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Política
WASHINGTON, Stephane Jourdain y Shaun Tandon (AFP) - El gobierno estadounidense desea una "clarificación" de los "inquietantes" dichos de Karzai, declaró el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs.
El presidente afgano, bajo fuerte presión externa para luchar contra la corrupción oficial que corroe su país, acusó el jueves a la comunidad internacional de haber cometido los masivos fraudes en los comicios de agosto pasado, que condujeron a su reelección.
"Esta es la verdad. Hubo fraudes masivos, muy masivos en las elecciones presidenciales y provinciales", dijo Karzai en un discurso en la sede de la Comisión Electoral Independiente (CEI), que tuvo a cargo la vigilancia de los comicios del 20 de agosto de 2009.
"Pero los afganos no cometieron esos fraudes. Los cometieron los extranjeros", denunció Karzai ante los miembros de la CEI, acusados de haberse sometido totalmente a los designios del mandatario.
El gobernante afgano citó a "la oficina del representante adjunto de ONU (el estadounidense Peter) Galbraith, y a (el general francés Philippe) Morillon", que dirigía la misión de observadores de la UE para las elecciones.
La comunidad internacional denunció fraudes masivos en esa consulta, y Karzai fue proclamado vencedor de hecho tras la decisión de su principal adversario, Abdul Abdulá, de abstenerse de participar en la segunda vuelta.
El embajador estadounidense en Afganistán se reunió este viernes con Karzai buscando que aclare sus "perturbadoras" declaraciones, afirmó el departamento de Estado.
"Nuestro embajador, Karl Eikenberry, se reunió hoy (viernes) con el presidente Karzai para aclarar qué quiso decir con esos comentarios", dijo el portavoz del Departamento de Estado Philip Crowley a periodistas.
"Estamos perturbados por los comentarios que hizo", agregó.
Tras la reunión, el presidente afgano llamó por teléfono a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para transmitirle su "sorpresa" por el alboroto que provocaron sus críticas al supuesto fraude.
"Durante la conversación telefónica se dijo sorprendido de que sus comentarios hayan provocado lo que denominó alboroto", precisó a la AFP este funcionario que se mantuvo en el anonimato.
Por su parte, el portavoz del departamento de Estado dijo que la conversación entre Clinton y Karzai fue "constructiva".
"El presidente Karzai reafirmó su compromiso con la alianza entre los dos países, y expresó su aprecio por la ayuda y sacrificios de la comunidad internacional", señaló Crowley.
Francia también se dijo por su lado "sorprendida" por esas acusaciones, a las que calificó de "infundadas".
Estados Unidos invadió Afganistán a fines de 2001 -tras los ataques del 11 de setiembre-, y derrocó al gobierno de los talibanes. Desde entonces mantiene tropas en ese país. Karzai fue llevado al poder por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Su reelección, confirmada en noviembre de 2009 tras el retiro de su rival de la segunda vuelta, fue aceptada finalmente por los países de la coalición internacional, que mantienen aún 128.000 soldados en el país (las dos terceras partes de ellos de nacionalidad estadounidense).
Pero desde la llegada de Obama al poder en enero de 2009, Karzai enfrenta la presión de Estados Unidos y de los países donantes para tomar medidas eficaces contra la corrupción que gangrena al Estado afgano y para garantizar que las legislativas previstas para septiembre de este año sean ejemplares.
El presidente afgano, bajo fuerte presión externa para luchar contra la corrupción oficial que corroe su país, acusó el jueves a la comunidad internacional de haber cometido los masivos fraudes en los comicios de agosto pasado, que condujeron a su reelección.
"Esta es la verdad. Hubo fraudes masivos, muy masivos en las elecciones presidenciales y provinciales", dijo Karzai en un discurso en la sede de la Comisión Electoral Independiente (CEI), que tuvo a cargo la vigilancia de los comicios del 20 de agosto de 2009.
"Pero los afganos no cometieron esos fraudes. Los cometieron los extranjeros", denunció Karzai ante los miembros de la CEI, acusados de haberse sometido totalmente a los designios del mandatario.
El gobernante afgano citó a "la oficina del representante adjunto de ONU (el estadounidense Peter) Galbraith, y a (el general francés Philippe) Morillon", que dirigía la misión de observadores de la UE para las elecciones.
La comunidad internacional denunció fraudes masivos en esa consulta, y Karzai fue proclamado vencedor de hecho tras la decisión de su principal adversario, Abdul Abdulá, de abstenerse de participar en la segunda vuelta.
El embajador estadounidense en Afganistán se reunió este viernes con Karzai buscando que aclare sus "perturbadoras" declaraciones, afirmó el departamento de Estado.
"Nuestro embajador, Karl Eikenberry, se reunió hoy (viernes) con el presidente Karzai para aclarar qué quiso decir con esos comentarios", dijo el portavoz del Departamento de Estado Philip Crowley a periodistas.
"Estamos perturbados por los comentarios que hizo", agregó.
Tras la reunión, el presidente afgano llamó por teléfono a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para transmitirle su "sorpresa" por el alboroto que provocaron sus críticas al supuesto fraude.
"Durante la conversación telefónica se dijo sorprendido de que sus comentarios hayan provocado lo que denominó alboroto", precisó a la AFP este funcionario que se mantuvo en el anonimato.
Por su parte, el portavoz del departamento de Estado dijo que la conversación entre Clinton y Karzai fue "constructiva".
"El presidente Karzai reafirmó su compromiso con la alianza entre los dos países, y expresó su aprecio por la ayuda y sacrificios de la comunidad internacional", señaló Crowley.
Francia también se dijo por su lado "sorprendida" por esas acusaciones, a las que calificó de "infundadas".
Estados Unidos invadió Afganistán a fines de 2001 -tras los ataques del 11 de setiembre-, y derrocó al gobierno de los talibanes. Desde entonces mantiene tropas en ese país. Karzai fue llevado al poder por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Su reelección, confirmada en noviembre de 2009 tras el retiro de su rival de la segunda vuelta, fue aceptada finalmente por los países de la coalición internacional, que mantienen aún 128.000 soldados en el país (las dos terceras partes de ellos de nacionalidad estadounidense).
Pero desde la llegada de Obama al poder en enero de 2009, Karzai enfrenta la presión de Estados Unidos y de los países donantes para tomar medidas eficaces contra la corrupción que gangrena al Estado afgano y para garantizar que las legislativas previstas para septiembre de este año sean ejemplares.
