Dos manifestantes muertos durante protestas antigubernamentales en Bahréin


MANAMA, (AFP) - Dos manifestantes chiitas murieron en protestas antigubernamentales reprimidas por la policía en Bahréin, un reino del Golfo bajo una dinastía sunita donde el bloque opositor suspendió su participación en el Parlamento por la "represión" de las marchas, que continuaban este martes.



Hamad Bin Aisa Al Jalifa, rey de Bahrein.
Hamad Bin Aisa Al Jalifa, rey de Bahrein.
Siguiendo la estela de las sublevaciones en Túnez y Egipto, proseguían las protestas convocadas por internautas que llamaron en Facebook a manifestarse para pedir reformas políticas y sociales en el país, de mayoría chiita.
El bloque chiita en el Parlamento, el movimiento Al Wifaq, que cuenta con 18 diputados sobre un total de 40, anunció que suspendía su participación en la asamblea en respuesta a la "salvaje" represión de las manifestaciones.
Bahréin, cuyas reservas de petróleo están prácticamente agotadas, es relativamente pobre en comparación con las otras monarquías petroleras de la región.
Al principio del movimiento, el lunes, la policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a cientos de manifestantes en varias localidades chiitas, según testigos.
Un joven manifestante, Alí Msheimeh, murió como consecuencia de las heridas sufridas por la noche en el pueblo chiita de Diya, al este de Manama. Las autoridades anunciaron una investigación para determinar si la policía había recurrido de forma "injustificada a las armas".
Un segundo manifestante chiita, Fadel Salman Matruk, murió al ser alcanzado por una "bala de fragmentación" durante la dispersión de una concentración el martes ante un hospital de Manama antes del funeral de Msheimeh, según el diputado de la oposición Jalil Ibrahim al Marzuq.
El ministerio del Interior informó en un comunicado en Twitter que un "enfrentamiento opuso ciertas personas que participaban en los funerales a una patrulla de las fuerzas de seguridad", lo cual provocó la muerte de Mabruk.
En un comunicado, el movimiento Al Wifaq afirmó apoyar "las reivindicaciones legítimas del pueblo que reclama una reforma política radical y la alternancia pacífica del poder".
En su mensaje televisivo, el rey, jeque Hamad ben Isa Al Jalifa, subrayó que "las reformas siguen avanzando en Bahréin y no se detendrán", asegurando que "la libertad de expresión es un derecho reconocido por la Constitución".
Además, en un tono conciliador, el monarca manifestó su tristeza por "el deceso de dos de nuestros queridos hijos".
"Que todo el mundo sepa que nosotros hemos encargado al viceprimer ministro Jawad ben Salem al Aarid", un chiita, "formar una comisión especial para determinar los motivos que desembocaron en esos lamentables incidentes y que nuestra principal preocupación es la seguridad del país y de los ciudadanos", agregó.
El jeque añadió que iba a "pedir al poder legislativo que analizara este fenómeno", en referencia a las protestas, "y proponer legislaciones adecuadas para remediarlo en el interés de la nación y de los ciudadanos".
A su llegada al poder tras la muerte de su padre en marzo de 1999, el rey lanzó en 2001 un proceso de apertura política tras un periodo de disturbios antigubernamentales animados por la oposición chiita y que dejaron unos cuarenta muertos.
Tras estos disturbios, Bahréin se dotó en 2002 de un parlamento bicameral donde el poder legislativo está repartido entre una asamblea de 40 miembros electos por sufragio universal directo y un consejo consultivo, cuyos 40 miembros están nombrados por el soberano y que puede bloquear cualquier iniciativa de la asamblea electa.
Martes, 15 de Febrero 2011
AFP, Agencia France-Presse
           


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