
Las fuerzas de seguridad respondieron, matando a ocho asaltantes, según un nuevo balance de la misma fuente. Un primer balance situaba en cinco la cifra de miembros de Al Qaida muertos.
El ataque tuvo lugar cerca de Mansura, uno de los principales barrios de Adén, una región hasta ahora relativamente al margen de las acciones de la red extremista.
Al Qaida reforzó su presencia en el sur y en el este de Yemen, gracias al debilitamiento del poder central provocado por un levantamiento popular que duró más de un año y forzó la salida del presidente Ali Abdalá Saleh.
La provincia de Abyane, que linda con la de Adén, es el principal feudo de Al Qaida. Allí han muerto al menos 222 personas, entre ellos 183 de sus partidarios, en cinco días de combates, según una fuente militar.