Manifestantes en la plaza de la Liberación-Tahrir-en El Cairo, Egipto.
El Baradei y Musa fueron recibidos separadamente por el mariscal Tantaui, con quienes discutió los "últimos acontecimientos y la situación en la escena local", indicó la agencia Mena, sin ofrecer mayores detalles.
Los nombres de estos dos políticos egipcios son mencionados por los manifestantes pro democracia como los favoritos para dirigir un gobierno de "salvación nacional".
El ex titular de la AIEA fue aclamado el viernes por los manifestantes reunidos en la plaza Tahrir de El Cairo, que piden la inmediata salida del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) del poder.
El Baradei -quien al igual que Musa alimenta ambiciones presidenciales- había denunciado el martes la "masacre" en la plaza Tahrir, en referencia a los sangrientos choques entre la policía y los manifestantes contrarios al régimen.
Muere un manifestante en enfrentamiento dos días antes de comicios
Por otra parte, un manifestante que pedía el fin del gobierno militar en Egipto murió el sábado en enfrentamientos con la policía, cuando faltaban 48 horas para las primeras elecciones desde la caída de Hosni Mubarak, lo que hizo temer un aumento de la violencia durante los comicios.
Este hombre de 19 años perdió la vida el sábado de mañana cuando la policía antimotines atacó con granadas lacrimógenas a los manifestantes que habían acampado durante toda la noche ante la sede del gobierno para protestar contra el nombramiento de un nuevo primer ministro designado por el ejército.
Según los testigos, el joven fue atropellado por un vehículo de las fuerzas de seguridad. La víctima "falleció debido a una hemorragia provocada por múltiples fracturas en la pelvis, probablemente ocasionadas por un contacto con un vehículo pesado", afirmó una fuente médica a la AFP.
Se trata de la primera víctima después de dos días de tranquilidad en la capital y en otras ciudades del país, donde violentos choques habían dejado 41 muertos en cinco días, sobre todo cerca de la emblemática Plaza Tahrir, en el centro de El Cairo.
Esta plaza sigue ocupada por miles de manifestantes que piden la partida del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), acusado de querer seguir controlando los asuntos del país y de perpetuar la política de represión del presidente Hosni Mubarak, derrocado por una sublevación popular en febrero después de unos 30 años en el poder.
La muerte de un manifestante el sábado tuvo lugar cuando faltaban 48 horas para las primeras elecciones después de la caída de Mubarak, quien también surgió de las fuerzas armadas.
El viernes, el CSFA nombró a Kamal el Ganzuri, de 78 años, en el cargo de primer ministro, para reemplazar a Esam Sharaf, quien renunció ante la presión popular. Pero los manifestantes congregados en Tahrir se opusieron inmediatamente a la designación de este ex jefe de gobierno de Mubarak.
Ganzuri manifestó la esperanza de formar su gobierno "antes del fin de la semana próxima", e hizo un llamado a entregar carteras ministeriales a jóvenes. Sin embargo, los jóvenes antimilitares respondieron anunciando su propia lista de nombres para un gobierno "de salvación nacional".
En primer lugar, propusieron a Mohamed ElBaradei, ex director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), para dirigir el gobierno. ElBaradei, candidato potencial a las elecciones presidenciales, fue aclamado el viernes por la multitud en Tahrir.
En el centro de esta plaza, la "aldea de carpas" aumentó desde el sábado pasado. La multitud se reúne diariamente para gritar "¡Abajo Tantaui!", refiriéndose al mariscal Husein Tantaui, jefe del CSFA y presidente de facto.
Sin embargo, la calle está cada vez más dividida. Ante los contestatarios de la Plaza Tahrir, otros egipcios piden un retorno a la estabilidad y la reactivación de la economía, estancada desde la revuelta de comienzos de este año.
"Yo digo a los jóvenes de Tahrir 'gracias, ya basta'", afirmó Jaled Bshir, de 37 años, durante una gran contramanifestación realizada el viernes para apoyar al ejército en el poder, en la Plaza Abasiya, a pocos kilómetros de Tahrir.
Esta "guerra de las plazas" hace temer según la prensa una división del país entre pro y antimilitares.
"El peligro de la división", tituló el diario gubernamental Al Ahram, mientras que Al Masri Al Yom escribía "Egipto desgarrado".
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, pidió el sábado que cese la violencia en Egipto.
"La violencia debe cesar y la primacía del derecho debe ser mantenida", afirmó Ashton en un comunicado.
Más de 100.000 egipcios que viven en el extranjero, privados del derecho de voto durante el régimen de Mubarak, ya votaron en el marco de las legislativas que se llevan a cabo en tres vueltas durante las cuales 40 millones de electores son convocados a votar, anunció el gobierno.
Estos deben elegir a 498 miembros de la Asamblea Popular (cámara de diputados), mientras que otros 10 serán nombrados por el mariscal Tantaui.
