También llegaron reacciones de otros países como Turquía, Alemania, Japón o Arabia Saudí, que respaldaron la actuación de Washington y sus aliados. Siria, que condenó el ataque con dureza, recibió el apoyo no sólo de Rusia, sino también de Irán, la milicia chiita Hizbolá o grupos palestinos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la noche del viernes en Washington los ataques en un discurso a la nación. Los ataques fueron ordenados en represalia por el supuesto ataque químico del Gobierno de Bashar al Assad contra la ciudad siria de Duma. En ese ataque contra el último bastión rebelde de Guta Oriental murieron 42 personas, según la organización humanitaria Cascos Blancos.
"No son las acciones de un ser humano, sino los crímenes de un monstruo", señaló el mandatario estadounidense, que se mostró preparado para "mantener esta respuesta hasta que el Gobierno sirio ponga fin a la utilización de armas químicas". Dirigiéndose a Rusia y a Irán, los principales aliados del Gobierno sirio, preguntó: "¿Qué tipo de naciones quieren ser asociadas con el asesinato masivo de hombres, mujeres y niños inocentes?".
El ataque militar contra Siria se limitó a tres objetivos y se centró en la infraestructura de producción de armas químicas, señaló el Departameno de Defensa estadounidense. Fue una acción limitada y única, aunque más amplia que la del año pasado, dijo el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis. De acuerdo con la información disponible, no se produjeron muertos.
Según la agencia estatal siria Sana, fue atacado un centro de investigación en la localidad de Barsah, al norte de la capital, Damasco. Los misiles también alcanzaron un depósito del Ejército en la región de Homs. Tras el inicio del ataque en la capital siria se oyeron fuertes explosiones, informaron algunos de sus habitantes. La televisión estatal mostró imágenes de ciudadanos saliendo a las calles de Damasco para apoyar al Gobierno.
Al Assad se mostró desafiante en su primera reacción y aseguró que "la agresión sólo aumentará la determinación de Siria y del pueblo sirio para seguir luchando y pulverizando al terrorismo en cada rincón del país". "Una vez más, Estados Unidos y el eje de apoyo al terrorismo demuestran que violan el derecho internacional del que hablan vanagloriándose en Naciones Unidas", afirmó la agencia Sana.
Tanto Siria como Rusia, su principal aliado, aseguraron que en el ataque se dispararon más de un centenar de misiles pero que gran parte de ellos fueron derribados por el sistema de defensa antiaéreo sirio. Según el Ejército sirio, el ataque comenzó a las 03:55 hora local (00:55 GMT).
Rusia amenazó con consecuencias y su presidente, Vladimir Putin, condenó "con dureza el ataque contra Siria, donde soldados rusos ayudan al Gobierno legítimo en la guerra contra el terrorismo". "Con sus acciones, Estados Unidos está exacerbando la catástrofe humanitaria en Siria y llevando el sufrimiento a los civiles", dijo el mandatario, que advirtió que esa actuación provocará "una nueva ola de refugiados de ese país y de toda la región".
Putin acusó además a Washington, París y Londres de utilizar un ataque químico falso para justificar su agresión, en referencia al supuesto ataque de la semana pasada contra Duma, del que Trump y sus aliados responsabilizan al Gobierno sirio. Moscú ya había afirmado el viernes que se trató de un montaje en el que intervino Reino Unido.
Según Putin, los expertos rusos no encontraron sustancias tóxicas que confirmasen un ataque químico en Duma . El jefe del Kremlin acusó a otros países de no esperar a tener los resultados de los especialistas de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
También el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, condenó el ataque y llamó "criminales" a los líderes de los países que lo llevaron a cabo. Teherán considera que el ataque viola la legalidad internacional y condena que se usaran acusaciones no probadas del uso de armas químicas como excusa.
La primera ministra británica, Theresa May, afirmó, sin embargo, que los ataques fueron "correctos y legales" y calificó de "absurdas" las acusaciones de Rusia de que su país intervino en un montaje sobre el ataque químico a Duma.
Los ataques tenían como objetivo "aliviar el sufrimiento humanitario" de los civiles sirios, aseguró May, para quien no hubo "alternativa viable a la intervención de las fuerzas militares". "No podemos permitir que la utilización de armas químicas sea normal. En Siria, en las calles de Reino Unido o en cualquier otro lugar del mundo", dijo May tras los ataques.
