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Política
Iván Duque
En su primer discurso como jefe de Estado y en el marco de la ceremonia de posesión, Duque aseguró que su Gobierno se caracterizará por la "construcción de consensos" y estará "libre de odios y revanchas".
Al referirse al acuerdo de paz firmado por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) con su antecesor, Juan Manuel Santos, Duque dijo que está a favor del desarme y la desmovilización de los grupos guerrilleros, pero que es necesario corregir cosas que no se han hecho bien.
Específicamente se refirió a la implementación de dicho acuerdo de paz, que desde que se firmó, en noviembre de 2016, ha tenido algunos retrasos, atribuidos principalmente a la falta de acción del Estado.
El nuevo presidente señaló que su principal preocupación estará en la atención a las víctimas del conflicto armado, para que en el marco del acuerdo de paz tengan derecho a la verdad, la justicia, la reparación moral y económica y a la garantía de que lo que sufrieron no se repetirá.
Duque, del partido de derecha radical Centro Democrático, dijo durante la campaña electoral que buscará reformar uno de los principales puntos del acuerdo de paz, referido a la Jurisdicción Especial de Paz, un tribunal que juzgará a quienes participaron en el conflicto, entre ellos los miembros de las FARC, miembros de la fuerza pública y particulares.
Sin embargo, durante su discurso de posesión no se refirió a este punto en particular y señaló que corregirá lo que llamó "fallas estructurales que se han hecho evidentes" en la fase de la implementación.
En el caso de la negociación con el ELN (Ejército de Liberación Nacional), que empezó en febrero del año pasado en Ecuador y se trasladó hace algunos meses a Cuba, Duque dijo que hará un análisis durante los primeros 30 días de su Gobierno para tomar decisiones.
El mandatario dijo que hará una "evaluación juiciosa, prudente, responsable y analítica" de ese proceso de paz junto con las Naciones Unidas, la Iglesia católica y los países que respaldan la negociación.
"Pero quiero dejar claro que un proceso creíble debe cimentarse en el cese total de acciones criminales con una estricta supervisión internacional", advirtió Duque.
El sexto ciclo de negociaciones entre el anterior Gobierno y el ELN concluyó el 30 de julio sin un acuerdo de cese el fuego. El grupo guerrillero se ha declarado a la expectativa desde entonces sobre el futuro del proceso en la nueva administración.
En sus primeras palabras como presidente, ante cerca de 3.000 invitados en la Plaza de Nariño, entre ellos 10 jefes de Estado, Duque usó un tono conciliador y aseguró que a la Presidencia "llegó una nueva generación motivada por el servicio, comprometida con el futuro, sin prejuicios del pasado e inspirada en la justicia social y la seguridad".
Asimismo, pidió al país superar las diferencias entre la derecha y la izquierda, que se ahondaron en la campaña electoral, con el argumento de que los dogmatismos pueden llevar a un país al fracaso.
Al referirse al acuerdo de paz firmado por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) con su antecesor, Juan Manuel Santos, Duque dijo que está a favor del desarme y la desmovilización de los grupos guerrilleros, pero que es necesario corregir cosas que no se han hecho bien.
Específicamente se refirió a la implementación de dicho acuerdo de paz, que desde que se firmó, en noviembre de 2016, ha tenido algunos retrasos, atribuidos principalmente a la falta de acción del Estado.
El nuevo presidente señaló que su principal preocupación estará en la atención a las víctimas del conflicto armado, para que en el marco del acuerdo de paz tengan derecho a la verdad, la justicia, la reparación moral y económica y a la garantía de que lo que sufrieron no se repetirá.
Duque, del partido de derecha radical Centro Democrático, dijo durante la campaña electoral que buscará reformar uno de los principales puntos del acuerdo de paz, referido a la Jurisdicción Especial de Paz, un tribunal que juzgará a quienes participaron en el conflicto, entre ellos los miembros de las FARC, miembros de la fuerza pública y particulares.
Sin embargo, durante su discurso de posesión no se refirió a este punto en particular y señaló que corregirá lo que llamó "fallas estructurales que se han hecho evidentes" en la fase de la implementación.
En el caso de la negociación con el ELN (Ejército de Liberación Nacional), que empezó en febrero del año pasado en Ecuador y se trasladó hace algunos meses a Cuba, Duque dijo que hará un análisis durante los primeros 30 días de su Gobierno para tomar decisiones.
El mandatario dijo que hará una "evaluación juiciosa, prudente, responsable y analítica" de ese proceso de paz junto con las Naciones Unidas, la Iglesia católica y los países que respaldan la negociación.
"Pero quiero dejar claro que un proceso creíble debe cimentarse en el cese total de acciones criminales con una estricta supervisión internacional", advirtió Duque.
El sexto ciclo de negociaciones entre el anterior Gobierno y el ELN concluyó el 30 de julio sin un acuerdo de cese el fuego. El grupo guerrillero se ha declarado a la expectativa desde entonces sobre el futuro del proceso en la nueva administración.
En sus primeras palabras como presidente, ante cerca de 3.000 invitados en la Plaza de Nariño, entre ellos 10 jefes de Estado, Duque usó un tono conciliador y aseguró que a la Presidencia "llegó una nueva generación motivada por el servicio, comprometida con el futuro, sin prejuicios del pasado e inspirada en la justicia social y la seguridad".
Asimismo, pidió al país superar las diferencias entre la derecha y la izquierda, que se ahondaron en la campaña electoral, con el argumento de que los dogmatismos pueden llevar a un país al fracaso.
