EEUU-Pakistán, una alianza estratégica bajo tensión


WASHINGTON, Christophe Schmidt, (AFP) - Los últimos incidentes graves en la frontera afgano-paquistaní ilustran la tensión existente entre Estados Unidos y Pakistán, aliados clave, pero ambiguos, en la guerra contra el islamismo talibán.



EEUU-Pakistán, una alianza estratégica bajo tensión
Washington se esmera en cuidar a Islamabad, afirmando que ambos gobiernos combaten a Al Qaida "codo a codo", pese a una cascada de indicios en sentido contrario desde hace una semana.
Primero, Pakistán cerró el principal punto de pasaje en Afganistán a los convoyes de aprovisionamiento militar estadounidense, tras la muerte de tres soldados paquistaníes abatidos el 30 de septiembre por un helicóptero norteamericano de la OTAN.
La incursión de ese aparato se suma a una campaña sin precedentes de disparos de drones (aviones no tripulados) estadounidenses contra las zonas tribales, que Pakistán calificó de "no justificados". En represalia, los talibanes han incendiado en una semana al menos 120 camiones que transportan vituallas o carburante destinado a las fuerzas internacionales en Afganistán.
El jefe estadounidense de la OTAN se disculpó por la incursión del helicóptero. Pero al mismo tiempo, la Casa Blanca acusó al Ejército paquistaní -en un informe presentado ante el Congreso- de evitar "los enfrentamientos directos" con los talibanes afganos y ante los militantes de Al Qaida.
Además, la intensificación de los disparos de los drones refuerzan el profundo sentimiento anti-norteamericano entre la población paquistaní, dejando a Islamabad muy mal parado.
Los analistas interrogados por la AFP destacan además que Pakistán hace la guerra a ciertos grupos talibanes instalados en su territorio, pero protege a otros, entre ellos a los que se enfrentan a las tropas de la OTAN en Afganistán.
El posible inicio del retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán en el verano boreal de 2011, está en el centro de este complejo juego practicado por ciertos altos responsables paquistaníes.
Para ellos, explica el ex diplomático norteamericano Dan Markey, algunos talibanes "serán la mejor ventaja para reconstruir una histórica influencia paquistaní en Afganistán", y de esa forma contrarrestar la de la India, su enemigo histórico.
Estos conflictos de intereses y de prioridades entre Washington e Islamabad son antiguos. Para intentar superarlos, la administración Obama acompañó sus refuerzos militares en Afganistán con una vasta campaña diplomática en dirección a Pakistán, encarnada en los dos viajes destacados de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y sobre todo por el voto de una ayuda estadounidense récord de 7.500 millones de dólares.
Estados Unidos se puso también a la cabeza de los esfuerzos internacionales para limitar los efectos de las inundaciones que han afectado a Pakistán en este verano boreal.
Washington mantiene por ahora un perfil bajo. Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, saludó el jueves la "presión" a la cual el Ejército de Pakistán somete a Al Qaida en las zonas tribales.
Fue en una de esas regiones, Waziristan del Norte, donde habrían surgido los proyectos de atentar en Francia, Gran Bretaña y Alemania.
India y Estados Unidos también han sido amenazados, dijo Micah Zenko, del Consejo de Asuntos Exteriores (CFR).
"No sé durante cuánto tiempo aún la administración Obama podrá tolerar tal nivel de amenaza", se preguntó Zenko. Y de todas formas, "un ataque en suelo estadounidense obligaría a la administración a cambiar su enfoque" sobre Pakistán, precisó.
Viernes, 8 de Octubre 2010
AFP (Agence France-Presse)
           


Nuevo comentario:

Noticias | Política | Ideas | Personalidades | Doctrinas | Cultura | Patrimonio cultural | Libros | Diálogo | Investigación | Literatura | Artes | Educación | Comunicación | Ciencia | Entretenimiento | Turismo | Sociedad | Deporte