El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que no se puede tolerar el uso de armas químicas. Suponen un peligro para la población siria y "nuestra seguridad común", aseguró. Su ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, aseguró que fue un ataque "proporcionado y selectivo" y pidio un "plan para salir de la crisis" en Siria. "Estamos dispuestos a partir de ahora a trabajar con todos los países que quieran contribuir a ello", dijo.
Trump, Macron y May recibieron el apoyo de parte de la comunidad internacional. Para Turquía se trato de una "respuesta apropiada al ataque químico" en Duma, mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, consideró que fue "necesario y razonable". También Canadá, Japón o Arabia Saudí -enemigo de Irán en la región- respaldaron la acción aliada, así como la OTAN.
Aun así, hubo voces que alertaron de un agravamiento de la situación. El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, advirtió que esta acción "no puede ni debe ser el inicio de una escalada".
En la misma dirección habló el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que subrayó la "importancia de no seguir aumentando las tensiones en la región" durante una conversación telefónica con May.
La alta representante de Exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini, también pidió evitar un aumento de la violencia "con consecuencias incalculables para Oriente Medio e incluso el mundo entero".
En tanto, el primer equipo de expertos de la OPAQ, que ya está en Siria, aseguró que continuará con su despliegue para investigar la denuncia del uso de armas químicas en Duma. Mientras, la ONU está evaluando la seguridad del grupo.
No es la primera vez que Estados Unidos y el presidente Trump atacan directamente al Gobierno de Al Assad. Hace un año, militares estadounidenses bombardearon la base aérea siria de Shairat como reacción a un presunto ataque químico con decenas de muertos en la ciudad de Jan Sheijun del que expertos de la ONU responsabilizaron a Assad. Pero la intervención de Estados Unidos entonces fue considerada simbólica.
En los últimos años, al Gobierno sirio se lo acusó una y otra vez de utilizar armas químicas. El ataque más grave tuvo lugar en 2013 en Guta Oriental. Unas 1.400 personas murieron, entre ellas muchos niños.
El gobierno sirio destruyó sus armas químicas en 2014 a petición de Rusia. SI hubiera sido útil utilizar las armas químicas en la guerra, habría sido para matar a combatientes, como hacían los iraquíes contra los iraníes en la guerra entre esos dos países en los años 80.
Por eso es probable que se trate de un montaje para provocar una intervención, que si se limita a este ataque, no cambia el curso de la guerra.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la noche del viernes en Washington los ataques en un discurso a la nación. Los ataques fueron ordenados en represalia por el supuesto ataque químico del Gobierno de Bashar al Assad contra la ciudad siria de Duma. En ese ataque contra el último bastión rebelde de Guta Oriental murieron 42 personas, según la organización humanitaria Cascos Blancos.
"No son las acciones de un ser humano, sino los crímenes de un monstruo", señaló el mandatario estadounidense, que se mostró preparado para "mantener esta respuesta hasta que el Gobierno sirio ponga fin a la utilización de armas químicas". Dirigiéndose a Rusia y a Irán, los principales aliados del Gobierno sirio, preguntó: "¿Qué tipo de naciones quieren ser asociadas con el asesinato masivo de hombres, mujeres y niños inocentes?".
El ataque militar contra Siria se limitó a tres objetivos y se centró en la infraestructura de producción de armas químicas, señaló el Departameno de Defensa estadounidense. Fue una acción limitada y única, aunque más amplia que la del año pasado, dijo el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis. De acuerdo con la información disponible, no se produjeron muertos.
Según la agencia estatal siria Sana, fue atacado un centro de investigación en la localidad de Barsah, al norte de la capital, Damasco. Los misiles también alcanzaron un depósito del Ejército en la región de Homs. Tras el inicio del ataque en la capital siria se oyeron fuertes explosiones, informaron algunos de sus habitantes. La televisión estatal mostró imágenes de ciudadanos saliendo a las calles de Damasco para apoyar al Gobierno.
Al Assad se mostró desafiante en su primera reacción y aseguró que "la agresión sólo aumentará la determinación de Siria y del pueblo sirio para seguir luchando y pulverizando al terrorismo en cada rincón del país". "Una vez más, Estados Unidos y el eje de apoyo al terrorismo demuestran que violan el derecho internacional del que hablan vanagloriándose en Naciones Unidas", afirmó la agencia Sana.
