h15, sus compañeros intentan contactar con él y al no lograrlo suben a la torre, donde lo encuentran muerto a las 12h30.

Según el informe de Naciones Unidas sobre este incidente, citado por El País, Israel había advertido a los cascos azules a las 11h40 que debían evitar salir, pero sin dar mayores detalles. 

Soria integraba desde noviembre de 2014 un contingente español, con base en Marjayún, integrado de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), encargada de vigilar la frontera israelo-libanesa y formada por 10.274 militares procedentes de 36 países.

La muerte de Soria elevó a 13 el número de soldados españoles muertos en misión en el Líbano, seis de los cuales, tres de ellos de origen colombiano, fallecieron en junio de 2007 al estallar un coche bomba cerca de su patrulla en Jiam.