La cofradía de los Hermanos Musulmanes, la fuerza política mejor organizada del país, que boicoteó las manifestaciones en Tahrir, parece en posición de fuerza en estos comicios.
Los nombres de estos dos políticos egipcios son mencionados por los manifestantes pro democracia como los favoritos para dirigir un gobierno de "salvación nacional".
El ex titular de la AIEA fue aclamado el viernes por los manifestantes reunidos en la plaza Tahrir de El Cairo, que piden la inmediata salida del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) del poder.
El Baradei -quien al igual que Musa alimenta ambiciones presidenciales- había denunciado el martes la "masacre" en la plaza Tahrir, en referencia a los sangrientos choques entre la policía y los manifestantes contrarios al régimen.
Muere un manifestante en enfrentamiento dos días antes de comicios
Por otra parte, un manifestante que pedía el fin del gobierno militar en Egipto murió el sábado en enfrentamientos con la policía, cuando faltaban 48 horas para las primeras elecciones desde la caída de Hosni Mubarak, lo que hizo temer un aumento de la violencia durante los comicios.
Este hombre de 19 años perdió la vida el sábado de mañana cuando la policía antimotines atacó con granadas lacrimógenas a los manifestantes que habían acampado durante toda la noche ante la sede del gobierno para protestar contra el nombramiento de un nuevo primer ministro designado por el ejército.
Según los testigos, el joven fue atropellado por un vehículo de las fuerzas de seguridad. La víctima "falleció debido a una hemorragia provocada por múltiples fracturas en la pelvis, probablemente ocasionadas por un contacto con un vehículo pesado", afirmó una fuente médica a la AFP.
Se trata de la primera víctima después de dos días de tranquilidad en la capital y en otras ciudades del país, donde violentos choques habían dejado 41 muertos en cinco días, sobre todo cerca de la emblemática Plaza Tahrir, en el centro de El Cairo.
Esta plaza sigue ocupada por miles de manifestantes que piden la partida del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), acusado de querer seguir controlando los asuntos del país y de perpetuar la política de represión del presidente Hosni Mubarak, derrocado por una sublevación popular en febrero después de unos 30 años en el poder.
La muerte de un manifestante el sábado tuvo lugar cuando faltaban 48 horas para las primeras elecciones después de la caída de Mubarak, quien también surgió de las fuerzas armadas.
El viernes, el CSFA nombró a Kamal el Ganzuri, de 78 años, en el cargo de primer ministro, para reemplazar a Esam Sharaf, quien renunció ante la presión popular. Pero los manifestantes congregados en Tahrir se opusieron inmediatamente a la designación de este ex jefe de gobierno de Mubarak.
Ganzuri manifestó la esperanza de formar su gobierno "antes del fin de la semana próxima", e hizo un llamado a entregar carteras ministeriales a jóvenes. Sin embargo, los jóvenes antimilitares respondieron anunciando su propia lista de nombres para un gobierno "de salvación nacional".
En primer lugar, propusieron a Mohamed ElBaradei, ex director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), para dirigir el gobierno. ElBaradei, candidato potencial a las elecciones presidenciales, fue aclamado el viernes por la multitud en Tahrir.
En el centro de esta plaza, la "aldea de carpas" aumentó desde el sábado pasado. La multitud se reúne diariamente para gritar "¡Abajo Tantaui!", refiriéndose al mariscal Husein Tantaui, jefe del CSFA y presidente de facto.
Sin embargo, la calle está cada vez más dividida. Ante los contestatarios de la Plaza Tahrir, otros egipcios piden un retorno a la estabilidad y la reactivación de la economía, estancada desde la revuelta de comienzos de este año.
"Yo digo a los jóvenes de Tahrir 'gracias, ya basta'", afirmó Jaled Bshir, de 37 años, durante una gran contramanifestación realizada el viernes para apoyar al ejército en el poder, en la Plaza Abasiya, a pocos kilómetros de Tahrir.
Esta "guerra de las plazas" hace temer según la prensa una división del país entre pro y antimilitares.
"El peligro de la división", tituló el diario gubernamental Al Ahram, mientras que Al Masri Al Yom escribía "Egipto desgarrado".
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, pidió el sábado que cese la violencia en Egipto.
"La violencia debe cesar y la primacía del derecho debe ser mantenida", afirmó Ashton en un comunicado.
Más de 100.000 egipcios que viven en el extranjero, privados del derecho de voto durante el régimen de Mubarak, ya votaron en el marco de las legislativas que se llevan a cabo en tres vueltas durante las cuales 40 millones de electores son convocados a votar, anunció el gobierno.
Estos deben elegir a 498 miembros de la Asamblea Popular (cámara de diputados), mientras que otros 10 serán nombrados por el mariscal Tantaui.
La cofradía de los Hermanos Musulmanes, la fuerza política mejor organizada del país, que boicoteó las manifestaciones en Tahrir, parece en posición de fuerza en estos comicios.