Tanto Siria como Rusia, su principal aliado, aseguraron que en el ataque se dispararon más de un centenar de misiles pero que gran parte de ellos fueron derribados por el sistema de defensa antiaéreo sirio. Según el Ejército sirio, el ataque comenzó a las 03:55 hora local (00:55 GMT).
Rusia amenazó con consecuencias y su presidente, Vladimir Putin, condenó "con dureza el ataque contra Siria, donde soldados rusos ayudan al Gobierno legítimo en la guerra contra el terrorismo". "Con sus acciones, Estados Unidos está exacerbando la catástrofe humanitaria en Siria y llevando el sufrimiento a los civiles", dijo el mandatario, que advirtió que esa actuación provocará "una nueva ola de refugiados de ese país y de toda la región".
Putin acusó además a Washington, París y Londres de utilizar un ataque químico falso para justificar su agresión, en referencia al supuesto ataque de la semana pasada contra Duma, del que Trump y sus aliados responsabilizan al Gobierno sirio. Moscú ya había afirmado el viernes que se trató de un montaje en el que intervino Reino Unido.
Según Putin, los expertos rusos no encontraron sustancias tóxicas que confirmasen un ataque químico en Duma . El jefe del Kremlin acusó a otros países de no esperar a tener los resultados de los especialistas de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
También el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, condenó el ataque y llamó "criminales" a los líderes de los países que lo llevaron a cabo. Teherán considera que el ataque viola la legalidad internacional y condena que se usaran acusaciones no probadas del uso de armas químicas como excusa.
La primera ministra británica, Theresa May, afirmó, sin embargo, que los ataques fueron "correctos y legales" y calificó de "absurdas" las acusaciones de Rusia de que su país intervino en un montaje sobre el ataque químico a Duma.
Los ataques tenían como objetivo "aliviar el sufrimiento humanitario" de los civiles sirios, aseguró May, para quien no hubo "alternativa viable a la intervención de las fuerzas militares". "No podemos permitir que la utilización de armas químicas sea normal. En Siria, en las calles de Reino Unido o en cualquier otro lugar del mundo", dijo May tras los ataques.
El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que no se puede tolerar el uso de armas químicas. Suponen un peligro para la población siria y "nuestra seguridad común", aseguró. Su ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, aseguró que fue un ataque "proporcionado y selectivo" y pidio un "plan para salir de la crisis" en Siria. "Estamos dispuestos a partir de ahora a trabajar con todos los países que quieran contribuir a ello", dijo.
Trump, Macron y May recibieron el apoyo de parte de la comunidad internacional. Para Turquía se trato de una "respuesta apropiada al ataque químico" en Duma, mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, consideró que fue "necesario y razonable". También Canadá, Japón o Arabia Saudí -enemigo de Irán en la región- respaldaron la acción aliada, así como la OTAN.
Aun así, hubo voces que alertaron de un agravamiento de la situación. El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, advirtió que esta acción "no puede ni debe ser el inicio de una escalada".
En la misma dirección habló el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que subrayó la "importancia de no seguir aumentando las tensiones en la región" durante una conversación telefónica con May.
La alta representante de Exteriores de la Unión Europea, Federica Mogherini, también pidió evitar un aumento de la violencia "con consecuencias incalculables para Oriente Medio e incluso el mundo entero".
En tanto, el primer equipo de expertos de la OPAQ, que ya está en Siria, aseguró que continuará con su despliegue para investigar la denuncia del uso de armas químicas en Duma. Mientras, la ONU está evaluando la seguridad del grupo.
No es la primera vez que Estados Unidos y el presidente Trump atacan directamente al Gobierno de Al Assad. Hace un año, militares estadounidenses bombardearon la base aérea siria de Shairat como reacción a un presunto ataque químico con decenas de muertos en la ciudad de Jan Sheijun del que expertos de la ONU responsabilizaron a Assad. Pero la intervención de Estados Unidos entonces fue considerada simbólica.
En los últimos años, al Gobierno sirio se lo acusó una y otra vez de utilizar armas químicas. El ataque más grave tuvo lugar en 2013 en Guta Oriental. Unas 1.400 personas murieron, entre ellas muchos niños.
El gobierno sirio destruyó sus armas químicas en 2014 a petición de Rusia. SI hubiera sido útil utilizar las armas químicas en la guerra, habría sido para matar a combatientes, como hacían los iraquíes contra los iraníes en la guerra entre esos dos países en los años 80.
Por eso es probable que se trate de un montaje para provocar una intervención, que si se limita a este ataque, no cambia el curso de la guerra.