El ataque, que dejó otro militar herido, tuvo lugar al sur de la ciudad de Al Arish.
Desde que el ejército destituyera y detuviera al presidente islamista Mohamed Mursi en julio de 2013, los atentados contra las fuerzas del orden se han multiplicado, especialmente, en el norte del Sinaí, donde los ataques son casi diarios.
Grupos yihadistas, principalmente, reivindican estos atentados, que aseguran perpetrar en represalia por la sangrienta represión contra los partidarios de Mursi.