"A pesar de que esta campaña presidencial se terminó para mí, y a partir de hoy suspendemos nuestra campaña, no abandonamos el combate", declaró Santorum el martes durante una conferencia de prensa en Gettysburg, en su feudo de Pensilvania (noreste), donde el 24 de abril tendrá lugar una elección primaria.
Inmediatamente después de la conferencia de prensa, Mitt Romney, el candidato republicano más moderado, que lleva la delantera en el número delegados necesarios para asegurarse la nominación del Partido Republicano, emitió un comunicado para "felicitar" a su ex rival "por la campaña que realizó".
"Ha demostrado ser una voz importante para el partido y para el país", destacó Romney.
Rick Santorum iba a reanudar su campaña tras la pausa de las fiestas de Pascua, marcada por la hospitalización de su hija Bella, afectada por una rara enfermedad cromosómica. Tras un fin de semana en el hospital, la niña, de 3 años, volvió a su casa el lunes de mañana.
Durante su conferencia de prensa, Santorum aseguró que el estado de salud de su hija había mejorado. "Es una luchadora", dijo.
El político, un católico conservador de 53 años, se ha mantenido en un distante segundo lugar en la primaria republicana respecto del ex gobernador de Massachusetts, Romney, pero no obstante prometió mantenerse en la lucha y expresó su esperanza de que un gran triunfo en su estado natal a finales de este mes haga renacer su candidatura.
"Seguiremos luchando por los estadounidenses que se movilizaron y nos dieron alas para llegar a donde ningún experto político había previsto", dijo Santorum, recordando que su sorpresiva victoria en las primarias de Iowa el 3 de enero y su ascenso en la carrera hacia la Casa Blanca había sorprendido a numerosos observadores.
Pero con los sondeos otorgándole un triunfo a Romney en Pensilvania, una caída de Santorum en ese estado supondría una derrota casi definitiva en sus aspiraciones.
Santorum se hallaba el martes en segunda posición, lejos del favorito, Mitt romney, en la batalla republicana para designar al adversario de Obama para los comicios del 6 de noviembre. El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich estaba en tercer lugar, delante de Ron Paul.
Gingrich indicó que mantenía su candidatura y en un comunicado difundido tras el anuncio de Santorum llamó a los partidarios de éste a seguirlo.
Expertos y analistas estimaron que Santorum siguió adelante con su campaña de 2012 a pesar de la virtual imposición de Romney en el conteo de delegados, como estrategia para presentarse como posible alternativa conservadora para los comicios presidenciales de 2016.
Inmediatamente después de la conferencia de prensa, Mitt Romney, el candidato republicano más moderado, que lleva la delantera en el número delegados necesarios para asegurarse la nominación del Partido Republicano, emitió un comunicado para "felicitar" a su ex rival "por la campaña que realizó".
"Ha demostrado ser una voz importante para el partido y para el país", destacó Romney.
Rick Santorum iba a reanudar su campaña tras la pausa de las fiestas de Pascua, marcada por la hospitalización de su hija Bella, afectada por una rara enfermedad cromosómica. Tras un fin de semana en el hospital, la niña, de 3 años, volvió a su casa el lunes de mañana.
Durante su conferencia de prensa, Santorum aseguró que el estado de salud de su hija había mejorado. "Es una luchadora", dijo.
El político, un católico conservador de 53 años, se ha mantenido en un distante segundo lugar en la primaria republicana respecto del ex gobernador de Massachusetts, Romney, pero no obstante prometió mantenerse en la lucha y expresó su esperanza de que un gran triunfo en su estado natal a finales de este mes haga renacer su candidatura.
"Seguiremos luchando por los estadounidenses que se movilizaron y nos dieron alas para llegar a donde ningún experto político había previsto", dijo Santorum, recordando que su sorpresiva victoria en las primarias de Iowa el 3 de enero y su ascenso en la carrera hacia la Casa Blanca había sorprendido a numerosos observadores.
Pero con los sondeos otorgándole un triunfo a Romney en Pensilvania, una caída de Santorum en ese estado supondría una derrota casi definitiva en sus aspiraciones.
Santorum se hallaba el martes en segunda posición, lejos del favorito, Mitt romney, en la batalla republicana para designar al adversario de Obama para los comicios del 6 de noviembre. El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich estaba en tercer lugar, delante de Ron Paul.
Gingrich indicó que mantenía su candidatura y en un comunicado difundido tras el anuncio de Santorum llamó a los partidarios de éste a seguirlo.
Expertos y analistas estimaron que Santorum siguió adelante con su campaña de 2012 a pesar de la virtual imposición de Romney en el conteo de delegados, como estrategia para presentarse como posible alternativa conservadora para los comicios presidenciales de 2016.