«En Euskal Herria debe desarrollarse un proceso democrático» que «conduzca al escenario de la autodeterminación», concreta. Añade que para ello resulta «imprescindible» que los abertzales se unan a nivel nacional. «Ésa es la oferta de ETA, y ése es el camino que ETA defenderá e impulsará», dice.
Al hilo de ello, la organización armada incide en una constatación: «Los mandatarios españoles repiten una y otra vez que no hablarán con ETA mientras no cese la lucha armada. ¡Como si ése fuera el nudo principal del conflicto! -replica-. Los mandatarios españoles saben que el problema no es ETA. Saben, lo saben muy bien, que el problema lo tienen con este pueblo, con su voluntad política». Y concluye que la solución pasa por «abrir las puertas» a esa demanda.
Preguntas
A partir de este anuncio, la organización armada lanza una serie de preguntas, dirigidas en primer lugar al presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, y al resto de gobernantes estatales. «Sin actividad armada de ETA, ¿estarían dispuestos a respetar un proceso en el que los territorios vascos decidan sobre su futuro político? Si las armas de ETA callaran, ¿estarían dispuestos a respetar la decisión de la mayoría de la ciudadanía vasca en caso de que se decantara por la independencia, y a dar los pasos necesarios? Si la lucha armada de ETA cesara, ¿estarían dispuestos a dejar de lado la represión y a respetar un proceso democrático que posibilite la resolución del conflicto?»
Un segundo bloque de preguntas va dirigido al lehendakari, Patxi López, y al presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz: «¿Están dispuestos a aceptar a Euskal Herria y a reconocer sus derechos nacionales? ¿Están dispuestos a preguntar a los habitantes de los territorios que están bajo su dominio, sin límites y de modo abierto, sobre su futuro político?»
ETA sitúa estas preguntas como un «desafío», pero teme que «por desgracia, de nuevo los silencios y los noes demostrarán que el problema no es ETA, sino la falta de voluntad política y democrática». Por contra, apunta que «las respuestas positivas» a estas preguntas «abrirían el camino a la solución del conflicto. Los síes, y el levantamiento de esos «topes», «traerían el cese de la acción armada de ETA».
Profundizando en todo ello y respondiendo a los acontecimientos de los últimos meses, la organización armada asegura que «se equivoca quien piense que va a acabar con ETA y con el conflicto político encarcelando a los miembros de ETA, robando algunos zulos en el monte o llevando a la Policía autonómica de España a Hendaia. Aunque los enemigos robaran todas sus armas a ETA, les será imposible robarle a este pueblo el vigor y las ganas de lucha».
El comunicado incluye una última pregunta, dedicada esta vez para el PNV y que reproduce la lanzada por Xabier Arzalluz a sus compañeros en una entrevista reciente: «¿Sois independentistas?». ETA reclama al PNV que explique cuál es su objetivo real, «si el Estado Vasco o la profundización en el autogobierno vascongado».
50 años
Esta reflexión enlaza con la última constatación del análisis que abre el comunicado: «Por suerte para Euskal Herria, el pueblo abertzale no está dispuesto a aguantar otro giro autonómico».
ETA lo sitúa como uno de los «logros políticos» de estos 50 años. Repasa la operación de hace tres décadas «para vender a Euskal Herria y partirla», y recalca que hoy «ese marco está agotado». En el momento actual, subraya la «ofensiva del fascismo español» para tratar de sacar a la izquierda abertzale de instituciones y calles. Y homenajea a «los gudaris»(soldados) fallecidos en estos 50 años o que siguen presos.
Numerosos políticos valoraron ayer un texto aparecido en «Berria» como comunicado de ETA. El diario precisó más tarde que se trató de un error; el texto no pertenece a la organización.