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Un cartel en un aeropuerto dice "bienvenido a los Estados Unidos"
El decreto de Trump, que incluye también a Chad, Irán, Libia, Siria y Yemen, argumenta que la decisión fue tomada por razones de seguridad. La nueva disposición entrará en vigor el 18 de octubre.
"Hacer que Estados Unidos sea seguro es mi prioridad número uno. No admitiremos a aquellos en nuestros país que no podamos investigar con seguridad", indicó Trump en Twitter.
Según las autoridades, los países afectados no cumplieron con las demandas de Estados Unidos para cooperar con Washington e identificar a individuos y compartir información sobre posibles delincuentes o riesgos de seguridad.
Somalia no figura en la lista, pero a los ciudadanos de ese país se le impusieron restricciones similares para entrar a Estados Unidos.
Las nuevas limitaciones de ingreso reemplazan al controvertido veto migratorio impuesto por Trump a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, que vencía el domingo.
La medida fue anunciada en enero, días después de que Trump asumiera el cargo, pero tras una serie de barreras legales el presidente revisó la orden en marzo para bloquear la llegada de personas de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
Los jueces federales bloquearon de nuevo la medida, hasta que la Corte Suprema declaró en junio que analizará el caso y permitió la entrada en vigor de una versión aún más limitada del decreto presidencial, que vencía hoy después de 90 días.
El nuevo veto suspende el ingreso de inmigrantes y visas de no inmigrantes de Chad, Libia, Siria, Corea del Norte y Yemen. En el caso de Irán suspende todo tipo de visas, salvo los permisos válidos para estudiantes y estudiantes de intercambio que son rigurosamente analizados.
En relación a Venezuela, impide el ingreso de determinados funcionarios del Gobierno y de sus familiares directos.
El decreto establece que Irak no cumplió con las demandas de Estados Unidos sobre intercambio de información, pero en lugar de restringir el ingreso de sus ciudadanos, se ordena que estos sean sometidos a análisis adicionales.
Las nuevas medidas no tienen un plazo establecido. Según la Casa Blanca, su tiempo de vigencia dependerá de las circunstancias y serán levantadas cuando los países afectados cooperen con el Gobierno en Washington "para garantizar la seguridad de los estadounidenses".
"Hacer que Estados Unidos sea seguro es mi prioridad número uno. No admitiremos a aquellos en nuestros país que no podamos investigar con seguridad", indicó Trump en Twitter.
Según las autoridades, los países afectados no cumplieron con las demandas de Estados Unidos para cooperar con Washington e identificar a individuos y compartir información sobre posibles delincuentes o riesgos de seguridad.
Somalia no figura en la lista, pero a los ciudadanos de ese país se le impusieron restricciones similares para entrar a Estados Unidos.
Las nuevas limitaciones de ingreso reemplazan al controvertido veto migratorio impuesto por Trump a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, que vencía el domingo.
La medida fue anunciada en enero, días después de que Trump asumiera el cargo, pero tras una serie de barreras legales el presidente revisó la orden en marzo para bloquear la llegada de personas de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
Los jueces federales bloquearon de nuevo la medida, hasta que la Corte Suprema declaró en junio que analizará el caso y permitió la entrada en vigor de una versión aún más limitada del decreto presidencial, que vencía hoy después de 90 días.
El nuevo veto suspende el ingreso de inmigrantes y visas de no inmigrantes de Chad, Libia, Siria, Corea del Norte y Yemen. En el caso de Irán suspende todo tipo de visas, salvo los permisos válidos para estudiantes y estudiantes de intercambio que son rigurosamente analizados.
En relación a Venezuela, impide el ingreso de determinados funcionarios del Gobierno y de sus familiares directos.
El decreto establece que Irak no cumplió con las demandas de Estados Unidos sobre intercambio de información, pero en lugar de restringir el ingreso de sus ciudadanos, se ordena que estos sean sometidos a análisis adicionales.
Las nuevas medidas no tienen un plazo establecido. Según la Casa Blanca, su tiempo de vigencia dependerá de las circunstancias y serán levantadas cuando los países afectados cooperen con el Gobierno en Washington "para garantizar la seguridad de los estadounidenses".
